MASTICADO O DIGERIDO

Los mexicanos le encontramos el chiste a todo, pero el problema es esa distorsión humorística de la realidad. Distorsión que tendríamos que analizarla en función de la cultura política y de la incapacidad de sostener un movimiento de cambio, comenta Julio Hernández López ‘Astillero’ cuando el público del programa John y Sabina, en Canal Once, le pregunta sobre la función social de los memes.

“La simplificación intelectual y el ahorro de palabras, por la falta de hábitos de lectura para una comprensión profunda de la realidad, nos lleva a quedarnos en lo inmediato, en la imagen, en los dos o tres vocablos chistosos. Al simplificarse el pensamiento político, este se vuelve fácilmente manipulable”.

En los proceso políticos, esa idea de que todo se puede sintetizar en un dibujo o reducirse a dos o tres palabras está haciendo que cada vez sea lea, se discuta y se analice menos. La gente quiere todo digerido o al menos masticado, lamenta Julio Astillero.

MENTIRAS INSTITUCIONALIZADAS

En la emisión del martes 17 de marzo de 2020 (https://www.youtube.com/watch?v=oBVB_WgeeNQ), el público pregunta al invitado de John Ackerman y Sabina Berman cómo distinguir la verdad de la mentira:

“Es cada vez más difícil, porque estamos entrando a esta etapa de las mentiras institucionalizadas”, responde Astillero. “Institucionalizadas no porque provengan de las instituciones sino porque ya es constante el flujo de mentiras en todas las redes sociales”.

Y pone como ejemplo la falsa noticia que él mismo retuiteó y mantuvo en su cuenta por cerca de media hora, hasta que descubrió que no había fallecido el empresario José Kuri:

“Subimos la nota porque nos la proporcionó la agencia OEM-Informex con la que tenemos contratado el servicio”. El envío aseguraba que el deceso estaba confirmado. Y como no fue así “personalmente ofrecí disculpas” a los lectores. 

Para Astillero, “hay una diferencia ente noticias distorsionadas y la industria de las noticias falsas. Esta última busca likes, quiere llamar la atención con algo aunque sea falso, para tener presencia y monetizar”.

Por lo demás, “una cosa ha sido el periodismo chayotero que durante mucho tiempo acomodaba la versión de los hechos públicos al interés del jefe de prensa o del político en el poder, y otra muy distinta es toda esta distorsión que nos impide entender qué está sucediendo”.

LA OPOSICIÓN GOLPEA

Ackerman se dice convencido que los fabricantes de noticias falsas son este grupo político ligado al ex presidente Felipe Calderón y esa red de intelectuales, opinadores y periodistas que atacan a la 4T para frenar el proceso de transformación que estamos viviendo en México.

Pero Astillero matiza la cuestión diciendo que, en este mundo de una lucha política centrada en las redes sociales y en las opiniones derivadas de ahí, ninguna fuerza política, y menos si está en el poder, puede sustraerse a la tentación pragmática de tener orientaciones intencionales en las redes sociales.

“Si no lo hiciera el obradorismo estaría equivocando la estrategia. Y no digo López Obrador en lo personal, pero sí gente que está trabajando cerca de él”, advirtió el invitado.

Al explicar la estrategia del golpe blando, Rafael Barajas ‘El Fisgón’, recuerda Ackerman, dijo que los medios de comunicación y los intereses económicos afectados por un gobierno de izquierda están preparando el escenario para tumbarlo.

Para Astillero, “esa es un realidad y ni modo que las fuerzas opositoras se vayan a resignar a que Morena se quede eternamente en el poder. El adversario del gobernante practica normalmente la oposición al poder”, sentenció con mofa.

Sin embargo, tomando en cuenta lo que ocurrió en la marcha de las mujeres del 8 de marzo, Sabina Berman se pregunta si no hay fuerzas externas atacando a México, como puede ser Rusia que se ha caracterizado por entrometerse en todas las democracias con el fin de dividir y polarizar a la población.

Sin creerse del todo la trama rusa, Astillero reconoce que estamos viviendo en México la creación de escenarios exagerados intencionadamente, que buscan provocar temor y pánico.

ACORTAR LA MAÑANERA

Tocó entonces el turno de hablar de la mañanera: ese “acto de rendición de cuentas”, según Ackerman; ese “acto de propaganda”, según Astillero, quien defendió el derecho de un gobierno a hacer propaganda.

Puesto que el leitmotiv del programa era establecer lo bueno, lo malo y lo feo del nuevo escenario mediático en México, Julio Astillero señala que la mañanera es las tres cosas:

“Lo bueno es la gran apertura, el hecho que el Presidente comparezca diariamente y comente de una manera clara, abundante, a veces exhaustiva, los asuntos que le son planteados por una comunidad de reporteros.

