ESOS QUE ANTES CALLARON

¿Están al acecho esos periodistas del pasado que ya parecerían desplazados?, le pregunta Julio Hernández López a Martha Zamarripa.

La periodista independiente y ex candidata del PRD a la gubernatura de Nuevo León en 2009, fue uno de los tres invitados al espacio de Julio Astillero en La Octava, el 19 de febrero de 2020 (https://www.youtube.com/watch?v=XhwK-T2T0t8). Los otros dos fueron: el cronista de La Jornada, Arturo Cano; y el editor de Pie de Página, en otro tiempo productor para México y Centroamérica de la BBC y presidente de la Red de Periodistas de a Pie, Alberto Nájar.

¿Los periodistas más desprestigiados se han convertido ahora en los más severos críticos del poder?, insiste Julio Astillero tras decir que los voceros del viejo régimen están tomando fuerza con sus críticas ante la escases de medicamentos o la cuestión de los feminicidios.

Para Zamarripa: “Sí, claro. Y es un contraste que termina siendo ridículo porque en el viejo régimen callaron en todos los temas que tenían que haber denunciado. Fueron muy complacientes en asuntos como la corrupción, el abuso de poder y la sustracción de los bienes de la nación”.

Esos periodistas callaron ante la falta de transparencia y la negación del derecho a la información. “¿Quién criticó la compra del avión por una cantidad exorbitante?, ¿quién dijo algo porque Felipe Calderón estuvo presto a complacer a su sucesor?, ¿y quién dijo algo de Peña Nieto?”, cuestiona Zamaripa.  

Ahora tergiversan todo, de manera que “el problema no es el que causaron Peña Nieto y Calderón de forma directa al encargar este megalujoso avión”, sino la rifa de la aeronave.

DERECHO AL CHAYOTE

Para Zamarripa, ante un manejo de los conceptos, “quizá no el mejor por parte del Presidente”, los medios quieren hacer ver a los feminicidios como el Ayotzinapa de López Obrador cuando ese problema tiene muchos años: empieza a generarse alrededor de 1993, en las maquilas de Ciudad Juárez; al principio eran pocos asesinatos, después el número es tan inmenso que les llamaron ‘las muertas de Juárez’ cuando ya eran una serie de feminicidios, recuerda Zamarripa.

“Hubo omisión de los medios entonces, porque estaban muy a gusto con los pagos que recibían. Y ahora se vuelven críticos porque no hay dinero, desapareció el chayote que se llegó a considerar un derecho, ¡para vergüenza del periodismo mexicano!”

Zamarripa insiste en que los buenos periodistas están desperdiciando la gran oportunidad que les ofrece la conferencia matutina en Palacio Nacional:

“Hay más compañeros de redes que de los medios tradicionales, y ese desbalance no le conviene al Presidente. Si el papel de los medios es acotar al poder, deberían estar acotándolo con preguntas inteligentes, no con inventos ni tergiversaciones como las de los medicamentos, en donde culpan al gobierno de lo que no tiene culpa.

“Algunos de los compañeros de los medios tradicionales se quejan de que no les dan la palabra en La Mañanera, que se prefiere a los youtuberos, y es verdad. Ahí hay un desbalance porque necesitamos, por un lado, que aprovechan a López Obrador: que no se les escape, si se le va la presa al reportero ese día no hizo su chamba; lo tienen que atrapar con preguntas, encajonarlo. Por eso creo que los buenos periodistas son los que deberían de estar en La Mañanera, los más incisivos, los que le dicen al Presidente: ‘Eso no es lo que le pregunté’”.

Y en referencia a la investigación de Nancy Flores para Contralínea, Martha Zamarripa señala: “Algo que ha saneado mucho al periodismo mexicano es que se haya obligado al Ejecutivo a transparentar la información acerca de a quiénes y cuánto se les pagaba en el sexenio pasado. Eso es lo que nos va a aclarar por qué ciertos columnistas y conductores están atacando al Presidente. Justamente porque no están recibiendo esas cantidades de dinero que, insisto, creían un derecho”.

