¿Cómo hacer periodismo en México?, pregunta Julio Hernández López ‘Astillero’ a su invitada Daniela Pastrana, editora del medio digital Pie de Página, autora de la columna Miralejos e integrante de la Red de Periodistas de a Pie.
Con todo lo que pasa en las redacciones, con las grillas propias del gremio y el egoísmo que enfrentamos en esta profesión, ¿cómo hacer un periodismo de verdadero servicio a la comunidad, crítico y auténtico?
Sobre todo en una sociedad tan complicada y cuando los pagos son tan bajos que propician la corrupción, ¿cómo ejercer un periodismo independiente y honesto?, inquiere el conductor un viernes de cubilete, 4 de diciembre de 2020, en el espacio digital de Astillero Informa (https://www.youtube.com/watch?v=Fvs_bxTxAG4).
“Pues no tenemos más opción que hacerlo –responde Pastrana–. La dinámica de internet y las redes sociales ha generado que la industria mediática ya no tenga el monopolio de la información.
“Los más grandes medios en el mundo se han tardado en entenderlo. Algunos pocos los han comprendido, pero la mayoría sigue en la lógica de concentrar la agenda y hacer negocios de este modo. Por eso está en crisis el modelo. Necesitamos un pacto social distinto con las audiencias.
“Si va a ser lector o seguidor de un medio, la gente espera encontrar ahí la respuesta que necesita. La audiencia quiere sentirse parte del medio. Y ya no va a permitir que, desde las alturas, los periodistas le digamos qué pensar.
“Es una lección que algunos aprenderán y otros no. Pero, al final, los medios que sobrevivan serán los que aprendan a ajustarse a esta nueva realidad.
“Aquí entran los medios emergentes, las nuevas opciones. Hay una gran variedad de medios posibles, pero para desarrollar uno, primero tenemos que saber para qué queremos ser periodistas.
“En el encuentro de periodistas de la FIL de Guadalajara este año, hablamos de eso: tienes que saber para qué quieres ser periodista y cuál es el valor que tú le das al periodismo; debes tener claro el objetivo final y trabajar para alcanzarlo.”
NO HAY UNA FÓRMULA
Para Daniela Pastrana, “no es un camino fácil porque hay mucha precariedad en el oficio. Y la hay en general, no nada más para los que estamos en medios independientes sino también para los que todavía están en medios tradicionales”.
“Basta ver las condiciones de trabajo de los periodistas que están ahora en Reforma, donde yo empecé a trabajar en 1994, o en cualquier otro medio. Nada que ver con las condiciones que nosotros teníamos. Los veo angustiados, sufriendo, sin días de descanso.
“Muy diferentes a las condiciones que yo tenía en La Jornada hace 20 años, cuando recibía doble pago si trabajaba los días de descanso o por los ‘enviados’
[las coberturas que implicaban un desplazamiento y viáticos]
. Esas condiciones no van va existir nunca más en esos medios. La precarización, entonces, no es exclusiva de los medios independientes.
“Tenemos que buscar formas de financiamiento que nos ayuden a hacer el periodismo que queremos hacer. En Pie de Página tenemos una apuesta muy clara por un periodismo con una mirada en derechos humanos, y por un periodismo que viva de las audiencias.
“Antes la gente compraba el periódico, pagaba cinco pesos por ejemplar. Pues que eso lo invierta ahora en tener acceso a un medio que le dé información y le ayude a tomar mejores decisiones en su vida. El periodismo tiene que volver a ser un servicio y a tener una relación de cercanía con su público.
“¿Cuál es la formula? No la tenemos, pero la estamos construyendo. No la tiene nadie en el mundo. La están construyendo elDiario.es, en España, o La Diaria en Uruguay. Pero no hay todavía una fórmula ni un modelo de periodismo para el siglo XXI.”
LA VIEJA ESCUELA
El modelo de vida pública que teníamos fue vencido con el arribo al poder de Andrés Manuel López Obrador y de una centro-izquierda, señala Julio Astillero.
