El viernes 27 de septiembre se transmitió la última mañanera en su formato de preguntas y respuestas. Andrés Manuel López Obrador aclaró que para el lunes 30, último día de su gobierno, la conferencia matutina en Palacio Nacional se cambiaría por ‘un fiestón’[1].
Prometió música, ‘bailongo’, ‘tamaliza’ y hasta la rifa del reloj, regalo de un amigo, que el mandatario llevó en la muñeca y el cual parece muy costoso pero, en realidad, es una réplica de no más de dos mil pesos de uno de los modelos de la marca de lujo IWC que se vende en más de 120 mil pesos.
La música y el baile estuvieron a cargo de Mono Blanco, grupo de son huasteco que vimos en el templete del Zócalo como teloneros del último informe de López Obrador.
La conferencia empezó con una animación en 3D de Marie Tabares que recreó algunos momentos de la trayectoria del Peje: de la marcha desde Tabasco a la movilización contra el desafuero y el fraude electoral de 2006, pasando por la toma de posesión en 2018 y, finalmente, su retiro en Palenque.
Escuchamos la nueva letra de La Paloma con Eugenia León y la colaboración de Beatriz Gutiérrez Müller, que termina con la consigna: “Es un orgullo y es un honor / haber luchado con Obrador”[2].
Y no faltó el revire a los ataques periodísticos. Si Carlos Loret de Mola dijo que, en el entorno de la finca La Chingada, se construyó en este sexenio un hospital del ISSSTE, un cuartel, una estación del Tren Maya y hasta un campus del IPN, AMLO dijo que se trata de obras públicas de beneficio colectivo. Tan cuestionables, señaló, como que el domicilio del director de LatinUs sobre la calle Carlos Salinas de Gortari, haya ganado plusvalía con la transformación del Bosque de Chapultepec en el parque urbano más grande del mundo.
GRAN CIERRE DEL SEXENIO
En su último mensaje a los periodistas, López Obrador dijo: “me voy muy satisfecho por el cariño de muchos mexicanos”; de que “les dimos preferencia a los más necesitados”; contento de entregar la banda presidencial “a una mujer excepcional”, que le ha dado a él un trato respetuoso en lugar de “negarme o empezar con indirectas a cuestionar lo que hemos conseguido, para diferenciarse”.
Luego, mostró decenas de gráficos con los resultados que obtuvo durante su gobierno al aplicar un modelo económico distinto al “trillado” neoliberalismo: 400 mil nuevos empleos por año; alza al salario mínimo y caída del desempleo; estabilidad del peso que, por primera vez en décadas, no se devaluó; récord en remeses de los migrantes; altos niveles de recaudación impositiva y de inversión extranjera; crecimiento del 4.5 % del PIB y un aumento de la deuda de sólo 4.9 %. Su logro más importante: la reducción de la pobreza, que pasó del 41.9 % al 36.3 %[3].
“Ya una vez que terminemos la fiesta”, adelantó Andrés Manuel, “desayunamos. Y les invitó, luego, al corredor para develar el retrato oficial. Después, López Obrador continuaría sin prensa con su agenda oficial, que incluía una comida con algunos de los presidentes que vinieron a la toma de posesión de Sheinbaum.
Para acabar de irritar a quienes sostienen que los medios de comunicación deben ser no sólo un contrapoder, sino una especie depredadora del gobierno, en el desayuno, los casi 150 reporteros que se dieron cita en esta última mañanera pasaron por turnos a tomarse la foto con el presidente.
Muchos considerarán servil esta actitud, pero se explica porque varios de ellos son periodistas que militan en la causa de la 4T, exponentes de un nuevo tipo de prensa: el periodismo ciudadano en redes sociales que no tiene reparos en romper con la proverbial objetividad informativa.
SEGUIRÁ LA CONFERENCIA
El ‘diálogo circular’ con la prensa –iniciado por AMLO durante su gestión como jefe de Gobierno– se prolongará en la nueva administración: “Se van a tener que levantar temprano”, anunció el 12 de agosto la entonces presidenta electa, a los reporteros. “Ya tomé la decisión de, a las 6 de la mañana, el gabinete de Seguridad, y, a las 7:00, la mañanera”, que será en Palacio Nacional.
