ESTE ARROZ YA SE COCIÓ

Al analizar las preferencias electorales, los encuestadores Jorge Buendía, Ulises Beltrán y Francisco Abundis coincidieron en señalar que los resultados en la elección de diputados federales, a lo largo de los meses han sido estables en una tendencia favorable a Morena.
¿Este arroz ya se coció?, pregunta el anfitrión de la mesa, Leo Zuckerman, quien conversó en el espacio de ‘Es la hora de opinar’ en Foro TV con los titulares de tres de las casas demoscópicas ‘que sí han publicado encuestas en vivienda’, las ‘más serias’ y ‘metodológicamente más sólidas’: Buendía & Márquez, BGC y Parametría. La segunda parte de la charla se transmitió el 21 de abril de 2021 (https://www.youtube.com/watch?v=QPjdKeU7aSc).
En la primera entrega, las conclusiones fueron que Morena va arriba de los 40 puntos porcentuales en las preferencias. Junto con sus aliados del Verde y el PT, esos puntos le dan una gran probabilidad de mantener la mayoría simple: 251 de los 500 diputados. Pero la pregunta obligada es si Morena llegará a la mayoría calificada: dos terceras partes de la Cámara, los 333 diputados necesarios para reformar la Constitución, apunta Zuckerman.
Ulises Beltrán, de Beltrán, Juárez y Asociados (BGC), hace referencia a un modelo que “no sólo recaba la información de la elección pasada sino que incorpora todas las encuestas publicadas recientemente, ponderadas básicamente en dos dimensiones: la distancia con respecto a la elección, por un lado, y principalmente la calidad de las encuestas; no metemos cualquier encuesta en el modelo”.
“Oraculus [una encuesta de encuestas que hace Javier Márquez] realiza un trabajo muy importante de filtrado de encuestas que, además, son muy confiables. Por nuestro lado hicimos ese mismo filtrado, y llegamos a la conclusión que Morena no llega al 66 por ciento. Se queda en 64 por ciento, esto es, 319 diputados.
“Iremos incorporando encuestas de calidad que se vayan publicando a lo largo del camino; actualizando este modelo de proyección que es metodológicamente sofisticado. Por lo pronto, diferimos en pocas cosas con Márquez, y una de ellas es que para nosotros Morena se queda 11 diputados abajo del 66 por ciento de la composición de la Cámara. Javier prevé que se quede siete diputados debajo de la mayoría calificada, la que le permitiría [al Movimiento de Regeneración Nacional] iniciar cambios constitucionales por sí solo o con sus aliados”, señala Ulises Beltrán.
En este momento –acota Zuckerman–, Morena, el Verde, el PES y el PT tienen esa mayoría calificada.
 
CERCA DE LA CALIFICADA

Jorge Buendía, de Buendía & Márquez, comenta que con la incorporación de los datos de la encuesta de Reforma, la proyección de Oraculus está en 334 diputados para la coalición oficialista.
“Evidentemente, por los márgenes de error se puede ir para cualquier lado. Pero habría que enfatizar que Morena podría lograr una mayoría constitucional no solamente con el apoyo del PT y el Verde. También puede lograrla con el apoyo de legisladores del PRI, de Acción Nacional o cualquiera de las otras fuerzas. Hay diferentes fórmulas para llegar a una mayoría constitucional”.
Zuckerman observa que los números de Morena, en todo caso, son sólidos y que cualquiera de esas opciones estarían en el margen de conseguir los diputados que le hagan falta para alcanzar la mayoría constitucional.
“Esa mayoría está cerca y es muy probable que suceda como pasó en la legislación anterior –dice por su parte Francisco Abundis, de Parametría–, incluso considerando otros elementos:
“Hay por lo menos un par de partidos con alguna posibilidad de conseguir su registro, Fuerza por México y Redes Sociales Progresistas, que no pueden hoy entrar en esta coalición pero que, de llegar al Congreso, serían aliados naturales de Morena, PT y el Partido Verde.
“Si no pasaran FxM y RSP, todos esos votos nulos se van a redistribuir y los porcentajes que tenemos del 43 o el 44 subirán dos puntos en la distribución de diputados, por lo menos.
“Para Morena y sus aliados no hay pierde si pasan o no estos partidos aliados. Al Movimiento le va a pasar como en 2018: quedó en 37 por ciento de votación pero, en realidad, la distribución de las bancadas llevó a Morena como a 39.
“Ahora bien, este tema de la judicialización de la elección [que pretende disminuir la sobrerrepresentación que actualmente está en ocho puntos porcentuales] es fundamental para cualquier modelo que hagamos. En 2018 prácticamente no hubo sobrerrepresentación”.
La iniciativa del INE intenta cambiar la actual tendencia. Es claro que “ya sea por la bancada en la que están o por donde están buscando su reelección, más allá de por qué partidos se presentan los candidatos a diputados federales, la posibilidad de que Morena llegue a una sobrerrepresentación del ocho por ciento es bastante alta. Bastaría que PT y el Verde tuvieran uno o dos puntos de sobrerrepresentación, para que como coalición llegaran a los 334 legisladores”.
“Vamos a tener un verano muy agitado, muy polémico. Más allá del debate entre el INE y Morena por las dos candidaturas a gobernador (la de Félix Salgado Macedonio, en Guerrero, y la de Raúl Morón en Michoacán), la batalla se dará en julio y agosto cuando venga la repartición de 200 diputados plurinominales con esos nuevos criterios que el propio Tribunal Electoral previó desde 2018.
“El INE ya dijo de qué se tratan esos nuevos criterios, pero va a depender si el Tribunal los valida o no. Por ahí van los supuestos de cualquier modelo de proyección”, apunta Francisco Abundis.
 