Varias cosas se han modificado desde 2018, pero en términos de periodismo y de medios de comunicación esos cambios no han sido tan positivos.
Es de celebrarse que se reduzca la asignación de presupuestos a los medios por la vía de convenios publicitarios, pero no se ha podido cambiar de fondo la circunstancia económica en la que se desarrollan las empresas y emprendimientos periodísticos.
Tampoco las preferencias del público se han modificado. Seguimos viendo a Carlos Loret de Mola activo en los medios, convertido en un periodista que da exclusivas probablemente con un sentido político y una orientación definida. Todavía con fuerza, pese a todo lo que se ha dicho en su contra. Otros ejemplos son Joaquín López Dóriga, que ahí sigue aunque se pueda decir de él lo que sea, y Óscar Mario Beteta.
En cambio los medios críticos, independientes y honestos, no han recibido el impulso que necesitan para convertirse en una opción verdadera. Sigue prevaleciendo la vieja escuela de periodismo porque, lamentablemente, sus exponentes siguen teniendo audiencia, apunta Julio Astillero.
SERVICIO CUALQUIERA
Para Daniela Pastrana, lo que hacen los medios tradicionales que antes fueron oficialistas y ahora son críticos del poder político es “apostar a la polarización”.
“Yo decía de broma en el sexenio de Peña Nieto que AMLO debería pagarle una cuota a Ricardo Alemán, porque le ayudaba a tener una enorme audiencia. Un día y otro también hablaba en contra de López Obrador, durante seis años Andrés Manuel fue su único tema.
“Hoy ya no está Alemán, pero está Loret. Y su apuesta es decirle lo que quiere oír a la gente que rechaza a AMLO. Sin embargo, no es un camino ética ni estratégicamente correcto. ¿De qué van a vivir después que pase esto?, ¿de qué van a vivir cuando gobierne otro presidente, si ya no tienen ese elemento polarizante al cual apostarle?
“Si uno quiere crear una institución sólida, no es el camino. No sé si Loret o López Dóriga seguirán haciendo periodismo después de 2024, pero LatinUS no va a lograr por esa vía permanecer como medio. La polarización ayuda a canalizar todos los odios en contra de AMLO, pero ¿y luego?, cuando ya no ocupe Palacio Nacional, ¿qué institución periodística va a quedar ahí?
“Por el otro lado, hacer periodismo en medios digitales o en las redes sociales para defender a diestra y siniestra al presidente y la 4T parece rentable, pero ¿qué van a hacer cuando López Obrador ya no gobierne? ¡Se les va a acabar el espacio!
“Uno tiene que ver más allá si quieres jubilarte haciendo periodismo. Y lo que tenemos que hacer es recuperar a la gente, que el usuario entienda que esto es un servicio, como ir al médico o a terapia.
“Tener información de calidad es como pagar el teléfono: a nadie le parece raro pagarle a Carlos Slim 600 pesos mensuales por una línea fija o celular, pero sí gastar 60 pesos mensuales para tener información que le ayude a tomar decisiones importantes de su vida.
“Mi abuela tuvo 10 hijos y toda la vida estaba en la cocina, pero a las 11 de la mañana invariablemente se sentaba a leer el Excélcior, de principio a fin, ¡hasta las esquelas! Y leyó el periódico hasta el fin de sus días.
“Debemos recuperar ese valor que tiene el periodismo, y recuperar a la gente. Que el público decida, dentro de la oferta que tiene, a qué medio le quiere apostar para tener información que le sea útil, sabiendo que no lo están engañanando, no lo están saturando y no le abonan a que tome decisiones equivocadas”, sentencia Daniela Pastrana.
MEDIOS PÚBLICOS
¿Los medios públicos han recibido el impulso para construir un proyecto distinto de comunicación social en México?, pregunta Julio Astillero a su invitada.
“Impulso tienen, pero es precario. Y es una buena oportunidad para que los medios públicos sean ahora protagonistas. Aparentemente estaban las condiciones para que –con excepción de Notimex–esos medios públicos hicieran una diferencia, pero la pandemia detuvo el proceso.
