Con el objetivo de prevenir padecimientos mentales, la Secretaría de Salud y Bienestar Social del Gobierno del Estado puede detectar oportunamente el deterioro cognitivo o del conocimiento con una prueba de tamizaje que se aplica en los centros de salud.
En el marco del Mes del Adulto Mayor, la dependencia estatal aplica estrategias que pueden identificar significativamente los trastornos mentales como el Cuestionario de Evaluación Mínima de Funciones Mentales Folstein que lleva a cabo en los centros de salud, independientemente de la consulta a la que acuden los pacientes.
Con dicha prueba de tamizaje se valora la función cognitiva de los adultos mayores de 60 años y se detectan las alteraciones de la memoria, lo que permite la detección oportuna de trastornos mentales y dar seguimiento a los mismos con personal médico que está capacitado.
La Coordinación Estatal de Envejecimiento y de las Unidades de Especialidades Médicas (Unemes) durante este año, hasta julio pasado, ha realizado 3 mil 105 pruebas en el Estado.
En México, la prevalencia general de deterioro cognitivo en la población mayor de 65 años se encuentra alrededor del 8 por cierto.
Los factores asociados con el deterioro cognitivo son diversos e incluyen edad, género, antecedentes familiares, grado de escolaridad y otros casos, siempre relacionados con la enfermedad cardiovascular y cerebrovascular.
En el proceso normal de envejecimiento, las alteraciones de la memoria no tienen la intensidad ni las características propias de los trastornos demenciales, aunque pueden repercutir en el funcionamiento cotidiano y social.