La encuesta sobre las condiciones de trabajo de quienes se desempeñan en el sector mediático arrojó un resultado desalentador: “Comprobamos la situación de precariedad laboral” de la mayoría, resume la integrante de la Asamblea de Trabajadores de los Medios de Comunicación (ATQH), Fernanda Hernández.
Entrevistada por Témoris Grecko en el espacio de Astillero Informa del 25 de mayo de 2023, la periodista y activista gremial desglosa el contenido del informe sobre la situación laboral de los trabajadores de los medios de comunicación del país, presentado en Ciudad de México dos semanas atrás en la Casa Refugio Citlaltépetl.
Se trata de una encuesta levantada durante 2019 y, como “ya sabemos que durante la pandemia la situación laboral de muchos colegas periodistas se vio afectada”, es posible que los resultados sean todavía más preocupantes. Como sea, ofrece un panorama general de la situación de los periodistas en México.
En la metodología usaron los datos obtenidos del INEGI sobre los puestos de trabajo ocupados totales en áreas generales y específicas, así como la cuenta Satélite de la Cultura 2017 y 2018, para obtener un universo de estudio de 150,758 personas que trabajan dentro de los medios de comunicación.
La muestra al final fue de 385 personas trabajadoras y extrabajadoras de medios de comunicación de todo el país. Y si bien hay una sobrerrepresentación de trabajadores en la Ciudad de México, es porque existe una concentración de los medios de comunicación en la capital mexicana. Aun así “logramos tener testimonios de todos los estados de la república”, y se pudo realizar una encuesta con equidad de género.
CONDICIONES COMPLICADAS
De acuerdo con lo mostrado en el estudio demoscópico, la mayoría de los trabajadores de esta industria están envueltos en “condiciones complicadas” no sólo por las cuestiones de seguridad sino por la explotación laboral y los bajos salarios –insuficientes para tener calidad de vida–, lo que al fin y al cabo termina por repercutir en “la calidad de nuestro trabajo”, expresa Hernández.
La entrevistada dijo que, si bien un “80 por ciento” de las personas encuestadas afirmó tener un contrato, de los 385 entrevistados 53 dijeron cumplir hasta tres funciones más de lo que estipula el acuerdo legal referido, sin goce de sueldo extra. En otras palabras, triplican sus actividades profesionales sin la remuneración correspondiente.
Por ejemplo, Fernanda recuperó un testimonio de una persona que, originalmente, fue contratada como “auxiliar administrativo”, pero desarrolla tareas propias del reportaje. Y, como este caso, hay muchos que tienen que hacer labores de “reporteo, edición de texto y video” pero, también, conducen automóviles, gestionan redes sociales o llevan a cabo “transmisiones en vivo” sin que esto implique un mayor salario.
Establece Hernández que el “20 por ciento” trabaja los siete días de la semana, contraviniendo lo estipulado en la Ley Federal del Trabajo que garantiza un día de descanso.
La encuesta brinda más datos sobre la incertidumbre laboral en la que se encuentran los trabajadores de medios: el esquema de outsourcing está diseñado principalmente para simular relaciones laborales directas con los empleados, sin que en realidad haya una responsabilidad en materia de seguridad social; por ejemplo, el cambio de contrato “cada tres meses” con lo cual el trabajador no genera antigüedad y eso le dificulta acceder después a derechos como un crédito para vivienda o el fondo de retiro.
La subcontratación también permite que sus empleadores les paguen bajo el formato de “asimilados”, mediante el cual les reportan un sueldo menor del realmente percibido, para después compensarlo en un mecanismo paralelo que ocasiona que los empleados terminen pagando “más impuestos”, sin importar que estas prácticas constituyan “un fraude fiscal”.
Es común que los trabajadores terminen siendo contratados por más de una empresa, pese a trabajar solamente para una. Les hacen firmar contratos con dos o tres empresas al mismo tiempo, y muchas de ellas ni siquiera son del giro de medios de comunicación.
MENOS DEL MÍNIMO
En cuanto al monto de los salarios de los periodistas de base, “encontramos que muchos están ganando por debajo del sueldo mínimo para el periodista que es, aproximadamente, de cuatro mil quinientos pesos al mes. El 60 por ciento gana menos de quince mil pesos al mes; de hecho, el 22 por ciento gana entre tres mil ochenta pesos y siete mil pesos al mes. Y un 10 por ciento está ganando por debajo del salario mínimo profesional que, de por sí, ya es bastante bajo para el estándar de vida de México. Sólo uno por ciento de los trabajadores de los medios de comunicación reporta ganar más de 50 mil pesos mensuales: es la élite de los medios de comunicación, pero incluso al interior de esa casta hay enormes desigualdades.
Grecko observa otra característica común, sobre todo en los estados: el multichambismo, es decir, que un periodista o reportero trabaje para varios medios de comunicación al mismo tiempo.
