“¡Claudia, escucha, Colima está en tu lucha!” La primera porra a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México (CDMX) en la conmemoración adelantada del Día Internacional de la Mujer –el domingo 5, aunque la fecha oficial es el 8 de marzo– fue del contingente que acompañó a Indira Vizcaíno. De espalda, se reconoce a la delegada de Bienestar en el estado, Viridiana Valencia, y a la directora del DIF Estatal, Rosy Bayardo.
El evento organizado por la Secretaría de las Mujeres de la CDMX sirvió para relanzar la campaña de ‘la corcholata’ Claudia Sheinbaum. Era necesario después de la andanada de ataques mediáticos que buscaron exhibir a la gobernante capitalina como una política incapaz de resolver atentados como el que sufrió el periodista Ciro Gómez Leyva o los accidentes del Metro (que luego se supo fueron sabotajes del sindicato).
En la conmemoración de los cuatro años anteriores se terminó imponiendo en los medios la narrativa del bloque negro de feministas que (infiltradas o no) le reprochan al presidente López Obrador una supuesta indolencia frente a la violencia que viven las mujeres. Este 2023, año en que se decidirá el nombre de quien será la o el candidato de Morena a la presidencia de la República, las morenistas de los estados gobernados por mujeres de ese partido quisieron ganar el sentido común con una narrativa distinta. En este otro relato, el compromiso de Andrés Manuel con las feministas se revela en su intención de generar las condiciones para que Sheinbaum Pardo lo suceda.
EL PATRIARCADO CAERÁ
Lo dijo la gobernadora de Colima, en su turno al micrófono:
“A muchos les puede dar miedo que, entre tanta mujer talentosa, hoy esté entre nosotras la próxima presidenta de México. A mí no y a ustedes, estoy segura, tampoco, Al contrario, nos genera esperanza. Saber [eso] …me hace pensar en Aura de Comala, en mi hija Julieta, en la niña que fui o en la niña que fue Claudia y que, quizá, no imaginó estar donde está hoy, pero que… ya no lo sueña, sino que lo trabaja y lo tiene al alcance de sus talentos y su disciplina, su capacidad para sumar a más mujeres y hombres en pro de una causa justa, como es este proyecto”.
Para Indira Vizcaíno, la Cuarta Transformación (4T) será feminista o no será”. Y eso “implica la transformación de una sociedad patriarcal en otra empática y justa”. Cerró su participación entonando: “¡Va a caer, va a caer, el patriarcado va a caer!” Consigna que acabó reemplazando al coro de “¡Claudia, Claudia, Claudia!”, con el que acompañaban las morenistas de Colima cada mención de Sheinbaum que hacía la gobernadora.
MUJERES DE LA POLÍTICA
En la primera fila del presídium, cinco gobernadoras (faltó la de Tlaxcala) y la secretaria de las Mujeres de la CDMX, Ingrid Gómez. En la segunda hilera las senadoras Olga Sánchez Cordero y Delfina Gómez (otrora titulares de Gobernación y Educación Pública), la diputada federal Aleida Alavez y las secretarias del Trabajo, Economía, y Cultura, además de la consejera jurídica del Ejecutivo Federal, María Estela Ríos. No subieron a la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres, Nadine Gasman, ni a la secretaria general de Morena y senadora Citlalli Hernández.
Con la presencia de legisladoras federales y locales, presidentas municipales y regidoras, alcaldesas y concejalas de la CDMX, así como funcionarias de los gobiernos estatales encabezados por mujeres y de casi todos los estados donde gobierna Morena, se quiso mostrar cuánto pesan las mujeres de la 4T en “la vida pública de México”. Y de qué manera el gobierno de AMLO ha contribuido a “la reivindicación de nuestros derechos” y a la construcción de un México “sin feminicidios”, sin odio hacia las mujeres y sin discriminación de ningún tipo. “Cuando las mujeres transformadoras se juntan, no hay nada que nos detenga”, proclamó Sheinbaum.