“No sé si realmente hay interés, porque veo mucha precariedad. Y el periodismo, para hacerlo bien, implica justamente dinero. Ignoro si el impulso es suficiente, es difícil evaluar los resultados por la pandemia. Quizá se pudo haber hecho más con los medios públicos, pero hemos pasado la mitad del año encerrados y trabajando con Zoom.
“Confío en que se recuperen las condiciones para que los medios públicos asuman el papel central que deberían tener, como en todo el mundo. Al final, son nuestros impuestos y tenemos derecho a tener información de calidad”, sostiene Pastrana.
DANIELA LA EXPLORADORA
De no haber sido periodista, ¿qué habría sido Daniela Pastrana?
“Exploradora, marinera, cualquier profesión con la que hubiera dado rienda suelta a mi curiosiosidad. Desde la escuela, siempre he tenido más preguntas que respuestas. Yo quería ir a buscar ballenas y hacer reportajes como los de National Geographic.
“Por eso entré a Comunicación en la Ibero con especialidad en cine, porque pensaba que eso era más fácil de lo que es. Pero en México no hay mucha inversión para hacer reportajes de ciencia o de exploraciones a lugares desconocidos.”
¿Qué género le gusta más a Daniela Pastrana, la crónica o el reportaje?, ¿por qué no es opinadora?, le pregunta Julio Astillero.
“Es curioso que no me ubiquen como opinadora, cuando los dos premios que he ganado, el Nacional de Periodismo [en 2020] y el Gabriel García Márquez [en 2017], son por opinión.
“Lo que más me gusta es escribir, narrar, pero necesito mi tiempo. Me gusta la crónica, es lo que más disfruto pero requiere su tiempo. Son las épocas que a uno le tocan, ahora estoy en este asunto del video y es curioso porque no sé ni abrir un archivo de video, pero el premio Gabo [por el reportaje ‘Buscadores en un país de desaparecidos’] es por imagen en video.
“Estamos en la era de la exploración de formatos híbridos, tratando de encontrarle un nuevo lugar al periodismo tanto en las narrativas como en las herramientas. Pero lo que más me gustaría es hacer crónica, creo que es el género donde mejor hago las cosas.
“En audio me cuesta trabajo decir todo lo que pienso. Voy muy acelerada, la expresión oral no es mi forma natural de expresión. Pero la escrita sí: ahí fluyen más claras las ideas. Me dedicaría a escribir si no tuviera que estar en esta chamba de conseguir dinero, ir a conferencias, hacer edición y ser community manager del medio.”
COMMUNITY MANAGER
¿Qué le cansa más a Daniela Pastrana: reportear, editar o ser community manager?
“Todo lo que no sea reportear. Yo soy de a pie, de andar en la calle, de hablar con la gente, de irme a las caravanas. Todo eso es lo mío.
“Editar me gusta, pero implica sacar lo mejor de otro y despersonalizar un trabajo. A veces es padre, cuando son materiales muy buenos. Pero cuando no están tan buenos, me pregunto qué hago yo editando eso si podría estar puliendo algo mío y quedaría más bonito.
“La edición no es un oficio que esté muy desarrollado en México. El editor pule un diamante en bruto, sin quitarle la esencia de lo que quiere decir el reportero. Es un trabajo que no ha sido muy cultivado en México, pero yo tuve un buen maestro, Arturo Cano.
“Es tan buen editor que teníamos la mala costumbre de entregar tarde textos de 40 mil caracteres, para que él los arreglara. Hasta que un día me dejó una entrevista de 20 mil caracteres, en cinco mil. Entonces entendí que tenía que entregar mis cosas más terminadas, no tan a la ‘ya me cansé, ya tengo la información y ahí te va’.
El suplemento Masiosare de La Jornada, donde tuve como editor a Cano, fue una buena escuela. Y ahora tengo ya cierta habilidad para editar”, sostiene Pastrana.
Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com.