LOS (VIEJOS) NUEVOS MEDIOS

“Los nuevos medios de comunicación tienen ya como 20 años –dice Alberto Nájar–. En 2010 tenía unos meses como corresponsal de la BBC de Londres y, como a todos los reporteros, me indicaron que la British Broadcasting Company empezaría un proceso de transformación para acceder a las nuevas audiencias y establecer un mecanismo de comunicación más eficiente de sus contenidos. La idea de la agencia era evolucionar la plataforma que ya se utilizaba, pero orientada a los teléfonos celulares.”
Nájar, hoy editor en Pie de Página, fue el primero de los ponentes en la mesa ‘Periodismo en los nuevos medios’ que se realizó en el marco de la Feria del Libro del Zócalo, como parte de la programación del foro Francisco Haghenbeck, el domingo 17 de octubre de 2021 (https://www.youtube.com/watch?v=fiH29rHJbjo). Participaron, además de Alberto, su compañero en el noticiero Momentum de Rompeviento TV, Ernesto Ledesma, el periodista de investigación Ricardo Balderas y su colega argentina Paula Mónaco.
“Quienes trabajábamos específicamente en la BBC en Español tuvimos que pensar en una forma distinta de escribir. Toda una historia, un reportaje completo, debía caber en la pantallita del celular. El reto para quienes hacemos periodismo en medios digitales es ser lo suficientemente contundentes y claros en los dos primeros párrafos, a veces en la primera línea, para captar a la audiencia, lograr que siga leyendo y se quede a ver el final del contenido.
“La BBC fue pionera en una transformación que fue seguida por, prácticamente, todos los medios en el mundo. Los medios tradicionales evolucionaron rápidamente hacia nuevas plataformas en esta nueva carretera de la información, donde el público potencial es inmenso. Nada más en México, la cantidad de usuarios de teléfonos celulares es una tercera parte mayor a la de usuarios de telefonía fija. Y el desafío era, por supuesto, encontrar historias que interesaran a estos nuevos usuarios.
“Los grandes medios tradicionales en México se movieron hacia esta nueva carretera, algunos con muchísima eficiencia, rapidez de comunicación y gran despliegue de tecnología para el uso de imágenes, infografía y contenido audivisuales. Mas para medios chiquitos como es Pie de Página, el reto de acceder a esta nueva tecnología no fue menor.
“Pero algunos otros de esos medios de comunicación tradicionales se quedaron atrasados, particularmente en nuestro país, no obstante tener capacidad tecnológica para hacer llegar información a sus lectores en forma rápida. Esos medios no avanzaron en la medida que la nueva audiencia caminó, y entonces nos encontramos con la paradoja de tener una supercarretera de la información y un enorme despliegue de tecnología, para informar básicamente lo mismo que en 1975, con el mismo estilo, el mismo modo de escribir, la misma forma de concebir y entender a México”, expone el panelista.
 
