Hay muchos pajarracos del régimen corrupto del pasado que se refriegan las manos y hacen dengues maléficos para que a México le vaya mal; porque así esas aves de plumaje hediondo, que ofende a la fauna mexicana, desplazaron ya a las aves carroñeras, y se parapetan esperando que el gobierno democrático que impera en nuestra nación, cometa errores para abalanzarse y pedir la renuncia del presidente; y de hecho, esos reaccionarios ya lo están pidiendo, pero con tan tremenda frivolidad que se han convertido en el hazmerreír del pueblo mexicano.
Querían que ardiera Sinaloa todo, y esperan con ansias desequilibradas, producto de su degeneración política y moral, que broten otros hechos como el ocurrido en Culiacán la semana pasada. Pero se van a quedar esperando estos hijos del desconsuelo, a los que se les han ido los jugosos negocios con y desde el poder público de bandidos.
Están pasando cosas, es cierto, y hay que reconocerle al presidente López Obrador, que conociendo a las tepocatas de la oposición, a las alimañas ponzoñosas, herederas del ridículo conservadurismo; está haciendo las cosas bien, y efectivamente, haciendo reformas estructurales y constitucionales que marcan un paradigma en la vida pública nacional. Y es lo que les duele a esos resentidos, hijos de Vicente Fox, de Felipe Calderón y del también corruptazo como estos dos, Peña Nieto.
Entendamos los mexicanos y más quienes apoyamos a la Cuarta Transformación, porque esta significa un cambio de régimen, y no la secuela de malos gobernantes como lo fueron los de estos tres sujetos indicado en el anterior párrafo; entendamos, pues, que esa reacción, los conservadores, son por naturaleza apátridas, no reconocen otro dios que el suyo y otra bestia bíblica que el vellocino de oro, es decir, el dinero, del capitalismo.
Por eso están que les arde la humanidad, en alguno de su punto de salida corporal. Y los conservadores, que así les llama con precisión el presidente López Obrador, representados por algunos malos empresarios y por los dirigentes de los partidos adversarios, quieren usar la misma estrategia golpista -fascistoide, dice AMLO- que la derecha inmoral aplica en otras regiones, con tan mal tino que los gobiernos de esa bandera están siendo derrotados aquí y allá, como ocurrió hace un par de días en Bolivia, con el triunfo de Evo Morales.
Algunos de esos resentidos, envidiosos que no aceptan el enorme respaldo popular de los ciudadanos, lastimosos se enojaron porque el presidente de todos los mexicanos, respaldó a las fuerzas armadas para evitar un baño de sangre en donde hubiesen muerto decenas de personas. Y hoy todo el pueblo mexicano y voces provenientes de personalidades diplomáticas y sociales, reconocen la pertinente y acertada decisión del gobierno mexicano.
Los de la prensa fifí, cuyos medios se sostenían con las migajas millonarias que les arrojaba el régimen corrupto, mienten a diario calumniando al presidente, como lo hizo recientemente mintiendo el periódico Reforma, que obedece al tintineo de los pesos y no a la labor informativa vertical y objetiva en términos de la verdad, como debiera conducirse.
Tituló mentirosamente que Hacienda había perdonado impuestos a empresas mafiosas. En la mañanera de este martes 22, el presidente puso en evidencia a ese medio calumniador.Otro que anda por ahí, amenazando con llevarse a sus empresas depredadoras del ambiente, como lo es el acaudalado empresario cómplice de la corrupción y persona que evita pagar impuestos, es Claudio X. González, y que fue el que propaló la mentira fiscal, con perversidad absoluta, pero que parece que pronto reculará, porque no es el único empresario ni son sus empresas las únicas proveedoras en el mercado, hay más.
Su actitud va en contra, incluso de la economía.Aunque los ataques de los conservadores al esmerado gobierno federal, son petardillos, gritillos de plañideros, adoloridos por la derrota que el pueblo mexicano les propinó el 1 de julio del 18; de todas maneras no se deben descartar las altas traiciones de esa clase contra México, porque no es la primera vez que lo harían. Lo hicieron trayendo al dictador Santa Anna; lo hicieron trayendo a un príncipe austriaco de ojos azules y a su bella esposa Carlota, para que gobernara al país; sus pretensiones monárquicas, son inconmensurables, y les gustan las alfombras importadas.
Odian al país y al actual gobierno popular.Por eso, por el odio que le tienen a un gobierno que se propone el combate a diario de la corrupción, de esos conservadores traidores, hay que esperar lo peor; y lo peor es que se confabulen con traficantes de armas, como lo hizo su mentor Felpe Calderón, que dejó entrar miles de artefactos de guerra para masacrar mexicanos.
Y ahora anda el angelito cuestionando una estrategia diametralmente opuesta a la suya de muerte y desesperanza, como lo es el nuevo enfoque de paz emprendido por AMLO para pacificar el país, que tendrá pronto más resultados. También opino que debe el gobierno federal, a través de los asesores de la mayor representación militar y policial, analizar si en el reciente caso de Sinaloa, no están implicados el gobernador priista y el alcalde priista de Culiacán; implicados en irresponsabilidad, obviamente. Ver si no se dieron en el hecho elementos golpistas para crear un estado de caos para que los traficantes de armas, amigos de Calderón, vuelva a introducir armas y que el negocio siga. Urge un análisis al respecto.PUNTO
Y RAYACOMPARECENCIAS INÚTILES
Me cuentan que resultaron desastrosas las comparecencias del Secretario General de Gobierno y el del encargado de la seguridad pública estatal. Y cómo no iba a ser así, si las estadísticas hablan por sí solas en cuanto a la corrupción y a los datos del crecimiento del crimen en Colima. Las comparecencias deben revisarse en cuanto a qué tan efectivas son para que rindan ampliaciones de información los encargados de los diferentes ramo del Gobierno Estatal; muchos de los cuales más bien deberían rendir declaraciones ante jueces, que ante los diputados. ¡Zas! ¡Hasta la próxima!