BARCOS Y BARCAZAS

Ricardo Balderas, periodista de investigación que suele publicar sus trabajos en Poder, México Leaks y Aristegui Noticias, hace una doble división entre el periodismo y los nuevos medios de comunicación:
“Una primera es estructural, es decir, muestra cómo existen por separado dichos entes: el periodismo y los nuevos medios. La otra es más teórica, explica cómo existe el periodismo no sólo en los medios o en los nuevos medios, cualquier cosa que eso signifique, sino en general en las nuevas construcciones de información, las nuevas masificaciones mediáticas.”
Balderas fue uno de los ponentes en la mesa ‘Periodismo en los nuevos medios’ que se realizó en el marco de la Feria del Libro del Zócalo, como parte de la programación del foro Francisco Haghenbeck el domingo 17 de octubre de 2021 (https://www.youtube.com/watch?v=fiH29rHJbjo). Participaron también Alberto Nájar y su compañero en el noticiero Momentum de Rompeviento TV, Ernesto Ledesma, además de la periodista argentina Paula Mónaco.
“El periodismo en nuevos medios ocurre, por lo menos en México, tras la llegada del internet hace 30 años. Y la imagen que mejor dibuja esto es la de los medios como grandes barcos que buscaban, principalmente y en la parte teórica, la democratización de la información, es decir, promover el libre acceso de la información, hasta que estos grandes barcos se fueron hundiendo poco a poco.
“En ese contexto, la digitalización de la información nos permitió tener pequeñas balsas que pudieron rescatar a un grupo de periodistas que, tras la persecución que ocurre dentro de estos grandes barcos, se cansaron de recibir órdenes de directores de medios de comunicación con intereses corporativistas o, directamente, desde los mecanismos del poder político o cualquier poder hegemónico.
“Esas pequeñas balsas se tuvieron que construir a partir de la precariedad. No romanticemos a los nuevos medios, aparte de que no son otra cosa más que medios digitales, son una consecuencia, no la causa. Los nuevos medios no aparecen para buscar la libertad de expresión, no aparecen buscando nuevas narrativas o pretendiendo construir nuevos discursos. Aparecen tras el desasosiego de los medios de comunicación tradicionales o corporativistas.
“Por la parte más teórica, coincido plenamente con quienes sostienen que el periodismo sigue siendo el mismo, independientemente del lenguaje que utilicemos para promover nuestra información, nuestros reportajes. Al final, siempre estará la marca personal. Y los periodistas somos los mismos, independientemente de la cabecera que nos publique, sea Aristegui, Proceso o Televisa.
“Por lo demás, discrepo de quienes relacionan la situación general de los medios de comunicación con el afán de solidificar la política pública de comunicación en el actual gobierno. Las mañaneras suelen ser un acto de bravuconería”, sentencia Balderas. Y explica por qué:
“La mañanera parece más una escuela donde hay un niño abusón, que pisotea a compañeritos que están en evidente situación de vulnerabilidad. Andrés Manuel se enfrenta al periodista raso, a este empleado obrero de la comunicación que gana ocho mil pesos.
“Sin embargo, en la práctica o en los datos Televisa y TV Azteca siguen siendo los corporativos que más fondos públicos reciben por la vía de la publicidad oficial, al tiempo que siguen ganando licitaciones de las líneas de telecomunicaciones y mantienen centralizado el sistema televisivo del país y casi todo el sistema radiofónico.”
 
