+ El reconocido investigador dictó conferencia en la UdeC.
Después de haberse inaugurado el IV Encuentro Nacional de Literatura, Historia y Cultura que organizan la Facultad de Letras y Comunicación y el Seminario de Cultura Mexicana Corresponsalía Colima, este jueves Patrick Johansson impartió la conferencia “Las literaturas indígenas y el bilingüismo”, en la Facultad de Letras y Comunicación de la Universidad de Colima.
El ponente, quien lleva más de veinte años impartiendo el Seminario de Lengua y Cultura Náhuatl en este mismo plantel, señaló que en la actualidad, en México, “a pesar de que cada día existen menos hablantes de lenguas indígenas, hay un crecimiento de los valores autóctonos y un aumento significativo en el número de autores nativos que escriben en lenguas maternas, lo cual ha despertado una conciencia histórica de los indígenas, así como el deseo de reivindicar un pasado y enriquecer con nuevos matices los atributos culturales vigentes de su razón de ser”.
El ponente resaltó que este anhelo cultural reivindicativo consiste en expresarse en la lengua indígena correspondiente; ahora bien, continuó, “por convicciones personales o por razones esencialmente editoriales y de difusión, los textos creados en una lengua vernácula son generalmente traducidos o reescritos en castellano por el mismo autor, por lo cual tenemos dos versiones distintas de lo que fuera el proceso de creación literaria. Este bilingüismo complica o enriquece tanto la producción como la recepción de dicho texto, por lo que resulta interesante determinar el estatuto literario del texto bilingüe”.
Al definir la lengua, se refirió a ella como un mundo: “Una lengua es un verdadero microcosmos verbal y eidético (relativo al conocimiento, a la esencia) que mantiene una estrecha relación con el mundo natural en el que están inmersos sus hablantes, pues refleja la percepción y conceptualización que dichos hablantes tienen de él”, comentó.
Lo que la define como tal, expuso, “es la función simbólica y su instrumento predilecto: las lenguas, las cuales distinguen a su vez una colectividad humana de otra; por lo tanto, la traducción de un texto a otra lengua o su reescritura, en un contexto literario, representan un paso de un mundo a otro”.
Patrick Johansson dijo que “la relación entrañable que vincula a un individuo o una comunidad con su lengua, se aplica a todos los pueblos del mundo, como se ve en los textos nahuas transcritos en el siglo XVI. La conquista de México por los españoles despojó a los pueblos originarios de su mundo geopolítico y de gran parte de su mundo cultural, obligándolos a retraerse y a confinarse en su último reducto inexpugnable: su lengua materna”.
En este sentido, el conferencista resaltó los problemas o retos a los que se enfrentó Fray Bernardino de Sahagún al traducir el español a la lengua indígena con el fin de evangelizarlos, ya que tuvo que conocer al otro para transmitirle la religión; esto es, hizo un trabajo diagnóstico y se dio cuenta de que “su lenguaje era más anímico, ya que unían su cuerpo con su lengua, lo que hacía más compleja la traducción”.
Antes de concluir, proporcionó ejemplos para mostrar que, al traducir tal cual una palabra, el texto perdía sentido en algunas ocasiones, riesgo que se corre al no ser el autor quien lo traduzca y no conocer a detalle la lengua; “el problema, además, es que el lector no lee en idioma original sino en su idioma”, comentó.
“Los autores en lengua indígena tienen hoy en día una misión, pues está en sus manos el futuro de su lengua, ya que lo más profundo de su ser está en su lengua. Hagamos entonces una ecología lingüística, ya que el mundo lingüístico es tan importante para el ser humano como el mundo natural que lo rodea”, finalizó.