El periódico The New York Times cerró su edición en español por no ser rentable. De acuerdo al grupo que editaba el diario estadounidense en nuestro idioma, las operaciones autónomas en Ciudad de México no le generaron “los retornos suficientes para ser un negocio rentable”.
No obstante que desde que se lanzó en febrero de 2016, los periodistas y colaboradores que integraban la redacción en español publicaron más de 900 artículos de opinión y otros cientos de textos informativos, en adelante la pestaña en español en el sitio nytimes.com se limitará a traducir algunas de sus noticias.
En un post del 17 de septiembre (https://www.nytimes.com/es/2019/09/17/espanol/america-latina/nytimes-en-espanol-historias.html), el equipo editorial de The New York Times en Español “se despide de su público con una selección de algunas historias y artículos que nos enorgullece haber publicado”.
Entre las historias favoritas del año en curso figuran un reportaje sobre los desafíos del castellano y otro sobre el desastre ecológico que supone la crisis del sargazo en México, el artículo de Jorge Ramos diciendo que ‘El presidente no es el jefe de los periodistas’, uno de Enrique Krauze, ‘Mis décadas con Fidel Castro’, o ‘Cuba sí, yanquis no’ de Sergio Ramírez.
ESTÁNDAR DE REPORTERÍA
Antes de presentar la selección de textos de Opinión que hablará en el futuro por el trabajo que realizaron, la redacción de Ciudad de México aclara que “aunque se trata de una decisión basada en consideraciones comerciales” y “nos entristece profundamente, estamos orgullosos de haber producido, editado y publicado en tan poco tiempo una de las mejores páginas del periodismo en español”.
Desde su lanzamiento, NYT en Español “publicó entre cuarenta y cincuenta traducciones por semana, además de los artículos de opinión y reportajes producidos originalmente en nuestro idioma. Incluso cuando seleccionar, traducir y editar artículos siempre ocupó una gran parte de nuestro trabajo, el corazón de nuestra misión fue no solo traducir textos a otro idioma, sino llevar a nuestros lectores una tradición periodística reconocida por su precisión, su imparcialidad y su calidad, un símbolo de periodismo independiente y sin ataduras al poder”.
NYT en Español consiguió “una audiencia que se cuenta por millones, tanto en usuarios únicos como páginas vistas, y conseguimos niveles de lealtad significativos y envidiables en la industria informativa”. El newsletter de El Times tiene más de 300 mil suscriptores. “Nos convertimos en el sitio de encuentro de algunas de las voces más autorizadas y valoradas de la región. Hemos sido pioneros en un modo de hacer y publicar piezas de opinión y hemos llevado el estándar de reportería del Times a Latinoamérica”.
Al despedirse de sus lectores, de la red de colaboradores y de los colegas en la organización, “a quienes admiramos y cuyo trabajo ha sido un honor traducir y adaptar”, la redacción en español insiste en que “todo lo que hemos logrado hasta ahora ha sido posible gracias al apoyo explícito de la empresa y de nuestros compañeros de redacción en todo el mundo. Estamos convencidos de que, en estos tiempos, no solo existe la necesidad de un periodismo independiente y de excelencia en español sino que todos los días se crean amplias oportunidades para los proyectos que cuenten las historias de América Latina y el mundo con rigor periodístico, matices variados y los diversos acentos del español”.
¿EL ESPAÑOL NO ES NEGOCIO?
Según la nota de Sandro Pozzi, corresponsal de El País en Nueva York (https://elpais.com/sociedad/2019/09/18/actualidad/1568796504_874126.html), el propio diario consideró la edición en español como un “experimento” con el que buscaba llegar a una audiencia de lectores “más internacional”, yendo más allá del inglés.
La plataforma “produjo alrededor de 10 artículos de alta calidad por día, originales o traducidos del New York Times en inglés”. Pero lo cierto es que el negocio “no demostró ser financieramente exitoso”. Con todo, aseguran que suspender la edición en español no afectará a la cobertura de América Latina, “que seguirá siendo sólida” a través de sus corresponsales. El Times cuenta con oficinas en Medellín (Colombia), Ciudad de México y Río de Janeiro (Brasil).
Los redactores de la edición española, como Paulina Chavira, acudieron a las redes sociales para lamentar la decisión “corporativa” de la dirección en Nueva York. “Fue un proyecto al que le pusimos todo el corazón”, afirma, “sigo creyendo que escribir en español es un buen negocio”.
En la nota a los lectores, “nos dicen desde Nueva York que habrá ocasionalmente artículos en español en su portal”, señala Chavira, “pero no sabemos quiénes –o que tecnología- harán las traducciones”.
PERIODISMO RENTABLE
Como consigna la Red Ética de la Fundación Gabo (https://fundaciongabo.org/es/etica-periodistica/debate/como-interpretar-el-cierre-de-new-york-times-en-espanol), periodistas hispanos del mundo entero lamentaron la noticia.
El venezolano Elías López, primer editor del proyecto del Times en Español y actualmente editor de opinión de The Washington Post, escribió un extenso hilo en Twitter donde explica desde su punto de vista por qué los resultados financieros no acompañaron el buen periodismo que se hizo durante estos años.
El colombiano Pedro Vaca escribió en la misma red social: “La cosa será tan simple como trágica. O los medios mejoran la calidad de su trabajo y en contraprestación las audiencias contribuyen a su sostenimiento, o no habrá ni quién cuente el desastre autoritario que asoma a la vuelta de la esquina”.
Hernán Restrepo publicó que: “Las razones de cierre del @nytimeses se parecen mucho a las de @NoticiasUno. Hacer que el #periodismo de calidad sea rentable es una cosa berracamente difícil.”
Mientras que José Luis Peñarredonda fue severamente crítico del lector y los anunciantes: “Tengo que hacer una pregunta triste: ¿han visto a alguien que no sea periodista lamentar el cierre de @nytimeses?”
FORMAR SUSCRIPTORES
“¿Cómo interpretar el cierre de The New York Times en Español?”, se pregunta la Red Ética. “¿Por qué es tan difícil hacer que los lectores latinoamericanos se conviertan en suscriptores de un medio? ¿Qué lecciones es posible aprender del periodismo que nos dejó The New York Times en Español? ¿Qué falló en el modelo de negocio?”
Seguidores de la cuenta @Etica participaron en un tuitdebate, usando la etiqueta #ÉticaEnRed para responder a estas y otras preguntas. “Los mejores trinos producidos durante la hora del debate fueron recopilados” en uno de sus momentos de Twitter:
Para Javier Borda, “que el NYT en español no pueda ser exitoso financieramente no significa que los demás medios aquí [en Colombia] tengan el mismo destino”.
Rocío Lloret Céspedes opina que: “Es una lección para el lector latinoamericano. De a poco se debe entender que para tener acceso a periodismo de calidad, es necesario pagar; de otra manera, no sólo se tendrá que lamentar este anuncio, sino el de otros medios que apuestan por ello también”.
Para Julián Pérez Porto: “Siempre que cierra un medio de comunicación es una mala noticia para el periodismo. Por otra parte no sólo se pierden fuentes de trabajo, sino también voces (puntos de vista, perspectivas), con lo cual el daño alcanza a la sociedad en su conjunto”.
Víctor Eliseo nos recuerda que: “Es una decisión basada en criterios meramente comerciales. El periodismo atraviesa por una crisis de rentabilidad económica difícil en Latinoamérica y los dueños de medios de comunicación no se arriesgan a sostener algo que no genera ganancias o atrae pérdidas”.
¿QUÉ FALLÓ EN EL PROYECTO?
Y a la pregunta específica de qué opinan los lectores de los contenidos originales en español que llegó a publicar el Times, hay respuestas diversas:
Desde los que opinan que era un proyecto “excluyente” y que no todo lo que se publica en inglés está “bien hecho”, hasta los que piensan que se generaron “grandes contenidos”, sobre todo de “temas que en otros medios son tocados superficialmente, o sin la misma vocación de largo aliento que un reportaje del periódico sí tiene”.
Están también los que aprecian enfoques “diversos, hasta cierto punto plurales, aunque pudieron ir más allá con investigaciones y coberturas más profundas, con plumas destacadas y unas pocas… que se dieron a conocer” (“Tal vez el proyecto pudiera haber cuajado mejor” si hubieran abierto “más el abanico de colaboradores”, agregan los críticos). Y no faltan lectores que celebran textos de “escritores tan reconocidos” como Juan Villoro.
Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com.