CARTA DE NEGOCIACIÓN

En el bonus web que se extiende más allá de lo que dura el programa en TV UNAM, se trató otro tema en la conversación de los moneros Hernández, Helguera y Rapé con Carmen Aristegui, madrina de la segunda temporada de El Chamuco TV (https://tv.unam.mx/portfolio-item/el-chamuco-tv-temporada-2-programa-1/): la censura.

Durante dos sexenios, el presidente en turno la agarró contra Aristegui. Calderón presionó para que la despidieran de MVS después de que en el noticiero Carmen editorializara sobre el supuesto alcoholismo de Felipe. Y Peña Nieto logró que la corrieran molesto por las revelaciones de un conflicto intereses entre el Presidente, la Primera Dama y la Constructora HIGA que le vendió a precio de ganga la Casa Blanca al matrimonio Peña-Rivera.

“Es más grave lo de Peña para efectos de la consecuencia: sacarnos del aire. Calderón me sacó del aire pero regresé pronto porque la circunstancia era diferente. Los mismos empresarios de la radio, en circunstancias distintas jugaron diferente el mismo balón: la banda 2.5 Ghz.

“Al final, con Peña, los Vargas lograron casualmente una vez que salimos de ahí lo que no habían logrado en el sexenio de Calderón y medio con Peña: la explotación de esa banda de la mejor manera posible.

“Es cierto, les quitaron un cacho de la banda, les cobraron una contraprestación pero, al final, les dejaron de lo perdido lo que aparezca… que era mucho, Y concluyeron su historia en ese negocio vendiéndole a Carlos Slim el derecho a usar la banda de 2.5 Ghz. No sabemos el monto con el que se benefició el Grupo MVS, pero quedó claro que hubo una ganancia muy importante al final”, resumió Aristegui.

EL DERECHO A SABER

“En cambio, cuando ocurre lo que ocurre en el sexenio de Calderón mi salida del aire no fue definitiva. Todo comenzó con un comentario editorial, una pregunta porque yo no afirmé que Calderón fuera tal o cual cosa (borracho)”, expuso Carmen.

“La noticia era de todo mundo porque la manta de Gerardo Fernández Noroña en San Lázaro fue brutal: ‘¿Dejarías tú a un borracho conducir tu coche? Por qué entonces lo dejas manejar al país’.

“Fue noticia en todos lados porque se hizo un follón en el Congreso, se canceló la sesión. Y yo sólo agregué a lo que todo mundo tenía como nota, una consideración editorial que sigo creyendo firmemente.

“No lo hice en tono de chiste ni haciendo escarnio de nadie, simplemente dije: estos legisladores que nos puede gustar o no la manera en que expusieron un tema, plantearon una cuestión importante y la sociedad tiene derecho a saber si es cierto.

“En cualquier democracia, la salud de los gobernantes, sobre todo si son presidentes, es un tema de interés público. A Obama le revisaban hasta las muelas, que si fuma o no. Dilma Rousseff estaba en el circuito de la postulación y el debate en Brasil consistía en si era elegible o no porque tuvo ciertos problemas de cáncer y la gente quería saber si los había superado o no. Si va a ser presidente Dilma, queremos saber si está en condiciones, dijeron los brasileños.

“Yo dije: el alcoholismo es un problema de salud. Es muy serio y hay que verlo con respeto. Si el presidente de México tiene o no problemas de alcoholismo, tenemos derecho a saberlo. La reacción fue furibunda y ya la historia se conoce, salí y regresé a MVS”.

LA DISPUTA POR LA 2.5

Conviene recordar qué fue esa disputa por la banda 2.5 gigahertz (Ghz) que estuvo usufructuando durante años la empresa de comunicaciones MVS, hasta que el Estado decidió retirársela.

En la revista Expansión, Leonardo Peralta –con la ayuda de Erasmo Rojas, director general de 4G Américas, una empresa de telecomunicaciones móviles– hizo un recuento muy interesante del conflicto.

El artículo ‘La banda de 2.5 gigahertz, ¿qué significa y por qué se la disputan?’ (https://expansion.mx/tecnologia/2012/09/01/la-banda-de-25-gigahertz-que-significa-y-por-que-se-la-disputan), nos ayuda a entender tres años y medio después lo que se jugaron los Vargas con el despido de Aristegui.

