El conocimiento sobre el oficio periodístico, eso que podríamos llamar una Epistemología del Periodismo, supone una reflexión crítica y constante sobre aquellas prácticas profesionales a las que podemos caracterizar como propias y distintivas de este quehacer.
En la realidad de países como el nuestro, donde hay una industria periodística consolidada, estudios profesionales con validez oficial sobre esta rama de la Comunicación y otras afines, y una estructura de organizaciones de periodistas creadas con diversos propósitos, percibo tres entornos donde se está o, en todo caso, se debería estar pensando el Periodismo:
1) Los propios medios de información;
2) La academia, es decir, las escuelas y centros de investigación; y
3) La organización gremial: colegios de profesionales, asociaciones de egresados, clubes de periodistas y fundaciones de todo tipo, desde las establecidas para impulsar géneros como la crónica o metodologías como la del periodismo de investigación o, bien, para la defensa y protección de los periodistas.
La Sala de Redacción
La industria periodística se despliega no sólo en la prensa escrita (que ha sido tradicionalmente impresa en papel pero, como sabemos, está migrando rápidamente a lo digital) sino también en medios electrónicos como la radio y la televisión (que, a su vez, coexisten en el espectro radioeléctrico y en el internet).
Cada uno de estos medios tiene lenguajes propios y narrativas particulares, que deben ser aprehendidos por quienes pretenden hacer periodismo en ellos.
En esta industria mediática conviven grandes empresas con pequeñas iniciativas privadas, muchas de las cuales suelen ser medios unipersonales que, no obstante su escala, pretenden una rentabilidad económica.
Las cantidades erogadas por el Gobierno del presidente Peña Nieto a los portales de noticias con la marca personal de estrellas de la información (como José Cárdenas, Joaquín López Dóriga o Adela Micha), revela cuán redituables pueden ser estas empresas.
El centro de enseñanza de periodismo en los medios informativos ha sido tradicionalmente la Sala de Redacción. La expresión misma evoca a un aula, pero la redacción es también un taller donde el aprendizaje se da a fuerza de ensayo y error.
La figura mítica de un jefe de Redacción grosero que con la severidad de un padre que te obligaba a reescribir la nota una y mil veces, hasta que fueran subsanadas todas las carencias de información y corregidos los errores gramaticales, cayó en desuso con la tecnología actual que permite al reportero capturar directamente el texto y convierte al redactor en un corrector de estilo.
Se supone que un periódico ya no tiene que formar a sus reporteros ni a sus articulistas porque éstos egresaron de escuelas superiores, suficientemente capacitados para adelantar los años de aprendizaje que implicaba el paso por la redacción.
Sin embargo, algunos periódicos, como El País en España o, en México, El Popular de Puebla, han creado sus propias escuelas de periodismo, en el primer caso con nivel de maestría para acoger a egresados de otras disciplinas interesados en hacer periodismo de su especialidad.
El País lo hizo en una asociación académica con la Universidad Autónoma de Madrid y El Popular con la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
La idea no es nueva, en los años 20 del siglo pasado en España el periódico católico El Debate mandó a Estados Unidos a tres redactores a que aprendieran los secretos del periodismo en las universidades de ese país, quienes al regresar pondrían en marcha una escuela de periodismo que, en una década de existencia, formó a más de 200 periodistas con un plan de estudios que duraba cinco años.
Academia de periodismo
Los estudios profesionales de Periodismo comenzaron en México en 1949 con la escuela, en ese momento técnica, “Carlos Septién García” en la capital del país y, en 1960, el con el Instituto Pío XII (la actual UNIVA) en Guadalajara.
La formación de periodistas con nivel de licenciatura sería luego sistematizada por escuelas de Ciencias de la Comunicación, como la de la Universidad Iberoamericana en Ciudad de México o el ITESO en la capital de Jalisco.
Eran carreras que, en reconocimiento a la vertiente que les dio origen, se definían en más de una universidad como Ciencias y Técnicas de la Información.
Hasta que se vio la necesidad de separar los estudios universitarios en Periodismo del campo general de la Comunicación, y definir como profesión lo que había sido un oficio centenario.
En nuestra región, la Universidad de Colima abrió su Escuela de Letras y Comunicación en 1980. Primero con un plan que combinaba el conocimiento de la literatura con los procesos de comunicación, en un diseño que resultaba idóneo para la formación de periodistas con dominio de la lengua escrita.
En subsecuentes planes de estudio surgiría la Licenciatura en Letras y Periodismo que, a la par de Letras y Docencia o Letras y Lingüística, darían paso a las licenciaturas en Periodismo, Literatura Hispanoamericana y Lingüística que, complementadas con la Licenciatura en Comunicación, integran la actual oferta académica de la FALCOM.
La Universidad de Guadalajara que tiene en sus distintos campus licenciaturas en Comunicación Pública, Escritura Creativa, Gestión Cultural, Letras Hispánicas y Periodismo Digital, entre otras ciencias sociales y humanidades, ofrece en Ciudad Guzmán específicamente la Licenciatura en Periodismo.
Coloquio de periodismo
De lo que están haciendo las facultades para construir una epistemología del Periodismo hablarán este lunes 17 de septiembre catedráticos de las universidades de Guadalajara y Colima, en una mesa redonda que será parte del Coloquio de Periodismo, Letras Hispanoamericanas y Lingüística que se desarrollará en la Facultad de Letras y Comunicación de la U de C hoy y mañana martes:
Rosa Elena Arellano Montoya, expondrá un proyecto de periodismo cultural en Atemajac de Brizuela. Y Rosa Eugenia García Gómez hará un acercamiento a la práctica periodística desde la perspectiva de la sociología de la producción de noticias. Las dos son profesoras del Centro Universitario del Sur (CuSur) de la UdeG, en Ciudad Guzmán.
Por la Universidad de Colima participan Amaury Fernández y David Chávez con una revisión de lo que han sido los principales temas de las tesis de Licenciatura en Periodismo en años recientes; Marco Antonio Vuelvas Solórzano, con un estudio de lo que aconteció en 1932 en nuestro país, cuando el periodismo cultural ayudó a consolidar la tarea intelectual en México que se debatía entre el nacionalismo y el universalismo; y Ana Bertha Uribe Alvarado con una ponencia de lo que es el periodismo en Colima desde una perspectiva de investigación social.
Dejo para una siguiente entrega, la epistemología del periodismo en el entorno gremial.
Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com.