Gabriel García Márquez siempre dijo que el periodismo es el mejor oficio del mundo. Ahora, Jorge Cardona, editor del diario colombiano El Espectador, indicó en la charla ‘Una libreta, una ética a toda prueba y un par de oídos’, dentro del Festival Gabo 2019 que se celebró en Medellín del 2 al 4 de octubre, que el periodismo es un ejercicio diario de vocación.
Cardona participó en un conversatorio con Mabel Lara junto a sus compatriotas Alberto Donadío y Yolanda Ruiz. Ahí los periodistas hablaron desde su experiencia como conocedores de los medios de comunicación, privados e independientes, sobre cómo se ejerce la profesión desde sus perspectivas, haciendo un análisis de cómo debe ser el papel ético del periodista y cuál es la forma para reivindicarlo. Y también de lo que no se debe hacer.
De acuerdo a la reseña ‘El periodismo, una vocación ética de ejercicio constante’, publicada el 3 de octubre en el micro sitio dedicado al Festival dentro del portal de la Fundación Gabo (https://premioggm.org/noticias/2019/10/el-periodismo-una-vocacion-etica-de-ejercicio-constante/), Yolanda Ruiz, directora nacional de noticias de RCN Radio, comenzó refiriéndose a la arrogancia que tienen algunos periodistas en un país como Colombia que ha vivido tantas dificultades, en el que se ha cubierto, entre otras cosas, el péndulo de la búsqueda de la paz.
“Debemos reconocernos. Saber cuáles son nuestros pecados y aciertos en el ejercicio periodístico. Hay gente que ha dejado la vida por poder contar una historia, pero así mismo hay quienes han abusado del poder que les da el periodismo”, dijo Ruiz.
Señaló que los periodistas tienen la tarea de ser veedores de la realidad, pero a veces se les olvida cuál es su papel y se vinculan más de lo necesario. “Olvidamos que tenemos que mirar hacia adentro. Hablar de ética no es referirnos a los manuales, sino a lo que hacemos en la cotidianidad y cómo nos comportamos periodistas y audiencias. La ética es la clave, no sólo para el periodismo sino para la sociedad”.
ARROGANCIA PERIODÍSTICA
En el marco de una convocatoria lanzada por la Fundación Gabo “con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética en el periodismo, con inspiración en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez, y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia”, y de la entrega del Premio Gabo a las mejores historias del periodismo iberoamericano, Jorge Cardona habló de lo que significa ser periodista y el poder que esto conlleva.
Afirmó que quien tiene un micrófono o la potestad de llevar a la imprenta sus opiniones adquiere un poder que puede ser verbo o sustantivo. “De ahí nace la arrogancia que ejerce el mundo del periodismo, por eso es tan importante y de tanta responsabilidad lo que se está comunicando. Debemos ser conscientes de que si yo estoy en un medio llevo por apellido su nombre –por ejemplo, yo soy Jorge Cardona de El Espectador– y si lo mal utilizo, estoy haciendo un mal ejercicio de poder”.
LA TIRANÍA DE LOS CLICS
Mabel Lara tocó un tema coyuntural: los clics que marcan las agendas informativas, que dependen de las vistas y de los ‘me gusta’ de las páginas de internet para poder sobresalir.
La experiencia de Alberto Donadío, escritor y columnista de El Espectador, lo lleva a reflexionar al respecto, afirmando que no se puede confundir la velocidad con la que se difunde una información con la lentitud con la que se prepara un contenido. “No se puede competir con la forma de comunicar de ahora, hay que seguir con los principios de siempre”.
Según Lara, hoy en día se trabaja a dos tiempos: uno a la velocidad de la luz para no perder la inmediatez que exigen las nuevas plataformas digitales y otro en el que ya se establecen líneas investigativas para profundizar.
Jorge Cardona, por su parte, indicó que estamos en otra revolución de las comunicaciones por las nuevas tecnologías, al afirmar que no se puede confundir periodismo con libertad de expresión. “La vida no es blanco o negro, tiene matices y debe estar reflejado en el contenido. Ahora manda el clic, pero hemos venido aprendiendo nuevas narrativas. Las herramientas cambian, pero los valores deben permanecer”.
Agregó que el periodismo no va a ser desplazado por las redes ni por la libertad de expresión. “Nosotros en nuestro ejercicio somos intérpretes de la sociedad y debemos defender esa vocación”.
EL PERIODISMO, ¿EN RIESGO?
Las redes sociales, desde su llegada, han transformado los métodos de muchos procesos, incluso el de informar con veracidad y rigor. Yolanda Ruiz enfatizó que el periodista está llamado a hacer periodismo bien hecho. Actualmente se está atravesando por muchos cambios, pero no solo en esta área, sino en la humanidad misma.
“Tenemos que hacernos muchas preguntas porque estamos confundiendo el fondo y la forma. ¿Acaso por la llegada de Twitter el periodismo se hace en 140 caracteres, sin confrontación de fuentes y al juego del que publique primero? El periodista está obligado a confirmar, contrastar la información, verificar los datos. Así lo publique en cualquier medio las normas son las mismas”.
En una retrospección, Donadío recordó que el periodismo de hace 40 o 50 años no era mejor que ahora, pues no se invertía en buenos periodistas pese que antes este negocio daba más. Aun así, el panorama es pesimista por la situación que atraviesan los grandes medios.
TRANSPARENCIA, LA CLAVE
El papel del periodista es clave para entender la sociedad. Cardona señaló varias veces que el poder que otorga tener una información debe asumirse de forma responsable, es justo allí donde nace la independencia.
La información está a lo que toma presionar una tecla en un dispositivo. Hay mucho de tanto y de nada a la vez en internet que el usuario debe aprender a identificar en qué creer, por eso Yolanda Ruiz afirmó que en este mar de letras e imágenes, de incertidumbre de qué es y qué no, se necesita más que nunca del periodismo serio y responsable para que ayude a decantar lo que es concreto y real.
“Lo que tenemos que hacer es arriesgarnos a producir contenidos para las audiencias, para que no se quejen de lo mala que es la prensa. Siempre dicen: los periodistas esos que producen pura porquería, pero se hace porque el mercado lo está demandando. No podemos dedicarnos a producir solo lo que da rating”, sentenció Ruiz.
El periodismo ético también debe dar contexto de la sociedad en el momento en el que se ejerce y Cardona es un ferviente defensor de esta máxima. Señaló que hacer periodismo es escribir para la historia, que se debe hacer con el suficiente detalle de cómo se vive en este presente para que dentro de cincuenta o cien años cualquier lector pueda entender la situación de esa actualidad pasada.
Al final la recomendación de Cardona fue una: leer kilómetros para escribir milímetros. El periodista nunca se quita su traje, siempre está metido en el papel de querer saber y contar realidades.
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