El Cuarto Informe de la gobernadora Indira Vizcaíno se dio por primera vez ante la legislatura que corresponde a su segundo trienio, conformado por bancadas de oposición que (al igual que en sus primeros tres años) mostraron poco brío al cuestionar los resultados que presentó la titular del Poder Ejecutivo Estatal.
Obviaremos los posicionamientos de Nueva Alianza, Partido Verde, Partido del Trabajo, y por supuesto, Morena, porque hicieron lo que les tocaba: respaldar a este gobierno que implementa políticas acordes a la Cuarta Transformación desde que en 2021 logró la ansiada alternancia en Colima.
El panista Beto Partida fue el primer representante de oposición que subió a tribuna a posicionarse. Nos regaló frases para el olvido, o para el librillo de lo que nunca debe decir un político: “regalar dinero no tiene ciencia”, o definir a los programas sociales como “dádivas clientelares que son indignantes”, antes de reclamar por las malas finanzas del IPECOL – que también fueron una herencia maldita del anterior gobierno prianista-. La respuesta de la gobernadora, que en cuatro años ha destinado 1 mil 200 millones de pesos en ColiBecas, a pesar de la grave crisis financiera en la que recibió la administración, desmontó este ataque. Recordó a los panistas que no es fácil dar apoyos sociales; lo primero que tuvo que hacer, contó Indira, fue estabilizar las finanzas de un barco que estaba endeudadísimo.
Tras haber evidenciado la insensibilidad de la bancada azul en el Congreso, Indira recordó que la administración prianista capitalina actual (de Riult Rivera) debe 81 mdp al IPECOL en su primer año de gobierno.
La priista Betzaida Pinzón subió a tribuna a contradecirse; les cuento, en primera instancia cuestionó que se reportaran bajas en la incidencia delictiva de algunos rubros llamativos como las cifras del homicidio doloso. “¿Por qué no se perciben los resultados?”, cuestionó, como si no fuera el pan de todos los días de la oposición negar la veracidad de los datos en los avances de recuperación de la paz. Más adelante, pidió que se reinstalara la figura del Vocero de Seguridad, dejando la duda de si respaldarían lo que se pudiera dar a conocer en una de estas ruedas de prensa, o solo desean la reinstalación de la vocería de seguridad para nuevas embestidas.
Movimiento Ciudadano en Colima, fiel a su falta de agenda política estatal derivó en que su diputada pluri, Cristina Lupién, centrara sus reproches en el tema de seguridad y en los asuntos de Movilidad y transporte público. Ya entrada en detalles, la gobernadora le precisó que 2023 ha sido el año más violento de su administración, explicándole que el año 2025 ha tenido una disminución de homicidios, que pudieran convertirlo en el año de menos violencia en los últimos 10 años. Lo anterior, incluyendo el periodo de la administración peraltista de la que se desprende el grupo político que conforma ahora el “Movimiento Ciudadano” colimote.
Vizcaíno Silva también se sinceró y reconoció los pendientes que en materia de Movilidad hay en la entidad, comprometiéndose a tomar las decisiones que le ayuden a resolver el rezago que existe en esta materia, yéndose con la muleta a terminar la faena…
Que se suma a un año de más de toreo a una oposición de poco brío, en la que la estocada fue autoinfligida debido a sus débiles argumentos.