SECRETARIAS DE ESTADO
Luisa María Alcalde explicó “los buenos resultados” en materia de Trabajo y Previsión Social: “máximos históricos” de mujeres en el mercado laboral; salarios mínimos que han posibilitado recuperar el 90 por ciento del poder adquisitivo y reducido la brecha salarial de las mujeres en 20 por ciento; un millón y medio de mujeres en Jóvenes Construyendo el Futuro. En este gobierno, no pocas son titulares de fiscalías y policías, donde combaten el flagelo de la violencia. Y hay protocolos de actuación contra el acoso en todos los centros de trabajo.
Para Raquel Buenrostro, de Economía, ninguna “hemos tenido un camino fácil” para llegar a tomar las decisiones en política pública. “Triunfante” ella misma de la lucha contra la discriminación de género, llamó a romper “los techos de cristal” desafiando “los roles de género”.
De Cultura, Alejandra Frausto agradeció que todas lucieran “con tanto orgullo su identidad”, llevando encima algo heredado de sus abuelas o madres y que van a legar a sus hijas, al igual que su lengua, sus costumbres y más de 500 años de tradición. Con AMLO, la cultura “está siendo un derecho de todas”, afirmó.
SIETE GOBERNADORAS
Para Lorena Cuéllar (en un mensaje videograbado), con nueve gobernadoras en funciones –siete de Morena– se ha consolidado en México “una democracia paritaria y equitativa”: los tres poderes en Tlaxcala están representados por mujeres.
Marina del Pilar Ávila (quien ‘nos enseñó que se puede hacer campaña embarazada’, dijo Sheinbaum) llamó a no permitir que les impongan estereotipos. Rindió homenaje a quienes el sistema patriarcal les arrebató su derecho a la réplica y fueron condenadas a la violencia. Y advirtió que “hemos tomado las riendas de la revolución pacífica de las conciencias”. En la 4T, las mujeres “amamantamos con la derecha y gobernamos con la izquierda».
‘La jaguara’ de Campeche, Layda Sansores, intercaló frases en maya para ir hilando metáforas sobre las mujeres de su tierra: “hijas del maíz” que han resistido vendavales y desafiado las agresiones misóginas. Habló de “nuestro presidente” como “un líder de otra dimensión humana”. Y recordó que, en el Senado, las mujeres ya son mayoría y “los hombres exigen [ahora] equidad de género”. De Sheinbaum, dijo: “la prudencia es tu cimiento, la verdad es tu alimento y la honestidad tu corona”. Y clamó: “Vamos por todo, ¡que gobiernen las mujeres!”
Indira Vizcaíno (‘la más joven de todas’ las gobernadoras), al ver a Claudia, “la líder que nos une hoy”, recordó momentos de la campaña en que niñas como Aura, con apenas seis años le dijo en Comala “cuánto le gustaba que yo fuera a ser la jefa de Colima porque eso significaba que ella podía ser lo que quisiera”. Por eso le emociona ver, en un mundo patriarcal y machista, “todo el talento, la fuerza y el poder [de las mujeres] reunido aquí”.
VESTIDO Y PANTALÓN
Evelyn Salgado –nominada luego que a su padre Félix Salgado Macedonio le quitaron la candidatura a la gubernatura, por un tecnicismo que consumó una campaña negra para acusarlo de violación y acoso sexual– trabaja para hacer de “ese Guerrero bronco y machista” un santuario para las mujeres. Prohibir el matrimonio forzado y las costumbres “que lastimen la dignidad de las niñas”, es una lucha que debe ser también contra el clasismo, el racismo y cualquier forma de dominación.
Mara Lezama (‘primera mujer en gobernar Quintana Roo’) dijo que el compromiso con la lucha contra la violencia de género pasa por ejercer “nuestros encargos con alto sentido de responsabilidad”. El modelo económico y social machista está agotado. Y la lucha es tanto por la autonomía económica de las mujeres como por el derecho a “decidir sobre nuestros cuerpos”. Hablando por todas, expuso: “Hoy vengo de vestido, pero tengo muchos pantalones”.
