¿Todo la información y la opinión que se publica en las redes sociales es periodismo digital? En todo caso, ¿cómo se tendría que mejorar el ejercicio periodístico en internet?
Adriana Buentello, coordinadora general de Julio Astillero, responde:
“Estamos en una etapa muy temprana de un cambio fundamental en la comunicación. El modelo descrito por Umberto Eco en su libro de 1964 Apocalípticos e integrados, empezó a cambiar hace unos pocos años con el surgimiento de las redes sociales.
“Estábamos acostumbrados a un modelo de comunicación vertical. La audiencia se tenía que chutar lo que el conductor de noticias decía, sin la oportunidad de verificar ni contrastar las noticias. Vivíamos un cerco informativo.
“Con las redes sociales se estableció un modelo de comunicación horizontal, donde tenemos la posibilidad de estar conectados e incluso de participar en las mismas plataformas que políticos, periodistas, líderes de opinión o artistas.
“A partir de que se rompe el cerco informativo, también empiezan a cambiar los modelos de negocio de los medios de comunicación. Estos son empresas y muchas veces no respondían necesariamente al ejercicio periodístico sino que tenían una agenda”.
APOCALÍPTICOS E INTEGRADOS
“Cuando yo estudié la carrera y teníamos como libro de texto el de Eco, no teníamos esa conciencia de cómo se movían las empresas periodísticas per sé”, comenta Buentello.
“Con la entrada de las redes sociales se rompe este cerco informativo, pero a la vez también empiezan a verse con el paso de los años algunas cosas que no son necesariamente positivas, como la polarización de las redes sociales.
“Con la introducción de los youtubers e influenciadores, estamos en una etapa en la que millennials somos los que finalmente estamos dominando la comunicación en las redes sociales. Pero no todos tienen formación.
“Estamos en una etapa de prosumidores (mezcla de productores y consumidores), concepto que define también mucho del nuevo ejercicio periodístico. A los periodistas nos han ido desplazando los youtuberos, pero esto se debe a que el periodismo no estaba siempre enfocado en la gente sino en ciertos círculos rojos y sectores empresariales. Al ciudadano de a pie, los medios no le hablaban.
“Hasta por exceso de trabajo, otra de los de las situaciones de la precariedad laboral, muchas veces le dábamos el revolcón al comunicado. Con frecuencia los propios periodistas no teníamos el tiempo ni la oportunidad de entender bien los sectores que estábamos cubriendo, para realmente desmenuzarle la información a la gente.
“Cuando entran las redes sociales, mucha gente ve que puede grabar y opinar. Los youtubers empiezan a ganar audiencia porque la gente les entiende, usan un lenguaje distinto. Pero no necesariamente son periodistas porque no tienen esas herramientas que se adquieren en el oficio para la corroboración de la información, fundamental para el ejercicio periodístico.
“Y, ahora, al tema de la precarización laboral que está viviendo el sector periodístico desde hace muchos años, se suma el tema de la pandemia”, advierte Adriana Buentello.
CULTURA VISUAL
¿Con lo digital hay una tendencia hacia lo visual, más allá de la tradicional vinculación del impreso con lo escrito?, le preguntan. Y la productora de Julio Astillero responde en la emisión de viernes por la noche denominada ‘Hasta que el sueño aguante’, el 3 de julio de 2020 (https://www.youtube.com/watch?v=vgjKAq6VqVs):
“Es una cuestión generacional. Los millennials leemos menos a profundidad, leemos a tuitazos. La estrategia comunicacional es que el tuit llame tanto la atención que te obligue a dar clic. Por la inmediatez y la cantidad de información que está circulando en la red, se busca llamar la atención con elementos visuales: el video, la declaración, la foto. Hay que escoger la mejor imagen y editorializarla incluso; muchas herramientas digitales te ayudan a eso.
“Como lectores estamos perdiendo la capacidad de ir más a fondo. Y eso afecta la profundidad periodística. Un gran reportaje en un medio impreso puede tener 30 cuartillas, pero los hábitos de lectura en la web son que nadie lee más allá del segundo o tercer párrafo”.
DICTADURA INFORMÁTICA
Adriana Buentello es periodista, con un posgrado en Periodismo Político por la escuela Carlos Septién García. Ganó el Premio México en Periodismo 2005 por columna en internet.
Ha sido locutora, conductora y productora de radio; editora y coordinadora de estrategias digitales enfocadas al periodismo e imagen digital.
Ha trabajado y colaborado en ABC Radio, IMER, Grupo ACIR, Noticias MVS, Proceso, Radio Centro, Arena Pública y RT en español. Empezó a trabajar con Julio Astillero en Radio Centro y La Octava Digital, y renunció al grupo junto el titular.
¿Hacer infografías de los temas que son trending topic es periodismo?, le preguntan.