La decisión se basó en una encuesta para saber si a los ciudadanos les gustaría que Sheinbaum diera conferencias como las de AMLO. Y un 45.1 por ciento de los entrevistados dijeron que preferían ese horario de 07:00 a 09:00 horas, cita Milenio[4].
“Sé que nuestros adversarios van a decir, que es lo mismo, pero organiza mucho el día, iniciar muy temprano, tener el informe [a los medios, de lunes a viernes] y después dedicarse a tener las reuniones para los avances de los diferentes proyectos” y también para salir los fines de semana con los gobernadores a “revisar las acciones”, aseguró Claudia.
SE GOBIERNA EN LA MAÑANERA
En su nota para El País del 17 de julio[5], la reportera Carmen Morán Breña consignó que Sheinbaum decidió semanas antes continuar “la conferencia matutina que el actual mandatario dedica cada día a exponer asuntos de Gobierno y atender las preguntas de la prensa”.
López Obrador “recomendó a su sucesora, a mediados de junio, que mantuviera estos encuentros con la opinión pública porque considera que es la forma de impedir que el país se derechice y para que los ciudadanos sigan ‘avispados’. ‘Si no, la autoridad se debilita”.
En ese momento, Claudia justificó su decisión de ofrecer “información diaria” en un espacio donde “los periodistas podrán preguntar”, con una de esas “asambleas ciudadanas previas a la campaña electoral”. En Campeche, la todavía candidata “preguntó a los congregados si querían dar continuidad a las Mañaneras y todos levantaron la mano para asentir. ‘Lo decidió el pueblo’, aseveró entonces Sheinbaum”.
Lo interesante de esta nota de El País es que refleja la manera en que vieron las conferencias esa prensa tradicional y emprendimientos periodísticos en plataformas digitales que no forman parte de lo que el presidente llamó ‘las benditas redes sociales’, refiriéndose a aquellas cuentas personales y medios emergentes que retomaban la perspectiva de la 4T.
Con las mañaneras, dice El País, AMLO marcó la agenda “como nadie”. Puso sobre la mesa los temas a seguir en las conversaciones públicas, expresando opiniones y reproches. Mostrando los ‘otros datos’ sobre violencia, salud, educación o las obras de su mandato.
“No hay periódico o televisión” que no recogiera “cada mañana lo dicho por el presidente de la República”. En esa “privilegiada plataforma”, AMLO no sólo transmitió sus políticas sino que hizo política al “comentar la marcha de su movimiento y criticar a sus adversarios”.
“YO TENGO OTROS DATOS”
Luz María Garay Cruz, experta en Comunicación de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, dijo a Morán que, por lo que ocurrió en sus conferencias como presidente electa, las mañaneras de Sheinbaum serán más cortas.
“El estilo es totalmente distinto, más estructurado, más claro y ordenado”. No se va “a otros temas”, no se dispersa, no divaga ni da lecciones de historia, “y eso ya es una diferencia”.
Garay consideró “un acierto que sean diarias”. En el mundo actual estamos expuestos a las noticias falsas, y la desinformación “se puede acrecentar más aún con la inteligencia artificial”. La mañanera permite un “acercamiento a la ciudadanía en tiempo real y sin intermediarios, aunque esté frente a la prensa”.
Retransmitidas por los medios públicos, “hay gente que no las escucha o las detesta”, pero también “quien se levanta para verlas enteras. Y eso permite al ciudadano informarse directamente y sacar sus conclusiones”, ayudando a formar un sentido crítico.
Como jefa de Gobierno, Claudia protagonizó “numerosas conferencias de prensa, en su modo sobrio y comedido”. Ya como mandataria nacional, “es poco probable que se arranque a leer poesía o que se eche algún cantecito”, se mofa Garay.
“Pero nunca se sabe”. La presidenta electa fue “dosificando información que podría haber dado de una vez”, por ejemplo al presentar cada jueves a los integrantes de su futuro gabinete, o al “desgranar algunas de las primeras medidas que tomará en su gobierno”.