“Nos permite entender los entretelones del poder que el Presidente pueda hablar de casi cualquier tema, sin recurrir a un guión ni tarjeta informativa. López Obrador tiene mucha información y al detalle.

“Lo malo es que ha abusado de ella. Si la mañanera se comprimiera, si se redujera a la información en sí, sin las citas históricas ni la defensa personal de los puntos de vista, sería un ejemplo extraordinario de comunicación política. Con una hora de duración sería suficiente”.

Si AMLO siente la obligación de hacer pedagogía política, si le está hablando al pueblo y no sólo a los periodistas, que haga un programa para el pueblo sin periodistas.

“Lo feo es que la mañanera se está convirtiendo en un campo de batalla entre la prensa convencional y la prensa nueva”: blogueros y youtuberos.

“Se agrede a reporteros que son empleados, que reciben una orden de trabajo y sigue una línea editorial. Y es terrible que en el Salón Tesorería agredan a los trabajadores de los medios y que, por otra puerta de Palacio Nacional, entren los dueños de los medios tradicionales, sobre todo las televisoras, a reunirse con el Presidente”.

DE ESO NO HABLES, ANDRÉS

Sabina dice que le gustaría que en la mañanera el Presidente usara un chícharo y que del otro lado estuviera una persona que le dijera: ‘eso no, sáltatelo, te damos una sesión informativa y mañana lo contestas’. Esa persona podría ser su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, bromea.

“Hemos tenido algunas pequeñas crisis y otras no tan pequeñas, ocasionados porque el Presidente habla de cosas que no sabe y no tiene por qué saber”, dijo Berman, Por ejemplo, el feminismo.

Para Astillero, en el extremo conservador del abanico ideológico del Presidente está el tema del feminismo. Sin embargo, como reconoce Sabina, dado que la democracia es un diálogo, después de tres semanas muy duras Andrés Manuel se ubicó en la posición feminista de algunas de sus colaboradoras en el gabinete.

En un cambio de roles, Astillero se convirtió en entrevistador y le preguntó a Ackerman si el periodismo mexicano tiene que apoyar al presidente López Obrador.

Sabina recuerda al respecto lo que dijo Andrés Manuel en el sentido que el periodismo debe ser transformador. Pero Astillero señala que los próceres del siglo XIX que ejercieron el periodismo, vivieron otra circunstancia.

“El periodismo de hoy no tiene nada que ver con aquel periodismo. Y si bien vale la exaltación de las figuras históricas que hicieron ese tipo de periodismo, no hay que caer en lo que llaman la falacia del historiador: pretender que las circunstancias actuales se juzguen en relación con el pasado”.

VOCES CRÍTICAS

En cuanto a la relación de los medios con el poder, Astillero recuerda que tenemos dos niveles: los medios privados y los medios públicos.

“Los privados expresan los puntos de vista de quienes participan en la creación de esas empresas. En Estados Unidos hay periódicos que deciden asumir una línea editorial expresa a favor de un candidato o de otro, pero son otras condiciones políticas.

“Del otro lado, los medios públicos son una asignatura pendiente en México: no tienen el presupuesto suficiente ni la pluralidad de opiniones ni la influencia que deberían tener para contrarrestar el peso del sector mediático privado.

“Hay avidez de esa gran porción de mexicanos que durante mucho tiempo fueron excluidos del escenario mediático”, expone Astillero.

“En 2006, la mitad de los mexicanos que pensaban de una determinada manera fue borrada para entregar la opinión, los comentarios, a un puñado de personas que estaban en la mañana en una radio, a mediodía o en la noche en la televisión y aparte en la prensa. Ahora llegamos a los medios muchos como nosotros, que somos producto de una evolución.

“Falta que el gobierno de AMLO impulse presupuestal y no sólo discursivamente, el proceso de cambio que no se ha dado con la intensidad que muchos esperaban. Ahí hay una falla que puede tener consecuencias políticas graves: no se esté cambiando la correlación de fuerzas mediáticas en nuestro país. Esos medios tradicionales, aunque repudiados y señalados, siguen activos y moviendo a la opinión pública”.

En cuanto al papel de los periodistas que antes no ocultaron sus simpatías con el candidato López Obrador, Julio Astillero sentencia:

“Como periodista, critico. Y como periodista de izquierda, critico más fuerte porque quiero más izquierda. Para eso decidí, en algún momento de mi vida, seguir siendo periodista y no político”.

Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com.

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