“Sí es un ejercicio periodístico. Las infografías de Eduardo Salles en Pictoline son un buen trabajo de investigación y análisis que busca acercar a la gente a través de una historieta”.
Buentello nos recuerda que aunque vivimos en la era de la información en realidad vivimos la dictadura de Facebook y Google. Esas plataformas escogen los contenidos por nosotros a través del algoritmo.
OPINIÓN POLARIZADA
Durante mucho tiempo, el periodismo llamado convencional dependió de los contratos de publicidad que se obtenían por los entendimientos de los políticos con los dueños de los medios de comunicación. Hoy en las redes sociales se está dependiendo mucho del algoritmo, del clic, señala Julio Astillero.
Y para estar en sintonía con el que escucha, el emisor prefiere decirle lo que él quiere escuchar, no ser una voz discordante pues de lo contrario su audiencia deja de seguirlo. ¿Estamos, pues, entrando con las redes sociales en otra forma de distorsión del ejercicio informativo?
En efecto, las ganas de tener un rating muy alto la tienen por igual los grandes medios y los nuevos micro medios, coincide Buentello.
En las mañaneras vemos los dos polos. López Obrador libra una lucha encarnizada contra ciertos medios, pero no está criticando a los periodistas de a pie. Critica a los grandes empresarios mediáticos que están buscando generar esas audiencias. Pero por el otro lado están los amlovers que incondicionalmente apoyan a López Obrador. Y en medio de esos dos bandos está el verdadero ejercicio periodístico.
En el afán de ganar público muchos caen en la fake news y se unen a ese grupo de influenciadores que siguen a Felipe Calderón. Pero, en el otro polo, también pierde el periodismo porque entre más te acerques al poder menos periodístico es el ejercicio que haces.
SITUACIÓN PRECARIA
¿Ves a los medios convencionales mexicanos realmente afectados por esta irrupción de periodismo o información en las redes sociales o es un fenómeno pasajero y, a fin de cuentas, los medios tradicionales se van a mantener más o menos como están ahora?
“Hay una reestructuración importante porque los medios tradicionales no han sabido transitar a lo digital. Pero además en esta cuarta transformación ha habido un reacomodo –responde Buentello.
“Si bien López Obrador anunció que no iba a destinar muchos recursos a la publicidad oficial, y eso supondría un problema para muchos medios, los empresarios descubrieron que hay más dinero en la iniciativa privada que en el presupuesto y le han declarado una lucha abierta a este gobierno.
“Muchos periodistas han sufrido con esto. Desde 2017 se ha venido agravando la situación laboral. Se ha despedido a muchos periodistas (reporteros y editores) que no pudieron recuperar su trabajo y cuando lo consiguen es con sueldo menor. El promedio salarial de los periodistas en México, según una organización internacional, era alrededor de 6 mil pesos mensuales, que no alcanzan para vivir.
“Ante esta situación, los medios intentarán reacomodarse pero cada vez más dándole trabajo a una sola persona. Y solamente algunos sobrevivirán o están sobreviviendo de esa forma. Por otro lado, están los Periodistas de a Pie como ejemplo de colectivos que a lo largo y ancho del país han hecho estos círculos de periodismo colaborativo sumamente valioso. Hay un periodismo independiente muy interesante, pero la situación del periodismo y del periodista en estos momentos es muy precaria”.
FRENTE DE GUERRA
Se da una burbuja de información cuando tus redes sociales nada más te dan las noticias que quieres escuchar, y cuando la gente comparte cosas que tienen que ver contigo o con los temas que te gustan. ¿De qué manera afecta este fenómeno a nuestra percepción de la realidad?, preguntan los anfitriones finalmente.
“Nos estamos informando solamente con medios que son afines a nosotros y conversamos con gente que opina igual que nosotros. Pensamos que todo el mundo piensa exactamente como nosotros y, cuando alguien no lo hace, atacamos.
“El algoritmo es principalmente lo que rige nuestras vidas. Y el contenido es cada vez más selectivo, así como la publicidad. Es la big data, aunque la mayoría de la gente piensa esa cuestión como el riesgo de que vendan nuestros datos o clonen nuestra tarjeta de crédito. Y no, la huella digital implica que nos va registrando los likes, los comentarios y las visitas a páginas. No sólo registran lo que cliqueas o escribes sino lo que hablamos, cuando mencionas algo en una conversación de pronto te sale un anuncio relacionado.
“Todo está dirigido, personalizado. Y es uno de los factores que han contribuido a que se hagan estos dos polos: los de ultraderecha, los de FRENA, los de la oposición; y del otro lado los amlovers.
“Las redes sociales son un frente de guerra. Twitter es un campo de batalla. Pero muchos de los contendientes tienen perfiles falsos y el anonimato te impulsa a hacer cosas que normalmente no harías dando la cara”, señala Adriana Buentello.
Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com.