SIN SEGURIDAD SOCIAL

Para Balderas, especialista en libertad de expresión que ha publicado en Proceso y Newsweek en español y ahora escribe para Polemón, lo que ocurrió con la reducción presupuestal, al pasar de 11 mil millones a dos mil millones de gasto en publicidad oficial, es loable. “Pero mientras celebramos la austeridad republicana, siguen matando periodistas, sigue produciéndose información falsa y siguen las grandes cadenas mediáticas replicando únicamente la versión oficial”.
“En un ejercicio catártico, si las versiones oficiales son tarea de las áreas de comunicación social, nuestro trabajo es verificar que la información sea cierta. Y por eso es tan importante ir a campo: nuestro trabajo como periodistas se consolida a través de la presentación de nuestras propias hipótesis de la realidad. A veces podremos comprobar nuestra hipótesis, a veces no, pero es esencial hacer este balance para entender lo que está ocurriendo.
“El colega Ignacio Alvarado hace un símil entre los asesinatos de periodistas y los recortes presupuestales masivos: en ambos, la consigna es matar al mensajero. Esta austeridad no tiene mayor relación con la eficiencia más que la reducción del gasto, y termina vulnerando los derechos de los periodistas.
“Estamos pasando por el proceso más alarmante en la historia laboral del gremio, y nadie habla de esto: despidos masivos y pérdida de prestaciones de seguridad social. Existe una gran cantidad de periodistas que no se van a poder jubilar, y estoy hablando en primera persona. Como colaborador de los medios de comunicación, ya no tengo seguridad social: atención médica, Infonavit ni fondo de retiro.
“Muchas empresas prefieren el formato outsourcing, pero lo han modificado en México de una manera muy extraña: te compran textos, pero esas empresas jamás se harán responsables de su obligación patronal en la seguridad social de sus trabajadores.
“Por otro lado, el mismo Alvarado menciona que, hasta ahora, ni un solo director o magnate de los medios de comunicación se ha pronunciado por los periodistas que les matan. Eso sí, tenemos marchas, denuncias y quejas, pero la estructura del Estado dejó en total abandono a los colegas periodistas. En ese sentido, los nuevos medios de comunicación son una consecuencia de esta crisis”, cierra su participación Ricardo Balderas.
 
DIGITAL E INDEPENDIENTE

¿Qué son los nuevos medios?, se pregunta a su vez Paula Mónaco.
“Parto de pensar que ese concepto ‘nuevos medios’ ya es viejo. Pero es interesante plantearnos cómo debe ser esa otra forma de periodismo que no es la del medio como empresa comercial ni la del duopolio televisivo, donde sólo somos trabajadores sin derecho a chistar ni decir nada.
“No sé si nuevos medios son los electrónicos, los independientes o, simplemente, los que no se financian con publicidad oficial sino de otra manera: con aporte de sus lectores o donativos de fundaciones.
“Lo interesante es pensarlos como desafíos o pendientes. Por ejemplo, pensando en este amplio espectro de nuevos medios, encuentro en América Latina en general y en México en particular, un mar de medios y de historias tan maravillosas pero a la vez tan abundantes que, personalmente, no me da la vida para leer todo.
“De repente Ricardo publica una historia bien interesante con datos, porque él es muy datero, sobre temas de seguridad y no la alcanzo a leer. Intento ver el noticiero Momentum que hacen Ernesto y Alberto, pero no siempre puedo. Pie de Página cubre el área de inmigración y publica textos increíbles, una cantidad de contenidos maravillosos pero inabarcable. Esta abundancia de contenidos muchas veces nos ahoga. Nos falta encontrar maneras de digerir todo lo que se produce.
“Otro punto: los medios o nuevos medios (si es que existen) son un territorio más libre e independiente de todo. Pero también es verdad que no siempre nacemos tan románticamente. Si bien trabajamos o colaboramos con medios independientes donde mantenemos una agenda abierta, esa estructura organizacional no da todavía para que tengamos seguridad social.
“La mayoría de los periodistas independientes no tenemos IMSS ni vamos a tener jubilación. Si nos enfermamos, nos ayudamos entre todos; y si muere alguien o lo matan, pagamos entre todos el funeral”, comenta la ganadora del Premio Nacional de Periodismo 2019, en la categoría de crónica, quien ha publicado lo mismo en The New York Times, Gatopardo y La Jornada, que fue corresponsal de teleSUR y El Telégrafo.
“Tenemos más libertad, pero todavía no hemos logrado avanzar para que los nuevos medios sean las empresas que quisiéramos. Nos hemos resignado a esa precariedad tal vez en aras de mantener la libertad editorial, que no es un beneficio menor, pero son sacrificios muy pesados, sobre todo a la larga”.
 