THAT ‘70S SHOW

“En lo que va del siglo XXI las audiencias mexicanas han cambiado mucho en relación a como eran en los años setenta, ochenta y noventa de la centuria pasada –explica Nájar, productor para México y Centroamérica de la cadena británica BBC World Service; periodista especializado en cobertura de temas sociales como narcotráfico, migración y trata de personas; editor de En el Camino, ‘migración más allá de las vías’, dentro de Pie de Página; y presidente de la Red de Periodistas de a Pie.
“De hecho, el cambio de gobierno hace tres años no se explica sin la cauda de personas que hicieron posible el triunfo de López Obrador. Si el presidente está en posibilidades de establecer una política distinta, es gracias a que muchos ciudadanos recibieron y transmitieron en las redes sociales contenidos distintos a los que estaban acostumbrados a encontrar en los medios tradicionales.
“¿De qué le sirve a una gran empresa periodística transmitir en Full HD y tener acceso a los satélites, si termina informando fake news y dirigiéndose al mismo círculo de lectores, radioescuchas o televidentes de toda la vida? Esos medios tradicionales no supieron entender el espíritu que les imbuyó en su momento la BBB a sus corresponsales
“Quien accede a la información en un teléfono celular no es el lector tradicional. No necesariamente tiene un nivel académico o interés político –para los políticos trabajaban antes los medios–, sino quizá se trata de un adolescente que se topó con Pie de Página porque vio algo que le interesó, incluso de un migrante que viene de otra latitud y utiliza la tecnología de internet para comunicarse con su familia o pedir ayuda.
“Por eso, la primera reflexión es: ¿qué es un nuevo medio y qué estamos ofreciendo como periodistas?, es decir, ¿qué tipo de periodismo estamos ejerciendo en los nuevos medios? Lo que me lleva a una segunda reflexión: ¿cuál fue el origen de la prensa, de los medios de comunicación tradicionales en México?
“Prácticamente todos nacieron al amparo del poder, fondeados con recursos públicos la gran mayoría. Muy pocos esfuerzos surgieron en otras circunstancias. Y casi todos los medios tradicionales utilizan su estrategia, su plataforma, sus periodistas, su enorme despliegue con el que podrían llegar a tener niveles de penetración de audiencia, para hablarle a unos cuantos, para hablarle al poder, no sólo al poder político sino, como ya hemos visto en las últimas décadas, al poder económico. Y aquí vale la pena recordar que un gran empresario puede resultar tanto o más peligroso que un político.
“En la valoración de qué tipo de periodismo estamos haciendo, lo que digo puede resultar polémico: un medio crítico no es aquel que se dedica a difundir fake news ni propagar mentiras o calumnias; tampoco a repetir lo que dicen las redes sociales ni buscar permanentemente el mínimo error, como cuando convirtieron en una enorme historia que el presidente no había boleado los zapatos.
“Muchos menos es periodismo honesto, eficiente y técnicamente defendible, aquel que se dedica a elogiar a ultranza lo que diga el presidente de la república. Quienes así lo hacen no están entendiendo que el punto básico del ejercicio periodístico es que nos debemos a la audiencia, a la sociedad, a la gente”, sostiene Nájar.
 
PERIODISMO ES PERIODISMO

“Por eso mismo, es importante esta revisión, me atrevo incluso a decir fundacional, porque si tenemos una prensa en México que nació al amparo, por y para el poder, es momento de empezar a reflexionar cómo debe ser un nuevo medio.
“El ejercicio ético del periodismo consiste, básicamente, en volver a los orígenes: cubrir lo que la gente necesita, ver hacia abajo, atender a los grupos vulnerables; caminar junto al migrante que viene desde lugares tan lejanos como África; acompañar las luchas campesinas y de los trabajadores mineros; entender y escudriñar todo lo que implica esta gran estructura que se ha creado alrededor del empresariado.
“Escudriñar a ese poder económico inmenso que, por ejemplo, provocó una epidemia de embarazos adolescentes, por una decisión moralina de Vicente Fox y Martita Sahagún en torno al uso del condón; o que causó un problema de salud pública por obesidad, tras la decisión del presidente Carlos Salinas de Gortari para favorecer al consuegro de su papá, de que las tortillas se hicieran con harina de maíz y no con grano como antes, lo que produjo un cambio en la dieta del mexicano.
“El periodismo que se tiene que hacer en los nuevos medios, es el mismo que se ha tenido que hacer siempre, en todos los momentos y en todos los espacios: un periodismo crítico, honesto, bien informado; que tenga la mirada puesta en la gente, en los de abajo, en la sociedad; que no atienda a lo inmediato, a lo que vende, al clic fácil que es ahora una tendencia. Muchos medios escriben para tener clics, y esa información no es necesariamente la que el público necesita.
“Y, por supuesto, un nuevo medio es aquel que sobrevive de su audiencia, de la gente. Hay una crisis en los medios de comunicación mexicanos porque los recursos son finitos, y el gran costal que había de recursos públicos ya se acabó. Tenemos una crisis de recursos en los medios tradicionales porque no saben hacer periodismo, no saben hablarle a la gente y la gente ya no confía en ellos.
“Mientras, los medios que somos críticos, independientes y procuramos un periodismo para la gente, enfrentamos la gran paradoja de que no nos conocen y no tenemos cómo sobrevivir. Necesitamos el respaldo de la gente, ese sería el círculo virtuoso en materia de medios de comunicación que debemos crear en México: nuevos medios de comunicación que vivan para la audiencia y gracias a la audiencia”, cierra su intervención Alberto Nájar.
 