Explica Erasmo Rojas que, entre las formas de energía electromagnética del Universo, en el extremo opuesto al la luz visible se encuentran las formas de onda usadas para transmitir por vía aérea radio, televisión y datos. Estas frecuencias conforman el espectro radioeléctrico.

El espectro abarca desde frecuencias extremadamente bajas, de aproximadamente tres hertz por segundo, donde hertz significa una repetición (también llamada oscilación o ciclo), hasta las de mayor frecuencia, como los rayos gamma, superiores a los 10 trillones de ciclos por segundo (10 exahertz por segundo).

Ahora es el Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel), pero en el tiempo del conflicto de SCT con MVS era la propia Secretaría de Comunicaciones y Transportes, a través de una Comisión (Cofetel), la que otorgaba las concesiones a los particulares que querían aprovechar bandas del espectro.

En el Cuadro Nacional de Atribución de Frecuencias (CNAF) se señalaban los usos que tendría cada sección del espectro radioeléctrico. Es decir, se rebanaba (como se sigue haciendo en el Ifetel) el espectro radioeléctrico dependiendo de sus respectivos usos y propiedades físicas.

Por ejemplo, la radio en frecuencia modulada tiene asignada la banda que va de los 88.1 megahertz hasta los 108.1 megahertz. Y lo mismo para televisión abierta, telefonía celular, transmisión inalámbrica de datos así como radioastronomía, posicionamiento global, navegación aérea, investigación científica y otros usos no comerciales.

Entre los 2,500 hasta los 2,690 megahertz el CNAF creó una banda conocida en la industria como la banda de los 2.5 gigahertz (Ghz, para abreviar) y que en 1991 fue destinada para servicios de televisión y audio restringido. MVS la obtuvo para explotar un servicio de televisión de paga en Súper Ultra Alta Frecuencia (SUHF), que luego sustituiría por tecnología de televisión satelital directa al hogar (DBS) con una franquicia de Dish.

MÁS COMPETENCIA

En 1999 la Comisión Federal de Competencia recomendó a la Cofetel que se abriera el uso de esa banda a todos los servicios que la tecnología permitiera (por ejemplo, datos y telefonía), por lo que sucesivos acuerdos publicados por la SCT en el Diario Oficial entre 2003 y 2006 permitieron que los concesionarios existentes pudieran ampliar el propósito de su concesión para prestar “servicios fijos de transmisión bidirecciónal de datos”.

La Cofetel estableció en 2008 que no todos los protocolos de telecomunicación serían aceptados en esta banda. Dio preferencia a los que cumplieran con los requerimientos llamados International Mobile Telecommunications-Advanced (IMT-Advanced), usados por los sistemas de transmisión de datos WiMax (Worldwide Interoperability for Microwave Access) y LTE (Long Term Evolution) y que se conoce comercialmente como 4G.

Durante las administraciones panistas, nada más MVS presentó 60 solicitudes de prórroga. De ellas 11 fueron denegadas por la SCT en febrero de 2010, entre las que se encontraban las concesiones que MVS tenía en algunos de los mercados más importantes del país.

En el resto de las concesiones de MVS, el proceso de prórroga se empantanó. Al no haber plazos máximos para el análisis, este proceso se mantuvo hasta el 2 de marzo de este año cuando la SCT anunció en un comunicado que comenzaría el proceso de revocación de las concesiones cuya vigencia había llegado a su fin.

El 8 de agosto de 2012, SCT anunció su decisión de “negar la prórroga de todas las concesiones vencidas en la banda de 2.5 GHz e iniciar el procedimiento de rescate de todas las concesiones vigentes en la misma banda”.

MVS se opuso judicialmente a los planes del gobierno para recobrar el control sobre todas las concesiones otorgadas y organizar una licitación de esta banda para nuevos operadores de telecomunicaciones usando tecnologías como WiMax y LTE. En medio de ese litigio se daría el acuerdo con el gobierno de Peña Nieto, y la carta de negociación fue Carmen Aristegui.

Gran parte de la banda 2.5 Ghz se destina ahora a redes 4G que, a diferencia de las redes móviles anteriores, tienen velocidades de conexión que rivalizan con las de las conexiones fijas. En teoría, se pueden obtener velocidades de descarga de alrededor de 100 megabits por segundo (Mbps), pero en la realidad el promedio es de 12 Mbps.

Otra de las ventajas para El Estado fue la posibilidad de agregar nuevos competidores en telecomunicaciones. Con rebanadas en la banda de 40 Mhz de ancho, hubo espacio holgado para hasta tres operadores.

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