ISLAS INCONEXAS

Para Paula Mónaco Felipe, “los nuevos medios (si es que existen) son como archipiélagos de islas inconexas. No hay puentes entre nosotros: competimos por las audiencias y competimos por los fondos”.
“Cuando es el momento de presentar proyectos de financiamiento a fundaciones, cada quien con sus perfiles, todos respetables, en realidad estamos compitiendo entre todos por lo mismo.
“También competimos cuando salimos con una nota o una investigación en la que trabajamos meses, y tenemos la mala suerte de que, justo en esos días, sale otro tema y nuestro esfuerzo naufraga porque nadie lo ve.
“En ese sentido, quiero contar una experiencia que me tiene ilusionada. Soy parte de una iniciativa, entre medio, red y usina de contenidos, llamado Bocado, una red latinoamericana de periodismo en torno de sistemas alimenticios y temas medioambientales.
“Tenemos cerca de un año y medio de existencia y hemos tratado, por un lado, de conseguir dinero para financiar las investigaciones que nos gustan, y, por otro, de hacerlo en distintos países. En general, elegimos un tema a la vez y lo trabajamos desde cinco países, con cinco colegas reporteando en el territorio, haciendo investigaciones y reportajes.
“Al comienzo, esa era la idea, el esfuerzo. Pero a medida que fueron pasando los meses, nos dimos cuenta que lo más importante es lograr que que la información llegue, que alguien más lea esos contenidos. Y ese trabajo no es tan sencillo. Acabamos creando una red para que, cada vez que se publique uno de esos textos, llegue como contenido gratuito a los colegas de otros medios y que los publiquen.
“Es un modelo donde no somos los únicos, lo están haciendo muchos medios independientes de América Latina. Y nos fortalece porque tejemos redes para llegar a más personas. Por ejemplo, esta semana publicamos un especial de infancias y yo hice un reportaje en Guatemala sobre cómo las bebidas azucaradas, los refrescos y la comida ultraprocesada, en particular del grupo PepsiCo y Frito-Lay, están arrasando con una tradición culinaria en el país donde nació el maíz.
“En síntesis, el trabajo que nos falta hacer a los medios independientes es no competir sino entrelazarnos y tejer redes. El reportaje ‘Maíz por chatarra’ se publicó en un medio de Guatemala, pero también está en Pie de Página, en Zona Docs, ‘periodismo de resistencia’, y en Julio Astillero, de México; en eldiario.ar de Argentina y en eldiario.es junto a otro medio en España; en 070, un medio universitario de Colombia, y en un portal de Haití”, enlista Mónaco.
 
AMPLIAR LA AGENDA

Autora del libro Ayotzinapa, horas eternas (con tres tiradas, Ediciones B, Eduvim y Brigada para Leer en Libertad) y coautora de Palabras como golpes, como balas. Crónicas infrarrealistas (Rayuela, 2019), Let’s talk about your wall (The News Press, 2020) y Ya no somos las mismas y aquí sigue la guerra (Grijalbo, 2020), Paula Mónaco sostiene:
“Entre los pendientes de los nuevos medios o, mejor dicho, los nuevos medios independientes, figura ampliar la agenda. No tenemos una agenda privada como la de Televisa y TV Azteca, que son grandes corporativos dependientes de la publicidad o del financiamiento empresarial, político o gubernamental.
“Nuestra agenda ya es abierta, pero nos falta ampliarla a muchos otros temas más. Debemos tener como precepto ir al campo siempre, no perder de vista a la sociedad e ir a lo que hasta ahora no ha sido considerado noticia”, advierte la investigadora, quien ha colaborado con la producción de varios documentales basadas en las crónicas que ha escrito y en el informe de Artículo 19, en 2020, sobre el derecho a la verdad, la violencia contra la prensa y las afectaciones que han sufrido las comunidades de periodistas y los colegas.
“Ahí es donde el sentido del concepto ‘nuevos medios’ podría tener algo más de anclaje. Medio, en un sentido tradicional, es eso que surgió hace ya un par de siglos para reportar lo que pasa. Pero hoy que todo el mundo se entera de lo que pasa en el tiempo real, ¿qué hacemos los medios?
“Sobre eso que pasa, tenemos que empezar a promover la reflexión, el análisis, nuevos puntos de vista y lecturas. Porque la gente ya está informada: no le voy a contar lo que dijeron hoy en la mañanera, en el periódico de mañana.
“El desafío también está en reconfigurar qué es una noticia. Nos falta seguir ampliando la agenda: hablar de lo que se ha callado, silenciado, de lo que ya naturalizamos (como que desaparezcan a 13 o a 15 personas por día en nuestro país), de lo que oprime, de esas historias que parecen chiquitas pero en realidad tiene otras realidades detrás que engloban mucho más.
“El desafío de los nuevos medios, si es que hay un nuevos medios, es reconfigurar qué es la noticia”. Y aprovechando que estaban ahí varios periodistas, Paula Mónaco cerró su participación preguntándole al público: “¿de qué tenemos que hablar?, ¿qué debemos informar, reproducir, voltear a ver o documentar?”

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