UN TRAJE A LA MEDIDA

Por ser un “traje a la medida, como lo señalaron los senadores de oposición, el escritor y promotor de la lectura Paco Ignacio Taibo II podrá asumir la dirección general del Fondo de Cultura Económica gracias a una reforma a la Ley Federal de Entidades Paraestatales.

PIT II se presentó en las oficinas de esa empresa el 3 de diciembre, en calidad de encargado del despacho como gerente editorial, pero ahora ya podrá firmar como titular del Fondo.

Los legisladores de Morena advirtieron que la modificación que elimina el requisito de ser mexicano por nacimiento para ocupar cargos en la administración federal, no es una ley a modo sino que deroga una regla discriminatoria. Y no les falta razón. Los cambios permitirán a mujeres y hombres dirigir entidades paraestatales, descentralizadas, empresas de participación estatal mayoritaria y fideicomisos.

Como Bertha Alicia Caraveo Camarena dijo en la Cámara Alta: “La nacionalidad no debe ser razón para permitir la idoneidad de un cargo de alta responsabilidad, sino las capacidades”.

Y Taibo tiene probadas capacidades como promotor de la lectura y el libro, no sólo por ser uno de los escritores con mayores ventas en nuestro país sino por su trabajo en las Brigadas para Leer en Libertad.

La senadora Citlalli Hernández, también de Morena, expuso que como estaba redactada la ley resultaba “arcaica y discriminatoria” en contra de ciudadanos naturalizados, y por ello debía ser modificada.

Pero, además, la reforma corrige un ofensa histórica: no volvió a haber un director del FCE que no fuera mexicano luego de la humillante salida en 1965 del argentino Arnaldo Orfila, quien osó publicar Los hijos de Sánchez.

La votación, 66 senadores de Morena, PT y PES a favor, contra 44 votos del bloque opositor del PAN, PRI, PRD y MC, pero sobre todo la extensa y complicada discusión del dictamen, reflejan no un debate sobre la pureza del idioma o el perfil editorial de Taibo, sino una polémica por la supuesta transformación del FCE en un aparato ideológico al servicio de la Cuarta Transformación.

No les molestó a los senadores que representan al viejo régimen la declarada falta de expertise de Taibo para dirigir el Fondo (en su momento reconoció que no tiene ninguna preparación para dirigir la empresa pública, pero que se pondrá a estudiar la estructura y el aparato de Estado, la política editorial, la situación laboral y otros aspectos dentro del FCE).

Ni se plantearon los senadores en tribuna o en su escaño la viabilidad financiera de un proyecto como el de Taibo, que propone la más ambiciosa campaña de la historia para transformar a México en un verdadero país de lectores, mediante un conglomerado de editorial, imprenta, distribuidora internacional y librerías que serán como centros culturales: las propias del Fondo y las de Educal.

Lo que reclamaron fue la albureada y la prepotencia.

UN ESCRITOR ALBURERO

A quien yo llamo la reina del albur, Xóchitl Gálvez, senadora por el PAN, destacó que Taibo II es un “alburero irreverente” y “quizá por ello cometió un error” en una frase expresada en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara que representó una “absoluta falta de respeto a las instituciones” al presumir que “se las metimos doblada”.

Por irreverente, “su expresión refleja machismo, superioridad, violencia sexual, pero, sobre todo, una absoluta falta de respeto a las instituciones. Si la ley no me favorece, la cambio o la violo. Y se jacta de ello con la peor de las expresiones”.

Por la soberbia con la que presume llegar a una Dirección General, que resulta oprobiosa y es una expresión que refleja autoritarismo, dijo Gálvez, “la frase ‘se las metimos doblada’ representa una violación en el imaginario colectivo”, uno de los crímenes “más destructivos” porque “las víctimas quedan traumatizadas, deprimidas, angustiadas, con sentimientos de culpabilidad y odio a sí mismas”.

Para Xóchitl Gálvez, la forma en que se expresó Taibo normaliza la violación –a quien sea, porque también es un mito que a los hombres no se les puede violar– y normaliza la violencia.

Y no obstante que se fue por las ramas, la panista reconoció que PIT II es un gran escritor y “notable” promotor de la cultura, mexicano por derecho propio dada “su trayectoria en el medio cultural y en las izquierdas”, tan mexicano como “el más digno representante de la ‘cultura nacional’”.

Me queda entonces la impresión que Xóchitl Gálvez no tenía objeciones al perfil intelectual, literario o libresco de Taibo, pero no por ello quiso dar su brazo a torcer en el tema de la violación simbólica que implica la ya famosa frase.

Y conste que no por las malas palabras, ya que ella misma se encargó al llegar a la administración Fox como coordinadora general de la Oficina de la Presidencia para Asuntos Indígenas, de introducir las voces altisonantes en el discurso político.

ESCARNIO PARA EL SENADO

En la “actitud autoritaria” de Taibo al querer asumir funciones, se concentró el senador priista Manuel Añorve. Y también Beatriz Paredes, excelente oradora siempre, fundamentó su voto en contra señalando que “las palabras transmiten ideas, proyectan valores, revelan intenciones, y las afirmaciones de Taibo fueron de burla y escarnio al Poder Legislativo”.

Samuel García, de Movimiento Ciudadano, indicó que esta reforma no es un avance sino un cambio para beneficiar a una persona “que tiene expresiones misóginas, autoritarias, frente a quienes piensan diferente, con lo que crispa el clima social”.

Y por el PRD, Leonor Noyola Cervantes indicó que la modificación “está direccionada, tiene nombre y apellido”, y sentenció que no se debe legislar con dedicatoria porque se atenta contra el principio fundamental de que las leyes deben ser de carácter general.

Al debate se sumó el exgobernador de Puebla y coordinador de la bancada del PAN, Rafael Moreno Valle, quien se quejó porque esta modificación “atenta contra las instituciones”. Estamos ahora “tratando de diseñar leyes para personas”. Y remató: “El personaje Paco Ignacio Taibo ofendió a este Senado, habló de manera vulgar, está ofendiendo a esta soberanía”.

LA CASA DEL JABONERO

El problema para todos ellos era, pues, de forma: por la manera en que Taibo dio por hecha su designación sin detenerse a sopesar el impedimento legal, albureando de paso a los senadores; y de fondo: porque aseguran se trata de una reforma a medida cuando, en realidad, lo que hizo el Senado fue corregir una situación discriminatoria.

Por eso, en su intervención el senador por Guerrero Félix Salgado Macedonio fijó su postura de apoyo a la denominada Ley Taibo, argumentando que Paco es una persona honesta, inteligente y culta.

Y en torno a las polémicas declaraciones del escritor en la FIL de Guadalajara, se burló de los senadores quejosos por el tono lépero de Taibo recordando las frases de dos ex presidentes de México: Enrique Peña Nieto, cuando dijo: “Ningún chile les embona”; y Vicente Fox Quesada, quien en el mejor estilo de El Bronco sentenció: “El 75 por ciento de los hogares de México tienen una lavadora, y no de dos piernas”.

Como escribió Vicente Bello en Zócalo, después de la intervención de Salgado Macedonio priistas y panistas quedaron “tirados en esa gran casa del jabonero que es el lenguaje público”.

 

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