NI CHANA, NI JUANA:
Para Ernesto Ledesma, la llegada del presidente Andrés Manuel López Obrador supuso un desafío para diversos medios de comunicación. “Los retos son distintos para unos y otros. En primer lugar porque el presupuesto asignado a los medios de comunicación corporativos, que como tales ya habían recibido mucho dinero de los gobiernos anteriores, en forma de publicidad oficial y créditos como el que le dieron a El Financiero, es muy distinto al que reciben los nuevos medios”.
“En la construcción de un medio de comunicación, hay que considerar tres elementos fundamentales: 1) el financiamiento, cómo vas a construirlo y sostenerlo, porque no es lo mismo hacer un reportaje que encontrar la viabilidad financiera; 2) la independencia del medio de comunicación, y, 3) la línea editorial.
“Si en algún momento tiene sentido la independencia de un medio de comunicación es ahora con la administración de López Obrador:
“Por un lado, el presidente tiene que enfrentar una batalla tremenda. Hay ejemplos en Sudamérica de lo que han hecho esos medios cuando llegó un gobierno de izquierda: se encargaron de derrocarlo.
“En México tenemos medios corporativos a los que les retiraron de una manera importante los recursos que antes recibían. Al mismo tiempo, el presidente presenta un modelo económico híbrido que, ciertamente, sí le pega a muchas corporaciones, al empresariado. Y eso explica por qué esa corriente de ultraderecha está golpeando muy fuerte a un presidente que, en los primeros dos años de su gestión, ha hecho reformas constitucionales que implicaron que esté en pie de guerra ese sector conservador.
“Y, por otro lado, tenemos nuevos medios de comunicación que, a través de las redes sociales o plataformas como YouTube, son extraordinariamente pro AMLO. Y eso le hace mucho daño también al presidente porque, finalmente, terminan siendo lo mismo que López Dóriga o Loret de Mola, es decir, toda esta gente que antes le rendía pleitesía al presidente en turno.
“Claro, este presidente es distinto, aunque para un sector más radical de la izquierda, gente muy valiosa que está haciendo un trabajo en campo, el presidente López Obrador es lo mismo que Peña Nieto o Calderón. Y te ponen el ejemplo del Tren Maya y el corredor transístmico como proyectos con un perfil neoliberal”, señala Ledesma.
 
LOS CÁRTELES SÍ EXISTEN

“En ese contexto, la línea editorial de Rompeviento TV y de Pie de Página parte en principio de la independencia, y no nos vamos a convertir. Por supuesto, nuestra independencia como medio es independientes de todo y de todos, somos independientes de empresas, partidos políticos, gobiernos, poderes ejecutivo, legislativo y judicial, de movimientos sociales o de líderes guerrilleros. Independientes en su literalidad.
“En ambos medios aliados en la producción del noticiero Momentum nos enfocamos a los sectores más vulnerables del país, nuestro compromiso es con la gente de abajo, pero también con la de en medio y con la de arriba pero, particularmente, con la gente de abajo porque esa es la que tiene una condición de desigualdad extraordinariamente peor que cualquier otra persona, y un método fundamental para nosotros es ir a campo y constatar si es cierto lo que nos están diciendo y lo que estábamos viendo desde afuera.
“A un periodista, Oswaldo Zavala, que escribió el libro Los cárteles no existen. Narcotráfico y cultura en México, alguien como yo que lleva cuatro años trabajando en un reportaje que se hace eterno acerca de la presencia de los cárteles en Tamaulipas, Coahuila, Veracruz y Michoacán, le preguntaba si fue a campo. Y me respondió: ni una sola vez. Pues yo creo que hay que ir a campo, no sólo es la teoría, hay que ir al lugar para entender el fenómeno desde distintos ángulos.
“Observar, levantar testimonios, es fundamental. También ir a la mañanera a hacer una crítica. Cuestionar o confrontar al presidente es hacer nuestro trabajo, no es atacarlo. Debemos señalar al gobierno si no se está haciendo lo que dice que se está haciendo. Y no queremos que este gobierno acabe convirtiéndose en otros o realice acciones de otros.
“Queremos realmente que esto cambie. Y ese es parte del esfuerzo periodístico que intentamos hacer. ¿Tenemos la verdad absoluta?, no. ¿Nos equivocamos?, con frecuencia. Pero somos honestos en lo que estamos planteando y cuando presentamos una información. Hacer el trabajo de investigación documental y de campo, es fundamental”, concluye su participación Ernesto Ledesma.

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