Los reporteros siempre han tenido “ocasión de preguntar y Sheinbaum no ha eludido las respuestas, incluso las referidas a los asuntos más controvertidos del momento, como la reforma judicial”.
Sin duda, “tendrá que enfrentar preguntas malintencionadas”, pero suele responder claramente diciendo que, al respecto de ese planteamiento, no hablará. En definitiva, “tiene un manejo mediático más claro. No olvida lo que le preguntan”, señala Garay.
EN DEFENSA PROPIA
El País reconoce que, desde Francisco I. Madero, ningún presidente “ha recibido tantos embates por parte de la prensa”. López Obrador acusó “todo el sexenio el desigual reparto ideológico que, a su parecer, caracteriza a los medios de comunicación en México”. Pero si bien se ha sentido atacado por todos los frentes, él no se quedó corto al “denunciar a los medios y a los periodistas con sus nombres y apellidos”.
Varias veces rechazó los señalamientos empresariales y gremiales en el sentido que, sus reclamos a la prensa, constituían una ‘estigmatización’ de los informadores que pudo haberse traducido en un mayor número de reporteros asesinados.
Frente a los reproches porque “sus declaraciones echaban más leña al fuego del odio”, López Obrador siempre defendió que las mañaneras “eran la única forma de contrarrestar el poder de los medios de comunicación, casi todos en su contra”, evoca el periódico español.
AMLO no inventó este puente directo con la ciudadanía mediante la emisión de sus discursos, aunque sí lo hizo diario y con la intervención de los medios de comunicación. Eso sí, se destacó por no dar una respuesta ajustada a las preguntas de los reporteros: a veces se despachaba “con una suerte de circunloquios que descarrilan la interlocución”. Pero los reporteros también supieron poner en aprietos “a un presidente que sabe defenderse”, resume Carmen Morán.
Y retoma Garay Cruz: “Entra la lógica del discurso populista”, pero también, en el buen sentido, AMLO trató “al público como interlocutor directo y eso ha generado que al núcleo duro de sus votantes le importen sus intervenciones diarias”. De hecho, el presidente le sacó rédito electoral a las mañaneras, “incluso más allá de la ley, sostiene la oposición”.
Visto el funcionamiento de la política comunicacional de AMLO, ¿Sheinbaum mantendrá esa misma relación con los medios o seguirá su propia línea?
¿Romperá Claudia con “el discurso de víctima de la prensa que ha ejercido el presidente” saliente?, una postura por lo demás razonable “por cómo ha sido tratado por algunos medios”.
Para la investigadora de la UNAM, por lo que se ve la nueva presidenta “ha optado por mantener el hilo directo con la ciudadanía”.
Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com
[1] Versión estenográfica. Conferencia de prensa del presidente Andrés Manuel López Obrador del 27 de septiembre de 2024. Presidencia de la República. https://www.gob.mx/presidencia/articulos/version-estenografica-conferencia-de-prensa-del-presidente-andres-manuel-lopez-obrador-del-27-de-septiembre-de-2024?idiom=es
[2] La canción que hizo llorar a AMLO, LA PALOMA con Eugenia León y Beatriz Gutiérrez Muller. SDP Noticias, 30 de septiembre de 2024. https://www.youtube.com/watch?v=3U1ZeUycLDs
[3] ‘»Me voy muy satisfecho»: López Obrador se despide de sus míticas «mañaneras» en el Palacio Nacional’. RT en Español, 30 de septiembre de 2024. https://actualidad.rt.com/actualidad/524817-lopez-obrador-ofrece-ultimo-mensaje-presidente
[4] ‘¡Sigue La Mañanera! Sheinbaum confirma que dará conferencia diaria a las 7:00 am’. Nota de Miriam Ramírez. Milenio, 12 de agosto de 2024. https://www.milenio.com/politica/claudia-sheinbaum-dara-conferencia-diaria-mananera-hora
[5] ‘Sheinbaum también tendrá sus Mañaneras: los encuentros con la prensa serán emitidos cada día’. Nota de Carmen Morán Breña. El País, 17 de julio de 2024. https://elpais.com/mexico/2024-07-18/sheinbaum-tambien-tendra-sus-mananeras-los-encuentros-con-la-prensa-seran-emitidos-cada-dia.html