Como ministra de la Suprema Corte, Olga Sánchez Cordero vio pasar a cuatro presidentes sin que ninguno designara un gabinete paritario, algo que sí hizo AMLO. Para la senadora, “estamos en la ruta”, pero los conservadores retrógrados siguen frenando el avance: crece la persecución penal por aborto, quedan impunes ataques con ácido, son maltratadas el 14 por ciento de las mujeres adultas. Y recordó la frase que acuñó cuando el presidente la invitó al gabinete: “La 4T será de las mujeres y será feminista”.
YA CASI ES ABUELA
“Un poco sin voz, pero con muchas ganas”, Claudia Sheinbaum señaló que las seis gobernadoras y ella como jefa de Gobierno trabajan “muy unidas” con el resto de los 22 gobernadores de “nuestro movimiento”.
Este momento histórico es estelar no sólo porque se rompió el viejo régimen y se está construyendo uno nuevo, sino porque la 4T representa los anhelos y “los derechos de todas las mujeres”, aunque “con mentiras y calumnias” la derecha nos quiera convencer de lo contrario.
López Obrador, dijo, es el primer presidente que nombró a un gabinete paritario, ha nombrado más mujeres a la Corte y propuso a una gobernadora del Banco de México. “Ha defendido siempre la participación de las mujeres” y, gracias a eso, “aquí estamos todas luchando por los derechos de las mujeres”.
Dijo a las juventudes: “no es la triquiñuela, la corrupción ni el odio, el clasismo o el racismo, lo que nos convierte en mejores personas”. No es un asunto de tolerancia, sino de reconocer que “la profundización de las desigualdades llevará siempre a la violencia. La paz se construye ampliando derechos”.
Y explicó: no son privilegios, sino derechos a la educación, la salud y el acceso a la cultura y el arte; no porque una mujer rompe el techo de cristal, se logra el derecho humano a la igualdad sustantiva. Sin embargo, no hay marcha atrás, la transformación avanza por el camino de la democracia y las libertades. Y un regimen de fraternidad y bienestar comienza con la lucha por la igualdad de derechos.
Madre que en unos meses será abuela, les recordó a sus compañeras “el deber de abrir brecha para nuestras hijas y nietas” a un mundo más justo para todas. No será el odio, la mentira y la violencia, sino el amor, la inclusión y la lucha contra toda forma de discriminación lo que nos lleve a un mundo mejor. Para ello, “el reconocimiento de nuestra historia y de las históricamente olvidadas es fundamental”. Nunca más aquello de ‘calladita te ves más bonita’. “Aquí está la voz de las mujeres transformadoras y guerreras”, exclamó Sheinbaum.
APTAS PARA GOBERNAR
En su mayoría esas mujeres no renunciaron a la intención de lucir bellas, pero tampoco a mostrarse combativas. Con la promesa de reunirse de nuevo el 18 de marzo para refrendar su apoyo a AMLO en el aniversario de la expropiación petrolera, cerraron el evento entonando el himno nacional, algunas con el puño en alto y una pañoleta morada en la muñeca.
El miércoles 8, las morenistas enfrentarían en muchas ciudades el desafío de conciliar su llamado a la tolerancia con las corrientes más radicales del feminismo. Negadas a reconocer avances, esas ‘colectivas’ suelen expresar su rabia por la falta de logros institucionales para erradicar la discriminación y castigar las agresiones por razón de género, con protestas donde la iconoclasia se confunde con el vandalismo.
En los estados más conservadores, el reto para 2024 es disminuir los costos políticos y electorales de una polarización entre las mujeres que sólo piden romper el techo de cristal y aquellas otras que exigen pleno derecho a decidir sobre su cuerpo.
Y en entidades aparentemente liberales o progresistas, la apuesta es contra una clase política masculina que asume, sin confesarlo, que la paridad ya avanzó tanto que las acciones afirmativas suponen ahora dificultades para la participación de los hombres en la vida pública.
En todo el país, las mujeres de poder en Morena, muchas de las cuales llegaron a los cargos por efecto de una discriminación positiva (cuota de género y voluntad política), tienen un compromiso enorme con su líder Claudia Sheinbaum: demostrar que no sólo son capaces de llevar las políticas públicas de corte social o manejar las finanzas con disciplina y honestidad, sino también de afrontar con energía la grave problemática de violencia criminal, inseguridad e impunidad que sigue afectando al país.
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