¡Larga vida al Volcán Fest!

Tomo las palabras del ex presidente municipal Héctor Insúa: “¡Larga vida al Festival Internacional del Volcán!”, que ojalá resulten proféticas. Tras la cuarta edición, los colimenses demostraron que se han apropiado de este evento; pulverizaron con su entusiasmo cualquier intención de que una administración diferente a la que creó el Volcán Fest tuviera la mínima intención de suspender su realización y lo han dotado de longevidad.

El camino hacia el cuarto festival, sin embargo, no ha sido tan terso como se supone. Hace un año, en plena campaña electoral, el actual alcalde Leoncio Morán criticaba el evento en sus redes sociales y hablaba de cambios drásticos, desconociendo sus virtudes. Finalmente, tras su victoria en las urnas, quedó claro que no sería sencillo librarse de la organización del festival; la vara estaba muy alta, y al contrario, la exigencia ciudadana obligaba a superarla. Mantener el festival fue la primera buena noticia que nos dio la administración de Locho.

Si algo ha quedado claro después de cuatro ediciones del Volcán Fest, es que el evento es grandioso por la gente que lo acoge. El FIV fue atacado, difamado y menospreciado con fines políticos durante sus tres primeras ediciones, y al contrario de lo que se pretendía, los diferentes sectores sociales lo arroparon y lo hicieron insustituible. Afortunadamente en esta cuarta edición, las intrigas, las injurias y el veto direccionado en contra del FIV y sus organizadores ya no tuvieron cabida; algo de lo que la administración de Morán Sánchez debe sentirse aliviado.

Huelga decir que los mayores ganadores del cambio de siglas administrativas en la Presidencia Municipal son los priistas; debido al férreo ataque que sufrió el FIV desde actores vinculados a los colores del PRI, era lastimoso ver cómo los funcionarios del Gobierno estatal o del entonces Gobierno federal que acudían al evento escondían la mirada, como si disfrutar del Volcán Fest fuera una afrenta a sus relaciones políticas. Ahora, hasta partícipes son del evento, a sabiendas de que la relación con la actual administración capitalina es estrecha. ¿Un paso más hacia la cordura política? Esperemos que eso no cambie si el siguiente trienio lo organiza un gobierno de Morena, PT, Verde, Panal, nuevamente PAN, o sus derivados.

La gran acogida que le ha dado la gente de diferentes partes de Colima al Volcán Fest no tiene que ver con colores políticos. Lo que hizo grande al FIV es la disfuncionalidad e involución de la Feria de Colima, un evento cuyo recinto va más allá de lo incómodo, con espectáculos poco atractivos, plagado de eventos campiranos en su calendario, muy pocos destinados verdaderamente al disfrute de las familias, y en el que el desembolso de los asistentes debe ser mayúsculo para que sea realmente gozable. Además, se corre el riesgo de que los conciertos no se realicen, como el fallido espectáculo de Lupita D´Alessio en el Palenque del recinto ferial (que se pospuso a las fechas originales de la Feria), y por el que muchas compradoras de boletos no recibieron, y tal vez no recibirán, su reembolso.

El FIV vino a suplir las carencias de la Feria con respecto al gusto de un gran sector de colimenses; desde el primer año, el evento organizado por Davide Arena encontró capitalinos ávidos de esparcimiento para todos los gustos, que en los primeros tres años tuvo un repertorio musical más variado, con foros que se volvieron icónicos, acordes a las exigencias de los distintos grupos sociales que se entregaban al evento. Habrá que asumir que las diferentes administraciones que lleguen a organizar el Festival Internacional del Volcán les darán sus giros particulares al evento. Locho decidió remover el Foro Juárez, y así como éste fue extrañado, algunos otros elogiaron el Foro Colimita, en el Auditorio Miguel de la Madrid.

A diferencia de los primeros tres años, el Ballet Folklórico de la Universidad de Colima y la música tradicional mexicana, como el Mariachi, quedaron fuera del foro principal. Cuestión de gustos; cada administración impondrá los suyos, sin embargo, la esencia del FIV no cambiará.

El evento es de la gente, de los comercios de Colima, y de los artistas de las diferentes vertientes culturales. Por ende, es importante que el aspecto cultural no se descuide; este año no se entregó la presea “Alejandro Rangel Hidalgo” a la actriz María Rojo, como lo había anunciado Locho Morán en la presentación de esta cuarta edición, reconocimiento que en las primeras tres ediciones se les entregó a Gilberto Aceves Navarro, Sebastián y Felipe Cazals, respectivamente. No se ha declarado nada formal sobre la tremenda omisión, pero el hecho de que la entrega del galardón quede pendiente de manera indefinida juega en contra del prestigio del FIV.

El Festival Internacional del Volcán es de todos, un espacio donde incluso los detractores más grandes de la administración que lo creó ahora se pasean divertidos, muestra de que los ataques no eran por ser el FIV un espacio generador de vicios y perdición, sino burdo golpeteo político.

Cada esfuerzo que se invierte en el Volcán Fest, o en otra creación del trienio insuista, como el Sábora Fest, ha valido el gozo de la gente de Colima; los mismos culpables de que estos eventos hayan llegado para quedarse.

Como replicaría también Davide Arena: ¡Larga vida al FIV y al Sábora Fest!

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