GENERACIÓN I

¿Existe ya una generación de periodistas jóvenes, distintos y críticos, que sin las distorsiones del chayo y de del arribismo que se da mucho en este gremio, vayan consolidando un nuevo modelo de periodismo? O, por el contrario, ¿le falta visión al Estado mexicano, al gobierno o al presidente para impulsar un movimiento periodístico que pueda sustituir al viejo periodismo corrupto?

A la pregunta de Julio Astillero contesta Alberto Nájar:

“Sí, existe una nueva generación. La más reciente tuvo una formación muy distinta. En lo técnico: más virtual, más en medios alternativos, más de nuevas tecnologías y plataformas de comunicación. Es la generación I (I de Internet).

“Pero tienen, además, una visión distinta de país. Ellos nacieron prácticamente con la desesperanza y tienen, una formación muy crítica de los propios medios. Se ve en las escuelas de Comunicación y Periodismo que los estudiantes ya no aspiran a trabajar en los grandes medios. Cuando yo empezaba, el anhelo era entrar a La Jornada, Proceso o, algunos, a Televisa.

“Hay una generación anterior a esa, que permitió la pequeña transición. A ella pertenecen algunas de las grandes figuras, como Carlos Loret de Mola. Pero a diferencia de esa penúltima, la actual sí tiene la idea de hacer otro tipo de periodismo; entiende el oficio de una manera distinta”.

UN NUEVO MODELO

“El tema no es si tienen las ganas de hacerlo, sino ¿qué modelo de periodismo es el que debemos construir? Porque el viejo sistema todavía persiste, ahí están los periódicos y en ellos hay viejos periodistas que se mantienen como los santones, aunque cada vez marcan menos agenda”, abunda Nájar.

“El problema es que no existe tampoco en la autoridad, en el Estado, una voluntad suficientemente firme para romper esa vieja tradición [de la relación perversa entre prensa y poder], ese cordón umbilical por el cual nacieron muchos de los medios de comunicación en México.

“Y el ejemplo más claro es que esa oferta que se hizo de regular y transparentar la participación de la publicidad oficial hacia los medios, es un asunto pendiente.

“No se ha resuelto porque no es no es una cuestión de dar o no chayo, es una cuestión de establecer reglas muy clara para invertir dinero público en la difusión de las actividades gubernamentales. El dinero debe fluir de una u otra manera, no se trata de gastar los miles de millones, pero sí de regularlo.

Los jóvenes que participan en Pie de Página, sigue diciendo Nájar, tienen ya una idea distinta de país. “No lo ven como lo vimos nosotros”.  

UNA FUENTE DESPRECIABLE

Para Arturo Cano, la nueva generación de periodistas mexicanos manifiesta un desinterés en la política-política. Estás más preocupados en temas como derechos humanos, cuestiones medioambientales, movimientos alternativos. “Me los he topado en la cobertura de un mitin de campaña, y veo cómo están descubriendo” el ámbito electoral.

Nájar abona a este retrato generacional diciendo que, al tener un modelo distinto de país desde el periodismo, los jóvenes están yendo hacia otros temas que antes en la redacción eran para los principiantes:

“A nosotros nos mandaban a cubrir salud o derechos humanos cuando empezabas. Y, ahora, esta última es la fuente que más interesa cubrir porque están desencantados de la política-política que, en el viejo sistema, era fundamental para los periodistas.

“Habrá que ver hasta qué punto se le da el valor, fuera de esos espacios alternativos, a los jóvenes periodistas. Y si el Estado entiende que esta es la parte del periodismo que necesita fortalecer porque es, justo, una de las debilidades de los propios medios.

“Las empresas periodísticas también, por propia sobrevivencia, tendrán que apuntar cada vez más hacia ese lado. La unidad de investigación en El Universal fue un boom, una maravilla, pero de pronto cambiaron al director y se acabó el proyecto.

“Los medios están supeditados a los decires del mandatario en turno, y ahora que al Presidente no le interesan los medios tradicionales, los periódicos están como extraviados”, apunta Alberto Nájar.

Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com.

Comentarios

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *