Tlatelolco LAB –explica Julián Atilano, uno de los investigadores de este Laboratorio Digital para la Democracia de la UNAM– hizo un estudio de caso sobre la lucha por ganar la narrativa sobre la causa feminista que se dio en las redes socio-digitales el Día Internacional de la Mujer.
Como parte del Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad (PUEDJS) –cuyo director es John Ackerman–, “somos sensibles a lo que pasa día a día”, especialmente en las redes creadas por las plataformas tecnológicas. Cualquier proceso democrático, acción colectiva o movilización social nos interesa. Y lo que encontremos, queremos comunicarlo a las audiencias”.
En entrevista con Luis Guillermo Hernández, dentro del noticiero Radar de Rompeviento TV que se transmitió el 10 de marzo de 2021 (https://www.youtube.com/watch?v=psCRNy2OabU), Atilano adelanta que el estudio de caso sobre el 8 de marzo (8M) se publicará en el micrositio de Tlatelolco LAB (https://puedjs.unam.mx/tlatelolcolab/).
En ese portal pueden consultarse otros tres reportes de investigación:
– ‘Narrativas en disputa y mecanismos de desinformación en el ecosistema mediático durante los procesos electorales de 2012 y 2018’ (que se completa con un estudio de coyuntura sobre la etiqueta ‘#AMLOmanía, redes solidarias dentro y fuera de las plataformas digitales’);
– ‘La Reforma Energética y las disputas ante el gasolinazo: actores, narrativas y contranarrativas en las calles, medios y redes’, y
– ‘Los usos políticos de la pandemia. Narrativas y desinformación en México’.
El cuarto caso, entonces, es este que se enfoca a la disputa de narrativas por el control y apropiación del sentido en torno a los hechos ocurridos el 8M.
SALGADO Y LAS VALLAS
Para Julián Atilano, estamos viendo una guerra de tuitazos que se extiende a los medios tradicionales de comunicación. Sociólogo por la Universidad de Guadalajara, maestro en Ciencias Sociales por la Flacso y doctor en Ciencia Social por El Colegio de México, el investigador señala que hasta los partidos políticos están participando en esta guerra mediatico-digital, la cual no se libra únicamente en Twitter sino en las distintas plataformas: Facebook, YouTube, WhatsApp e incluso Instagram.
Lo que intenta el laboratorio es “mostrar lo que está sucediendo”. Y, en ese sentido, Tlatelolco LAB analizó “cuatro grandes temas que observamos a través de nuestras metodologías y están presentes en la discusión pública”:
1) Las demandas de las feministas alrededor del 8M;
2) El caso Félix Salgado Macedonio;
3) Las vallas, especialmente las que se pusieron alrededor de Palacio Nacional; y,
4) Las marchas, vistas con énfasis en la violencia, el aspecto que más recuperaron los medios.
PRESIDENTE CON MIEDO
El experto ve en el asunto de las vallas un claro ejemplo de cómo se utilizan las plataformas y otros medios digitales, para tratar de incidir en la conversación a favor de ciertos grupos políticos.
La noticia se documentó en los medios con la imagen del gobierno de Ciudad de México cercando monumentos artísticos e históricos, con vallas metálicas. Sin embargo, cuando esa información llegó al espacio digital, concretamente a Twitter, se editorializó poniendo sobre la mesa una idea: ‘El presidente tiene miedo’.
“Así se empezó a levantar”. Se supone que esta plataforma digital muestra una lista de las tendencias (hashtags) que más se están moviendo, es decir, de los asuntos de los que más se está hablando. Pero “a veces describen las tendencias con un criterio discrecional”.
Sobre el 8M, los directivos de Twitter describieron la tendencia haciendo referencia a una nota de El País, diario español que sabido es tiene intereses en contra del gobierno de México, que reforzaba la idea de un presidente con miedo ante la furia de las feministas.
En otras plataformas, sin embargo, “las narrativas eran muy diferentes”, otros los temas a discusión. Por ejemplo, “en el laboratorio hemos analizado que YouTube es un espacio más cercano a la población, donde no son los twitstars quienes fijan la agenda, sino la audiencia. Y en el centro del debate está lo que dicen las personas”.
En los videos de YouTube sobre el tema, por el contrario, la mayoría de las personas estaban a favor de las vallas como mecanismo de contención frente a una posible movilización violenta, subraya este investigador especializado en interacción virtual, cuyas líneas de trabajo científico apuntan a comportamiento electoral, acción colectiva y opinión pública.
MULTICAPA
Lo que se vive en el espacio digital es parte de un ecosistema comunicacional multicapa, donde las plataformas se vinculan con el espacio mediático (diarios, radio, televisión) y con el entorno físico (la calle, la vida cotidiana), explica Atilano.
En ese ecosistema hay actores individuales y colectivos detrás de cada narrativa. Dichos actores tienen intereses, utilizan mecanismos distintos para contar sus historias y han construido un relato donde se identifican, generalmente, en relación a sus antagonistas.
“La constante disputa por las narrativas, por el control del sentido común, está asociada totalmente a la política mexicana. Y en el contexto actual, estamos en un momento de reconfiguración política: hay cambios importantes en la vida pública mexicana, con fuerzas políticas que están mermándose a sí mismas cada día, mientras otras se recuperan gracias a que tienen un mayor respaldo social. Son aquellas fuerzas que sufren merma, las que muchas veces impulsan narrativas articuladas y sostenidas por noticias falsas. Esto mina la democracia mexicana.”
En Tlatelolco LAB documentan cuáles son esas disputas y, sobre todo, le dan voz a las personas que históricamente no han sido escuchadas. Por eso, el enfoque metodológico es además de multicapa, multiplataforma: es decir, da cuenta de otras plataformas además de la muy politizada Twitter, porque también en YouTube o Facebook hay gente “reclamando, hablando de asuntos interesantes y dando testimonio de su vida diaria”.
MULTIPLATAFORMA
De los cuatro temas en torno al 8M que el laboratorio analizó, el asunto del candidato de Morena a la gubernatura de Guerrero, Félix Salgado Macedonio, venía de tiempo atrás –reconoce Atilano–, pero se incorporó con mayor impulso a la discusión pública en el marco del debate sobre la violencia durante las protestas feministas.
“En Twitter, particularmente, el tema estuvo muy presente porque algunas diputadas y senadoras del partido Movimiento de Regeneración Nacional impulsaron, el Día Internacional de la Mujer, un video que se viralizó. El tema estuvo muy presente también en YouTube y llegó a Facebook.
“Más allá de la capa digital, en las capas mediática y física el asunto se materializó con las manifestaciones callejeras en contra de esa candidatura. Sólo hubo una expresión a favor, el resto fueron en contra de Salgado Macedonio.”
También en los medios hubo una editorialización en contra del político guerrerense. Hay acusaciones en su contra, que están siendo impulsadas tanto en los distintos medios de comunicación como en las diferentes plataformas.
Metodológicamente, los investigadores se acercaron al fenómeno a partir de la ciencia de datos. Esto es, del análisis de grandes cantidades de datos: tuits, publicaciones en Facebook o respuestas en YouTube. “Todo eso lo juntamos y hacemos aproximaciones a través de la etnografía digital: el análisis de la participación de la gente”, resume Atilano.
AUTOMATIZACIÓN
“Hay un elemento siempre presente, principalmente en Twitter, que se ha venido sofisticando: lo que comúnmente conocemos como automatización, o bots de una manera más detallada”, abunda el experto.
“Otros llaman cyborgs a estas cuentas automatizadas porque, evidentemente, tienen un comportamiento robótico. Es decir, no humano, aunque en algun momento haya una persona detrás haciendo la programación o la vinculación con otras cuentas. Lo que hacen estos robots es inflar tendencias.
“Dichos mecanismos de automatización no son propios de algún grupo político o de ciertos intereses. Los usan todos, pero en algunos temas coyunturales es notable el interés particular que tienen aquellos grupos que se están minando a sí mismos. Son esos grupos los que impulsan estas cuentas automatizadas. Por ejemplo, la tendencia que adquirió la idea de un presidente que tiene miedo, fue impulsada por ese tipo de cuentas.
“Lo único que hacen los bots es enrarecer la conversación, al crear imaginarios o percepciones que no son las que están pasando. Por eso, pareciera que en Twitter todos están pensando lo mismo, hasta que vemos en YouTube o Facebook una realidad distinta.
“En Twitter, la visión de las vallas como un acto de represión fue la narrativa presente. En cambio, en YouTube, esa visión estuvo más cargada a la idea de un mecanismo para evitar la confrontación y que las mujeres policías quedaran en la primera línea, con el riesgo de ser agredidas. Por su parte, la percepción que se vio en Facebook fue que las demandas de las mujeres son legítimas, históricas y actuales, con una mirada centrada en la organización y, sobre todo, en los actos de violencia que se vivieron.
“Lo que descubrimos es que esta confrontación entre las feministas y la autoridad no se vivió en todos los estados. Debido a la centralización, los medios corporativos mostraron principalmente los hechos violentos ocurridos en Ciudad de México. Pero en varias entidades de la república los actos fueron festivos, de mucha alegría y participación”, observa Atilano.
METODOLOGÍA
La metodología de trabajo en Tlatelolco LAB es multicapa y multiplataforma. Multicapa porque analiza tres entornos: físico, mediático y digital. Y multiplataforma porque no se queda solamente con el análisis de Twitter. Así lo expone el micrositio:
“Nuestro enfoque metodológico es multicapa y multiplataforma. Reconocemos que los fenómenos en torno a la cultura política, la democracia y los medios ocurren en un complejo entramado que articula lo que hemos llamado capa física, capa mediática y capa digital.
“Capa física, se refiere a la dimensión offline de los fenómenos estudiados. Para analizar esta capa hacemos: entrevistas, observaciones etnográficas, grupos de discusión.
“Capa mediática, se refiere al conjunto de medios que dan cuenta del fenómeno estudiado. Recurrimos a técnicas como: análisis del discurso periodístico, análisis de imagen, análisis de contenido.
“Capa digital hace referencia a las distintas plataformas sociodigitales en las que se manifiesta el fenómeno estudiado. Esta capa es múltiple, pues la información, la opinión pública, así como los mecanismos de desinformación y otros fenómenos, se producen, circulan y se consumen en diversas plataformas, por ejemplo, Twitter, YouTube, Facebook, WhatsApp. Para su análisis recurrimos a la extracción, análisis y visualización de datos, así como a la etnografía digital.”
ENFOQUES
Eso en cuanto a la técnica, abunda Julián Atilano. Ahora bien, “los lentes y andamiajes con los que nos acercamos e interpretamos la realidad” derivan de tres enfoques analíticos:
– Dar cuenta de la polarización que existe en el espacio mediático;
– Otra línea de acción es la disputa de narrativas;
– Y la tercera, que se va fortaleciendo dialécticamente (es decir, una forma supera a otra y la siguiente supera a la primera), es la economía política de los medios.
“Más allá de la discusión sobre la disputa de narrativas o la polarización, queremos conocer cuáles son los intereses que movilizan a Twitter y a Facebook, pero también qué es lo que está detrás del conglomerado de medios que articula el cerco informativo; cuáles son los grandes intereses nacionales y globales que impulsan determinados temas y participaciones en la discusión política. Porque si obviamos lo que está detrás, tendremos una mirada parcial de la realidad.”
Con estos dos enfoques, tecnico-metodológico y analítico, Tlatelolco LAB hace una aproximación desde la visión académica a los fenómenos socio-digitales: es una perspectiva de fenómenos como la desinformación, que va de las ciencias sociales a la ciencia de datos.
DESINFORMACIÓN
“Ciertamente, hay grupos políticos que están buscando desinformar. Un grupo político sostiene su influencia a partir de la articulación social que tenga en sus bases. Y en la medida que impulsen mecanismos de desinformación, mediante fake news, consiguen convencer a más personas de que ese grupo político tiene razón en lo que dice. Ya sea que el país va mal o que el país va bien.
“Por el lado de la audiencia, hay algo que se llama sesgo de confirmación. Cuando alguien cree algo, verdadero o falso como, por ejemplo, que existen los ovnis, si en Twitter encuentra a un político que lanza una noticia falsa respecto a la aparición de naves extraterrestres, tan sólo por tener esa creencia automáticamente le dará la razón al declarante.
“Se cumple el sesgo de confirmación cuando las personas reafirman lo que creen. Sin embargo, la realidad va más allá y, desde las ciencias sociales (antropología, sociología, comunicación, humanidades) y la ciencia de datos, queremos desenmascarar estas mentiras y mostrar la realidad como es.
“Si bien ninguna categoría analítica permite abarcar completamente la realidad, la metodología científica nos deja acercarnos mucho más y dar cuenta de lo que está pasando en la realidad. Somos un grupo interdisciplinario, sólo así podemos ir más allá de la mirada común.
“Ni queremos quedarnos con interpretaciones parciales, ni podemos generalizar lo que se está diciendo en lo digital. Debemos dar un paso más allá, mostrar el detalle, la capa fina. Y siendo un laboratorio de la Universidad Nacional Autónoma de México, nuestra aproximación no está vinculada a intereses privados sino al interés público. Nos debemos a la gente”, concluye Julián Atilano.