INFODEMIA NACE EN REDES

A casi dos años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, ante la infodemia, ¿cuál ha sido el comportamiento de los medios de comunicación de alcance nacional y al interior de la república?, pregunta Ernesto Ledesma a Jenaro Villamil, presidente del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano (SPR).

En el portal del organismo el funcionario abrió un mini sitio para desmentir noticias falsas, especialmente las que tienen que ver con el coronavirus. Sin embargo, se excusa Villamil, “el balance del comportamiento de los medios no le corresponde al SPR. Sería un conflicto de interés que, desde los medios públicos, se analizara a los demás medios. No es correcto”.

“En el SPR hemos venido analizando, desmintiendo o verificando, desde mayo, una serie de informaciones que surgieron en redes sociales sobre todo, y trascendieron hacia las páginas de los periódicos o las transmisiones de radio y televisión, todas ellas típicas de este fenómeno que la Organización Mundial de la Salud clasificó como infodemia: la epidemia de noticias falsas que corren en paralelo a la propia pandemia del coronavirus.”

En su noticiario Perspectivas de Rompeviento TV, el 5 de noviembre de 2020 (https://www.youtube.com/watch?v=Hw7AimqqVek) Ledesma invitó a Villamil a hacer un corte de caja sobre la infodemia en México y la campaña del SPR en contra de ésta. Pero, también, a hacer un balance de las mañaneras del presidente Andrés Manuel López Obrador.

“Ser funcionario sin dejar de ser periodista ni comunicador o defensor de las audiencias, es parte de la naturaleza de un organismo que coordina y, al mismo tiempo, administra bienes públicos tan importantes como las estaciones de televisión y la infraestructura de radio. En forma paralela, tenemos que ponerle un acento informativo a los medios públicos, sobre todo en estos tiempos”, dice Villamil para explicar por qué decidió enfrentar la epidemia de desinformación.

CADA VEZ MÁS FAKE NEWS

“Hemos venido monitoreando un aumento en el número de noticias falsas que circulan en redes abiertas: Facebook, WhatsApp, Twitter, YouTube y algunos blogs o cuentas en muchas ocasiones anónimas.

“Si revisamos los canales de difusión, apreciaremos claramente que ocho de cada diez noticias falsas se generan en internet, ya sea en redes sociales o blogs (donde un 40 por ciento de esas cuentas no tienen una identidad clara), y el resto, alrededor del 21 por ciento, son noticias que circulan en sitios webs y correos electrónicos.

“Nosotros monitoreamos el mundo digital porque, en buena medida, la información falsa o las noticias confusas que llegan a la radio, la televisión o la prensa, tienen su origen en las redes sociales.

“A partir del confinamiento obligatorio que se declaró el 28 de marzo, en abril se disparó el número de noticias falsas que circularon (430). Bajó en mayo (266) y todavía más en junio (186), pero a partir de julio hay un repunte de fake news (268), ya no solamente relacionadas con la pandemia sino con otro tipo de temas, como los apoyos sociales.

“En esa época se anunciaron los programas para el bienestar y surgieron muchísimas páginas falsas en redes sociales, donde te ofrecían crédito o incorporarte a alguno de los padrones con sólo dar tus datos. Eso fue muy característico de julio, en agosto disminuyen las noticias falsas a 151 y en septiembre llegan a 95. Octubre estuvo más o menos al mismo nivel de septiembre. No obstante, el fenómeno de la infodemia mantiene un decremento en el promedio diario, al pasar de 4.9 notas en agosto a 3.2 notas en septiembre.

“Desde que empezamos el proyecto hasta ahora, hemos detectado un total de mil 540 noticias falsas. Muchas o pocas, lo interesante es que la gran mayoría está todavía relacionada con el coronavirus. Pero se está desplazando la infodemia hacia temas político-electorales”, reconoce Jenaro Villamil.

TIPOS DE NOTICIAS FALSAS

“En la clasificación que hasta ahora tenemos, aunque esto puede variar, el 31 por ciento de las noticias falsas se relacionaron con falsos positivos: funcionarios presuntamente contagiados de coronavirus o supuestos brotes en alguna institución. Circularon también muchas notas, sobre todo en provincia, acusando al personal médico o sanitario de ser los propagadores del virus.

“El 28 por ciento de las notas falsas denunciaban medidas arbitrarias, como el toque de queda ordenado supuestamente en Chihuahua y Tabasco, o el cierre de bares en Ciudad de México que no fue cierto. Salvo algunos estados que tomaron medidas muy restrictivas (Coahuila, Tamaulipas o Jalisco), en la gran mayoría de las entidades se ordenaron simples acciones administrativas.

“El 18 por ciento de las notas falsas tiene que ver con fraudes o engaños en relación con los programas sociales. Páginas de facebook que se hacían pasar como sitios oficiales de las secretarías de Bienestar, Economía, Trabajo o Agricultura, donde se ofertaban falsos programas de apoyos. Incluso simulaban ser instituciones privadas, especialmente bancos que daban créditos sin ser verdad.

“El 8 por ciento se relaciona con tratamientos o remedios mágicos contra el covid. Aunque no sean la gran mayoría, estas notas falsas han tenido mucho impacto porque le venden al lector o al usuario de redes sociales la idea de que hay una solución al coronavirus, incluso que el covid no existe o que las vacunas pueden dañar.”

Entre las entidades con mayor número de noticias falsas sobre el covid sobresale la Ciudad de México, más que nada por el volumen, tráfico de usuarios y, evidentemente, por ser el epicentro con el mayor número de casos. Y llama la atención que el segundo estado con más noticias falsas sea Tabasco.

