El ejercicio del derecho de réplica que hace López Obrador está muy lejos de ser la agresión a la prensa que denuncian editoriales y artículos de opinión. El brasileño Jair Bolsonaro es el parámetro para entender lo que significa la estigmatización y el descrédito, que incentiva la violencia de sus seguidores contra los periodistas que critican al presidente.
El capitán retirado del ejército cayó hasta lo más bajo “en su narrativa agresiva”, relata Marina Rossi, corresponsal en São Paulo de El País, en una nota fechada el 19 de febrero de 2020 (https://elpais.com/internacional/2020/02/19/actualidad/1582076863_835385.html), al comentar cómo ‘El machismo de Bolsonaro vuelve a aflorar con una insinuación sexual contra una periodista’.
Bolsonaro provocó el martes 18 una ola de indignación entre sus propios aliados y la oposición, al sugerir que la periodista Patrícia Campos Mello –una de las firmas más conocidas del diario Folha de S.Paulo– buscó informaciones a cambio de sexo con el empleado de una empresa acusada de difundir noticias falsas durante la campaña electoral de 2018, ganada por el candidato de ultraderecha.
Bolsonaro apuntó a dos objetivos políticamente incorrectos: la prensa y las mujeres. Insultó a Campos Mello con ironías de cuño sexual:
“[La periodista] quería un furo [palabra que en portugués significa ‘agujero’ pero que en la jerga periodística significa ‘primicia, exclusiva’]. Quería dar el furo a cualquier precio”, dijo, riéndose, ante un grupo de simpatizantes que estaba frente al Palacio de la Alvorada, en un juego de palabras deliberado que sugiere que intercambió información por sexo.
Según Rossi, el insulto sigue la estela de la creciente escalada de agresividad del presidente —sus hijos y seguidores— contra la prensa.
CREAR DISTRACCIONES
En su declaración, Bolsonaro se refería al falso testimonio que la semana pasada dio Hans River do Rio Nascimento, ex empleado de una agencia especializada en enviar correo masivo por WhatsApp, en la comisión parlamentaria de investigación sobre las fake news.
Por cierto, el periódico Folha de S.Paulo desmintió punto por punto todas las declaraciones del compareciente el mismo día en que dio su testimonio, apunta El País.
La semana pasada, el diputado federal Eduardo Bolsonaro –tercer hijo del Presidente– hizo lo mismo al insinuar en Twitter que Campos Mello propuso un encuentro sexual a cambio de obtener la información. El tuit fue el detonante de una campaña difamatoria, con mensajes misóginos e incluso amenazas de bolsonaristas a periodistas en las redes sociales.
Como las malas noticias persiguen a Bolsonaro, con su chiste sexual el Presidente evitó responder sobre el aumento al precio de la gasolina y sobre una carta en la que los gobernadores de los estados brasileños lo critican.
El distractor también le ayuda al mandatario a no hablar sobre la muerte del ex policía Adriano da Nóbrega, el pasado 9 de febrero en Bahía, un personaje clave para determinar la relación entre el submundo del crimen y otro de sus hijos, el senador Flávio Bolsonaro.
Declaraciones tan hostiles contra la prensa y las mujeres le ayudan al gobierno de Bolsonaro a cubrir los reclamos por el alza del dólar o las más de un millón de parentelas que no han cobrado el subsidio del programa Bolsa Familia desde hace meses.
SEXO, MENTIRAS Y VIDEO
Patrícia Campos Mello ha sufrido ataques constantes desde finales de 2018, cuando publicó un reportaje sobre envíos masivos de noticias falsas patrocinados por empresarios que hacían campaña contra el PT (el Partido de los Trabajadores que llevó a Lula da Silva y a Dilma Rousseff a la presidencia).
La cuenta de WhatsApp de la periodista fue pirateada y ella sufrió amenazas. Justicia poética, el reportaje le valió el Premio Internacional a la Libertad de Prensa, otorgado a fines del año pasado por el Comité para la Protección de los Periodistas en Nueva York.