INCERTIDUMBRE…

¿Este arroz ya se coció?, insiste en la pregunta Leo Zuckerman, quien ve las series de tiempo de las encuestas como el electrocardiograma de un muerto: no se mueve, no hay varianza.
En ese sentido, ¿el voto útil puede hacer que cambien las preferencias?, replantea el conductor que había venido dedicando varias de las mesas de opinión y entrevistas en Foro TV, a analizar las circunstancias en las que una votación utilitaria podría modificar las tendencias.
Ulises Beltrán, siempre “reacio a pronosticar”, señala que hay varias cosas a considerar y una de ellas son las elecciones locales. “Un fenómeno que tendremos que ver es cómo opera el voto” en esos comicios.
“Es probable que si apuntan a malos resultados para Morena en más estados de los que pensábamos al principio, esto determine o influya el voto hacia abajo, el sufragio en las elecciones federales o viceversa. Sigue estando en duda cómo se va a comportar el electorado en las votaciones locales”.
Luego “hay 50 distritos donde, aun con una proyección que es muy parecida a los resultados anteriores, la diferencia entre ganador y perdedor es de menos de cinco puntos. ¿Quién se atreve a decir que este arroz ya se coció, cuando en el 10 por ciento de los distritos la diferencia entre el primero y segundo lugar es tan pequeña?”
Y, tercero y último, “hay señales de la opinión pública que son en general contradictorias. Vemos un amplio acuerdo para el presidente de la república que, presumiblemente, ayudaría a un voto favorable a su partido. Pero, por otro lado, existe un gran rechazo a políticas públicas específicas: como el manejo de la pandemia, de la economía y la seguridad. Si el electorado pone más atención a estas últimas señales, es probable que castigue un poco más al partido en el gobierno”.
Finalmente “está un importante factor: en las elecciones federales intermedias, generalmente los partidos pequeños contienen más votos de los que indican las encuestas previas. Esto seguramente hará diferencias”, desglosa Beltrán.
Lo que lleva a Zuckerman a afirmar, casi con alivio, que este arroz todavía no se ha cocido. Hay mucha incertidumbre que es, finalmente, la definición de la democracia.
 
…PERO EN LOS MÁRGENES

Para Jorge Buendía, aunque la incertidumbre en los resultados existe sin lugar a dudas, “estamos hablando de cambios en el margen. Nadie puede augurar que Morena no va a acabar en primer lugar”.
Sin embargo, insiste Zuckerman, los cambios en el margen pueden ser cambios enormes. Un punto porcentual más o menos puede significar para Morena alcanzar o no la mayoría absoluta.
“Indudablemente”, acepta Buendía. “Y Morena está en un rango de votación donde la traducción de votos en curules es particularmente sensible”.
“Mas cabe una precisión: cuando se habla de la influencia de lo local en lo federal, esperaríamos que la elección de gobernador sea la que más influya, pero no hay que olvidar que, si bien son 15 gobernaturas, son estados relativamente pequeños. El más grande es Nuevo León.
“En total, en estos 15 estados sólo se eligen 92 de los 300 distritos. Es decir, estos 15 estados representan un poquito más del 30 por ciento del electorado nacional. De ahí que si se diera un efecto de color inverso o de arrastre inverso como se le llama, estaría circunscrito a esas entidades.
“Otro tema a profundizar es que, tradicionalmente, a los partidos pequeños les va muy bien en las elecciones intermedias porque reciben el voto de los independientes que, en buena medida, se van hacia los partidos pequeños. Pero uno de los grandes cambios que han ocurrido en los últimos tres o cuatro años es que los independientes están rechazando claramente a PAN-PRI-PRD, mientras que Morena sí entra en ese mercado.
“A diferencia de otros partidos gobernantes, el actual partido en el poder le disputa el voto de los independientes a los partidos pequeños. Entonces, tengo mis dudas de que esos partidos de las llamadas cuartas fuerzas tengan tantos votos como en el pasado, precisamente porque el hoy partido gobernante les quita un cacho de votantes. Eso no sucedía antes, ya fuera con el PRI o con Acción Nacional”, sostiene Buendía.
 
LOCAL Y FEDERAL

Pese a lo que le van diciendo sus entrevistados, Zuckerman insiste en decir que este arroz no se ha cocido, que todavía hay muchas variables que pueden mover los resultados electorales.
Para Francisco Abundis, hay “grandes tendencias de las que podemos hablar y números a analizar respecto a las preferencias que se convierten en votos”.
“Regresando a esta discusión entre lo local y lo federal, hablando de esta ironía que se da cuando lo más importante para el país [la gobernabilidad de la Cámara de Diputados] es lo que menos ve la gente, las elecciones que están dominando por lo menos en el nivel de conocimiento, son las de alcalde. Ni siquiera las de gobernador.
“La elección de alcalde tiene ya una tercera parte del conocimiento, según los gráficos. Luego viene la de gobernador y después la de diputado federal. Esto es, una tercera parte de la población sabe que hay elección de alcalde, y una cuarta parte de la gente, a nivel nacional, sabe que hay elección de diputado o de gobernador. Irónicamente, parece que lo que va a jalar más son las ciudades grandes en esos 15 estados donde habrá elección de gobernador.”
En esa lógica, hasta el orden de las mesas por las que tendrá que pasar el elector para depositar su voto en las urnas, puede importar: “si está primero la mesa del proceso local o si pasas antes por la federal”, resume Abundis.

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