CAMPO CUATRO: “CUÑA DEL MISMO PALO”

Un esfuerzo colectivo de periodistas…

En su enésima intentona por posicionarse como la precandidata de Morena al gobierno de Colima, la diputada federal Claudia Yáñez Cabrera quiere engañar a la ciudadanía con encuestas falsas y un testimonio de Andrés Manuel López Obrador a su favor.

Ese mensaje fue uno de los 300 que el entonces candidato presidencial grabó en 2018, para apoyar a cada uno de los candidatos a diputados federales por el principio de mayoría que presentó la coalición Juntos Haremos Historia.

Se aprecia en el audio cómo el abanderado de la Cuarta Transformación no le pudo encontrar a Claudia una sola cualidad política, pero al margen de eso lo único que consigue Yáñez con la grabación es remarcar una supuesta línea de Palacio Nacional hacia su persona, cuando el presidente ha subrayado que no intervendrá en los procesos internos de Morena ni en las elecciones del próximo año.

Al equipo de trabajo de Claudia, por cierto, le ganó la pasión: en un boletín que luego fue desautorizado, la citaron diciendo: “si me favorecen con su voto…” Algo que aseguran no fue pronunciado por la diputada Yáñez, pues de haberlo dicho habría incurrido en actos anticipados de campaña.

Por su falta de proyecto de gobierno, de oficio político y de habilidades discursivas, Yáñez ya no logró colocarse como la alternativa a Indira Vizcaíno.

Y con la inscripción de la alcaldesa porteña Griselda Martínez y de la diputada local Blanca Livier Rodríguez en la encuesta de Morena, Claudia cayó por lo menos un escalón en el orden preferencias.

En el colmo, tras registrarse Dulce María Silva Hernández como precandidata de Morena a la gubernatura de Tlaxcala, Claudia Valeria ya debe haber entendido que su hermano César la usó de cuña y distractor para meter a su esposa en otro proceso sucesorio. Dulce María fue, por cierto, la elegante novia de la tristemente célebre “boda fifí” que se llevó la portada y 19 páginas de la revista Hola.
 
DE PENA AJENA

Virgilio Mendoza y Joel Padilla se tomaron la foto. Siguen repitiendo los patrones priistas: ese recurso de posar para la cámara, en el mismo restorán y con los mismos clientes, ya está agotado y no logró su propósito de sacudir a la opinión pública.

Virgilio está empeñado en una estrategia de todo o nada. Si él no es el candidato de la coalición (sea la de Morena o la del PRIAN), les jugará a las contras a una y otra alianza.

Morena es una aduana que nunca pudo pasar: los puros del partido le cerraron las puertas cuando vieron que Virgilio estaba jugando con doble baraja.

Y para priistas y panistas, Mendoza Amezcua no representa ningún tipo de ideales sino los intereses de los grupos políticos que lo impulsan: el del exmandatario Fernando Moreno que lo apadrinó primero, y ahora el del exgobernador Mario Anguiano.

Semejante pragmatismo de Virgilio genera desconfianza en las estructuras de ambos partidos. El gran problema que tiene Mendoza Amezcua para proponerse como el candidato de una coalición PRI y PAN, es que los priistas nunca lo han visto como un cuadro propio sino como un infiltrado, mientras los panistas lo miran como traidor.

Buscando la tercera vía, al cuarto para las 12 está apuntalando su proyecto político con los despojos de otros partidos, como en Villa de Álvarez, Felipe Cruz, Brenda Gutiérrez, Nacho Zambada y Oswy Delgado, o Joel Padilla en lo estatal. Quiere formar una mayoría con las minorías, un gigante con la chiquillada.
 
¡¿QUIÉN POMPÓ?!

No deja de ser una campaña de aire, que se reduce a tomarse la foto. Virgilio es el aspirante que más ha invertido en su imagen, y eso despierta suspicacias.

¿Qué nivel de compromiso económico tan alto tiene Virgilio, como para insistir en su candidatura y obviar una negociación con la 4T que lo hubiera llevado a amarrar algunas posiciones menores?

Si no gana la gubernatura y, en consecuencia, no consigue controlar los recursos públicos, ¿con qué dinero va a pagar todos los apoyos que ha recibido para su precampaña?