Eso habla de una población que desconfía de los medios tradicionales (prensa, radio y tele) y prefiere informarse en las redes sociales, observa Villamil. Aunque Ledesma hubiera supuesto que en esos estados la prensa es pro gobierno local, ya que los impresos con un tiraje amplio en provincia suelen estar controlados completamente por el ejecutivo estatal.

Villamil aclara que su monitoreo no llega todavía al análisis de los medios impresos ni electrónicos (radiofónicos y televisivos), porque se necesita una infraestructura enorme para hacer una valoración tan neutral o imparcial como rigurosa posible, al grado que no se tome como un juicio desde los medios públicos hacia los medios privados.

“Nos hemos concentrado en el mundo digital porque está detectado que la infodemia se origina, se expande y está creciendo en el ecosistema comunicacional, a partir de la información que circula en redes sociales”, reitera.

TODO PASA EN LA MAÑANERA

Como titular de un programa postmañanero, Jenaro Villamil puede hacer el balance a dos años de ese ejercicio de comunicación circular del presidente, tan polémico porque en la conferencia matutina López Obrador puede referirse a un periódico como “pasquín inmundo”, exhibir los negocios con el poder de revistas como Clío y Nexos, revelar los montos de la publicidad oficial pagada a medios de comunicación y columnistas en el sexenio anterior o criticar las portadas del semanario Proceso, donde por cierto el presidente del SPR trabajó durante muchos años.

Por un lado, está un presidente que se confronta con los medios de comunicación y, por otro, medios como Televisa, TV Azteca, Reforma, Milenio o La Razón que históricamente han estado desinformando. Aunque ha habido excesos de ambos lados, por vez primera un presidente les responde e intenta romper esa infodemia, apunta Ernesto Ledesma.

“Y el tema todavía da para mucho –añade Villamil–. A las mañaneras las podemos analizar también como acto de gobierno. En buena medida, y el propio Andrés Manuel López Obrador lo ha dicho, él está gobernando a través de los mensajes que ahí da.

“En la mañanera se ha detonado mucha información: desde el anuncio de medidas de promoción económica o actividades escolares a distancia, hasta cambios en el gabinete. En una conferencia matutina, se enteró Rosa Icela Rodríguez que sería propuesta como secretaria de Seguridad Ciudadana.

“Es un buen ejercicio de comunicación gubernamental. Pero en la relación entre prensa o medios y el poder, hay toda una gama de interpretaciones.

“El ejercicio de comunicación ya era conocido cuando fue jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal. En las mañaneras, Andrés Manuel marcaba la agenda no sólo del escenario capitalino sino nacional. Obviamente, aquellas primeras conferencias de prensa no se transmitían de manera directa pero, en la actual versión, los canales 11 y 14 decidieron transmitirlas íntegras y en vivo. Aparte, las audiencias tienen la posibilidad de leer la versión estenográfica.

“Lo que yo hago en redes sociales es una síntesis, desde un ángulo muy proclive a la 4T. No es mi papel confrontarme con los medios. Pero en términos del ejercicio del poder de López Obrador y del liderazgo que él tiene, en sus réplicas o críticas a los medios hay un balance que todavía no hemos hecho: en realidad, hasta beneficia a los medios críticos.

“Ni a Reforma ni a El Universal les ha bajado la circulación porque el presidente los elige como contrincantes. Hay una percepción demasiado escandalizada de que eso significa una amenaza a la libertad de expresión, cuando ninguno de los señalamientos hechos por el presidente a diarios o revistas ha derivado en una censura directa. Si bien, puede que haya censura indirecta, ejercida por los propios medios”, sostiene Villamil.

APENAS EL PRIMER TERCIO

“Estamos en la tercera parte del sexenio y, en ese ejercicio de comunicación que son las mañaneras, hay que bajarle decibeles a la discusión en uno y otro lado”, comenta Villamil.

“Debemos observar más los hechos que los dichos. El Universal ha estado haciendo un sondeo entre periodistas e intelectuales, aplicando un termómetro para establecer si la libertad de expresión está amenazada o no. Y aunque va a sonar como conflicto de interés porque trabajo en una entidad pública (no de gobierno pero sí dependiente del dinero público), yo no veo amenazada la libertad de expresión.

“Lo que sí está amenazado es el derecho a la información con las fake news. A veces los medios se vuelven contrapartes del presidente porque ya es un asunto personalizado y, entonces, se olvidan de informar, cuando la información es el elemento sustancial que permite valorar lo que está sucediendo, dar contexto a los hechos y a los dichos o entender el qué y el cómo, sin esas editorialización que varios medios hacen todos los días.

“Por ejemplo, el coronavirus. Si no tuviéramos un sector de los medios muy amplio, casi mayoritario, empeñado en confrontarse con el doctor Hugo López Gatell, tendríamos una visión más sensata, mesurada e informada de la pandemia en México.

“Hay noticieros que todos los días se proponen descalificar lo que diga López Gatell. Y ya en ese terreno no estás ejerciendo el derecho a la información, sino tu libertad de expresión. Ciro Gómez Leyva, Milenio TV y muchas radios ejercen su libertad de expresión, pero no el derecho a la información de sus audiencias.

“En una pandemia, las fobias o las filias y los intereses contrarios a las responsabilidades de López Gatell en el gabinete, deberían quedar a un lado. Porque lo importante es la información que da la Secretaría de Salud”, concluye Jenaro Villamil.

Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com.

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