Para Fernanda, “esa situación termina poniendo a los periodistas muchas veces en vulnerabilidad justo y, justo, tiene que ver con que los sueldos son bajos pese a que implican sobrecargas de trabajo”.
Muchos periodistas reportan trabajar freelance que, descrito como un modelo de negocio, es en la práctica un esquema si no de contratación sí de relación laboral que, presuntamente, permite a los trabajadores tener más tiempo y disponibilidad para gestionar sus tiempos. Sin embargo, terminan muchas veces trabajando jornadas de ocho o doce horas diarias, no obstante que se supone que lo hacen para tener más tiempo libre y poder trabajar en proyectos que les gusta.
En el ejercicio liberal de la profesión (trabajando por su cuenta) el periodista termina también cayendo en un modelo de explotación laboral: sin prestaciones sociales y sin tener una relación patronal directa con los medios de comunicación.
TENEMOS QUE HABLAR:
La Asamblea de Trabajadores de Medios y la Comunicación contra la Precarización Laboral, conocida también como Asamblea TQH (#TenemosQueHablar), se define como una organización “en defensa de nuestros derechos laborales” donde “caminamos hacia la construcción de un sindicato de gremio para dignificar nuestro trabajo”.
Y, como recuerda Grecko, en diferentes foros ATQH ha puesto el énfasis en las condiciones en que trabajan las mujeres en medios de comunicación. En esta materia, ¿qué arrojó la encuesta?
Nada menos que hay acoso sexual y laboral, responde Fernanda. Las mujeres periodistas “realizan las mismas labores” que sus colegas hombres, pero por sueldos más bajos. Si el 19 por ciento de las personas estudiadas ganan entre tres mil ochocientos pesos y siete mil pesos, al analizar únicamente a las mujeres ese porcentaje sube hasta 28 por ciento, mientras que si tomas sólo a los varones el porcentaje baja a 15 puntos.
Eso se refleja en los distintos rangos salariales, pero ya en los rangos de sueldo más altos (por ejemplo, entre 10 mil y 15 mil pesos) el porcentaje de mujeres que dicen ganar eso es de 14 por ciento; en cambio, el porcentaje de hombres sube a 24 puntos. Hay un grave problema de desigualdad y brecha salarial de género, según los datos que arrojó la encuesta.
En cuanto al acoso sexual y laboral, “las mujeres somos las principales víctimas”. En el estudio que la Asamblea llevó a cabo se reportaron “110 testimonios sobre violencia de género”, más de un tercio de la muestra, provenientes de medios de comunicación de “Morelos, Guanajuato, Querétaro y Ciudad de México”, detalla Hernández.
Un dato más, “el 53.8 por ciento” de las personas que contestaron la encuesta reportó haber padecido “violencia sexual, física o verbal”, aunado a ataques por sus “creencias políticas” o “su orientación sexual”, y hacia “su trabajo” sin que hubiera fundamento alguno de por medio. Once mujeres reportaron haber sufrido gritos, insultos o acoso verbal.
Por ejemplo, “una compañera de Ciudad de México” relataba que su jefe le hacía comentarios denigrantes en términos de ‘no sirves para nada’, ‘tus compañeros tienen más capacidad que tú’ o ‘las mujeres no sirven para el periodismo’.
SINDICALISMO DESEADO
En cuanto a cómo se procesan esas denuncias de acoso sexual, es decir, si los medios de comunicación tienen mecanismos para lograr que las denuncias lleguen a algún lado o produzcan algún resultado, la respuesta es no. Lamentablemente muchas de estas personas pensaron en renunciar a sus empleos en lugar de buscar algún tipo de conciliación, debido a la ausencia de protocolos para atender estas problemáticas.
Ante este panorama, Fernanda hace un llamado para conformar un “sindicato independiente de periodistas, que –si bien ya existe un sindicato de redactores– represente y defienda los derechos” de todas y todos “los trabajadores de los medios de comunicación”, esto es, también de “diseñadores, camarógrafos y personal administrativo”, entre otros.
El rostro más visible de esta violencia laboral somos los periodistas (reporteros, redactores, editores, etcétera), mas también es cierto que en toda la cadena hay violencia y en todos los medios ha habido también violaciones a los derechos laborales, apunta Hernández.
“Entonces, creemos que la mejor manera de hacerlo es luchar en conjunto y que esa manera es tener un sindicato”. De acuerdo con Fernanda, la única manera de sobreponerse a todas estas adversidades es “organizarnos para luchar”.
Cfr. https://www.youtube.com/watch?v=NRcmS7fXIwA; https://julioastillero.com/confirmamos-la-precariedad-de-los-trabajadores-de-los-medios-de-comunicacion-fernanda-hernandez-redaccion-astillero-informa/.
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