Ya no cuida Virgilio lo que está gastando: portadas de revistas que circulan nada más como anuncios espectaculares y en la parte trasera de los camiones urbanos; reparto de gasolina y juguetes; brigadas de intervención en espacios públicos; jugosos acuerdos publicitarios con medios y columnistas.

Son las típicas acciones de populismo electoral. Es política de forma y no de fondo. Pero por estos dispendios podría estar ya en la mira de la Unidad Técnica de Fiscalización del INE.

El fracaso en sus negociaciones con una y otra coalición, la del PRIAN y la de Morena, acabó por derribar la tesis de que Virgilio Mendoza era el único aspirante a la gubernatura capaz de poner en acuerdo a las más encontradas fuerzas políticas.
 
MIL, CHORROMIL MILLONES

Joel Padilla es el eterno legislador de representación proporcional. Esta última elección, al Senado de la República, la ganó –dice el petista– con 150 mil votos.

Muy pocos de ésos le pertenecen en realidad. Joel y su compañera de fórmula Gricelda Valencia ganaron por efecto del tsunami López Obrador. Y si en 2021 el jefe político del Partido del Trabajo juega sin tener el aval del presidente, al día siguiente de los comicios lo va a despertar la realidad.

Al tomarse la foto con Virgilio Mendoza, quien ya se había sido excluido de la coalición de izquierda, Joel Padilla da por sentado que él tampoco hará alianza con Morena.

Esa foto en el restorán simboliza, más que nada, el rechazo de Morena al anguianismo. Ahí aparecen los principales operadores de Mario Anguiano: Virgilio, Mendoza, Joel Padilla, la senadora Gabriela Benavides –nueva dirigente estatal del Verde– y el diputado local Carlos César Farías, ya famoso por no saber leer en voz alta cantidades millonarias.
 
LA QUINTA PRECANDIDATA

Sorpresiva y sigilosamente la alcaldesa de Manzanillo, Griselda Martínez, se registró como precandidata de Morena a la gubernatura de Colima.

Se esperaba que hiciera el anuncio durante la lectura de su segundo informe de labores, pero no lo hizo quizá para no faltar el respeto al cabildo y no enturbiar la difusión de un informe cargado de cifras impresionantes.

Con todo, se sobreentendieron como un destape las aclamaciones a coro de un sector del público que asistió a la ceremonia en la explanada del Pez Vela: “¡gobernadora!, ¡gobernadora!”

Entre los políticos desplazados de los negocios del poder y los periodistas expulsados de la nómina del Ayuntamiento, le han hecho una campaña para calificar a Griselda como el peor munícipe del estado. Pero si comparamos su gestión con las otras nueve administraciones, se puede concluir que es el gobierno municipal que mejores resultados ha dado en este trienio.

El estilo personal de gobernar y los principios defendidos por Martínez Martínez, incomodan a una clase política acostumbrada al uso patrimonialista de los recursos públicos. Las figuras del viejo régimen la ven como un mal ejemplo que no debe cundir.

Por alguna razón, el gobernador Ignacio Peralta no mandó representante al informe. Y tampoco el presidente del Supremo Tribunal de Justicia en el Estado.
 
ENGORDAR LA YEGUADA

Griselda llega a la liguilla para definir a la candidata de Morena al gobierno estatal, con una ventaja: el atentado a balazos que sufrió el año pasado no sólo la posicionó como una figura nacional, sino que obligó a las autoridades ministeriales a investigarla exhaustivamente para descartar que, cualquier asunto personal o de sus negocios particulares, fuera el móvil del intento de homicidio. La radiografía, la resonancia magnética y hasta el ultrasonido mostraron que Griselda no esconde nada.
Su inscripción de última hora en el proceso interno genera confusión en quienes asumen equivocadamente que, como ya está adelantada la encuesta, hay que hacer otra para medir ahora también a Griselda y Blanca Livier. Formalmente, ambas se inscribieron para participar en la única encuesta de la que saldrá la candidata de Morena.

El caso de Blanca Livier se explica de manera más sencilla: hasta para sacar reintegro, hay que comprar boleto.