Con sorna, Bolsonaro se refirió a una declaración que realizó Do Rio Nascimento a la Fiscalía. “Mira la periodista de Folha de S. Paulo, hay otro video de ella. No hablaré aquí porque hay mujeres aquí a mi lado. Ella dice: ‘Soy (…) del PT’, ¿verdad? En el testimonio que Hans River dio a la Fiscalía a finales de 2018, él dice que la periodista lo acosa”, dijo, para luego, entre risas, hacer las insinuaciones sexuales.
Hans River fue visto la semana pasada en la cola de la Defensoría Pública (organismo que garantiza la asistencia jurídica gratuita) de São Paulo, poco después de testificar ante la comisión parlamentaria. En su declaración, River acusó sin pruebas a la periodista de acosarlo.
UROLAGNIA O LLUVIA DORADA
El año pasado, Bolsonaro utilizó una táctica similar para evadir preguntas sobre el ex asesor Fabrício Queiroz, que trabajaba en el gabinete de su hijo Flávio Bolsonaro, en aquel entonces diputado estatal.
El martes de Carnaval publicó un video en el que un hombre orinaba sobre otro (una parafilia conocida como ‘lluvia dorada’), sugiriendo que la fiesta seguía ese patrón en todo el país. “En esto se ha convertido el Carnaval brasileño”, escribió Bolsonaro en un tuit que causó tanta indignación que lo borró posteriormente.
En esa época, la Fiscalía investigaba transacciones financieras sospechosas realizadas por Flávio Bolsonaro y su asesor, Queiroz, por medio de un sistema que se conoció como rachadinha y que incluía la contratación de empleados fantasma (estaban en nómina, pero no trabajaban). Entre ellos estaban la ex esposa y la madre del policía Adriano da Nóbrega.
Las ramificaciones del sistema de desvío de fondos llegaron hasta la casa de Bolsonaro. Entre las transacciones señaladas por el Consejo de Control de Actividades Financieras había un ingreso equivalente a 5,500 dólares realizado por Queiroz a la cuenta de la primera dama, Michelle Bolsonaro.
En ese carnaval, el término “lluvia dorada” explotó en las redes sociales y en las noticias. Sin embargo, Queiroz todavía está en libertad, resume El País.
LA OVEJA MÁS NEGRA
A propósito, al menos tres partidos políticos solicitaron el miércoles 19 de febrero al Consejo de Ética del Senado de Brasil la terminación del mandato de Flávio Bolsonaro, reseña Telesur (https://www.telesurtv.net/news/brasil-partidos-politicos-cese-mandato-flavio-bolsonaro-senado-20200219-0034.html).
La petición del PT, partido Red de Sustentabilidad (REDE) y el Socialismo y Libertad (PSOL), se basa en la relación del hijo del Presidente con las «milicias, lavado de dinero y malversación de fondos públicos», a través de las grietas.
“Hay innumerables evidencias que denotan las relaciones íntimas del parlamentario con figuras centrales de la milicia en Río, como es el caso de la relación oculta con el capitán Nóbrega, recientemente asesinado en el interior de Bahía, en la ciudad de Esplanada”, refiere el texto firmado.
Asimismo, la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, escribió desde su cuenta en Twiiter que «no se puede usar la posición del Senado para obstaculizar las investigaciones».
El 18 de febrero, el senador ultraderechista brasileño lanzó un video de un cadáver en un supuesto análisis de expertos, y alegó que era el miliciano muerto Adriano da Nóbrega.
Por su parte, el secretario de Seguridad Pública de Bahía, Maurício Barbosa, respondió que la publicación era falsa y tenía como objetivo cuestionar un trabajo en progreso de los forenses en Bahía y Río de Janeiro.
En diciembre de 2019, la diputada Joice Hasselmann, del Partido Social Liberal, acusó al parlamentario Eduardo Bolsonaro y al concejal de Río de Janeiro, Carlos Bolsonaro, también hijos del presidente, de ser los principales coordinadores de un esquema de ataques y difusión de rumores en redes sociales.
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