La inclusión de ambas en el proceso interno engorda la caballada o, como sería más preciso, la yeguada de izquierda, porque la de Morena se confirma como una oferta electoral absolutamente femenina. Además, desmiente las versiones de que ya hay un dedazo presidencial a favor de alguna de las aspirantes: Indira o Claudia. Y diluye las oportunidades que pudo haber tenido Joel Padilla de encabezar la coalición PT-4T, en el caso que se diera.
Ningún hombre tendría posibilidades de desplazar a una mujer de la candidatura, cuando el mensaje que mandó el presidente en la designación de las personas que renovarán su gabinete legal y ampliado, es que las elecciones de 2021 privilegiarán la igualdad de género.
 
GABINETE DE MUJERES

En la mañanera de este lunes 7 de diciembre, el presidente López Obrador anunció cambios en su equipo de colaboradores:
La diputada federal Tatiana Clouthier fue designada secretaria de Economía, en sustitución de Graciela Márquez Colín quien será propuesta para encabezar la Junta de Gobierno del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI).

El Ejecutivo también envió al Senado de la República la propuesta de la tesorera de la Federación, Galia Borja Gómez, para renovar una subgubernatura en la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico).

En la Tesorería de la Federación, el mandatario propuso a Elvira Concheiro, cuyo cargo deberá ser ratificado por la Cámara de Diputados.

Y anunció a la capitana de altura, Ana Laura López Bautista, como coordinadora general de Puertos y Marina Mercante, en sustitución de Rosa Icela Rodríguez, quien desde hace semanas fue anunciada como nueva secretaria de Seguridad Pública. Esta designación simboliza el paso del sector portuario y mercante a la Secretaría de Marina.
 
YA HAY CARGADA

Mientras todo esto ocurre, seguimos viendo una cargada a favor de Indira Vizcaíno. En el imaginario colectivo ya la reconocen como la candidata a vencer. Y eso eleva el posicionamiento que ya tenía como superdelegada pero, al mismo tiempo, alienta a sus contrincantes a recrudecer los ataques.

De ahí la acusación absurda de que no es elegible porque nació en Mexicali, Baja California. Ese bumerán acabó golpeando a Joel Padilla, quien nació en Nayarit y solamente es colimense por adopción; no por nacimiento como Indira, que es hija de padre y madre colimense. Ambos son elegibles, por lo demás, porque cumplen con el requisito de residencia.

Lo único que han hecho las campañas en contra de Indira es confirmar su estatus como la precandidata con más viabilidad de triunfo. No es cosa menor, otros superdelegados que jugaron igualmente el rol de adelantados no llegaron indemnes al proceso interno.

En varios estados la candidatura al gobierno estatal saldrá de otros cargos, pero en Colima todo apunta a que no. Claudia Yáñez tuvo su oportunidad y no la aprovechó. Entre las dos que fueron electas diputadas federales, Indira Vizcaíno le lleva mucha ventaja a la representante del primer distrito.

Mientras otros aspirantes tienen que empezar a construirse como candidatos, si es que resultan nominados, Indira ha venido fundamentando su eventual postulación a la gubernatura desde la alcaldía de Cuauhtémoc.

EL OBJETIVO ES SAN LÁZARO

El dirigente estatal del PRI, José Manuel Romero Coello, reiteró en rueda de prensa la intención de confirmar la alianza PRI-PAN-PRD, esencialmente en la elección de diputados federales y buscando con ello revertir la mayoría que tiene la 4T en la cámara baja. Si bien, dejó abierta la posibilidad de que en estados donde todavía no se amarra la coalición, se pueda aplicar la fórmula para la disputa por la gubernatura.

Haya o no en Colima una alianza derechista, algunos impulsan a Romero Coello para que busque la candidatura a gobernador. De este modo, les dejaría libre la posición que, en la lista nacional plurinominal a la Cámara de Diputados, le corresponde al presidente del comité directivo estatal en turno. Si José Manuel se sacrifica por la gubernatura, esa diputación de representación proporcional podría ser entonces… para Fernando Moreno Peña.

Cuando Romero Coello dice que debemos “pensar en el interés superior del estado”, y que todavía no se ha roto ninguna alianza con el PAN, hay un reconocimiento tácito a que el rival a vencer es Morena.

De hecho, el delegado del CEN del PRI, Antonio Lugo Morales, enfatizó que la intención de coaligarse con el PAN es impedir que Morena vuelva a obtener la mayoría en el Congreso de la Unión, más allá de las gubernaturas en estados que ya ven como casos perdidos.

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