El Prianismo, noqueado; y visita de AMLO a Colima

El pueblo es sabio, dice nuestro presidente, y es muy cierto, y prueba de ello es la contundente demostración que los electores dieron de su poder para acabar con cerca de 30 años de gobiernos conservadores en Baja California, centro donde se cultivó por primera vez el germen de las concertacesiones entre el PRI de Salinas, y el PAN de la ardilla pinera, Fernández de Cevallos, y cuyos acuerdos llegaría hasta lograr desmantelar o llevarse entre los vergonzantes acuerdos, al PRD de los chuchos ortegas y sambranos, hoy reducidos a la nada.

Creían los agoreros del desastre y detractores de la cuarta transformación que su estrategia mediática contra el gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador; iba a darles de regreso el poder en las dos gubernaturas donde arrasó MORENA. Y resultó lo que millones de mexicanos esperábamos, que la esperanza que tuvimos al acudir el 2 de julio del año pasado a las urnas, iba a continuar en las del domingo 2 de junio.

La derrota del prianismo, es también el fin del paradigma de la democracia artificial, producto de negociaciones cupulares entre las dos fuerzas partidistas hoy reducidas en grado superlativo, aunque uno de ellos, el PRI, esté más muerto que el PAN que sigue dando coletazos de agonía. El pueblo elector es sabio.

Estamos entrando ahora a una verdadera democracia, y la prueba fueron las elecciones de este domingo, que transcurrieron en paz y con gran orden de los ciudadanos. Los ladridos vienen de otro lado, la amenaza de furia viene de los malos perdedores, los reyezuelos de los moches, como el imberbe Marcko Cortés, líder del PAN, partido de corte fascista, según lo encueró el ideólogo de MORENA, el caricaturista Rafael Barajas, alias El Fisgón, que descubrió los orígenes del blanquiazul, un partido de corte clerical, sinarquista y fascista.

El triunfo de MORENA en Baja California y en Puebla es, sin embargo, una gran responsabilidad para el gobierno federal y los dos mandatarios de estas dos entidades que se incluyen en el ánimo de victoria que se vive en casi la totalidad del país, por el triunfo de un nuevo proyecto de nación, un nuevo federalismo basado en la democracia, y no en el autoritarismo del prianismo. Hay, pues grandes motivos para brindar por el triunfo de la democracia y de la Republica frente al retrograda prianismo, que significó corrupción casi absoluta. Un nuevo sol brillará en la frontera norte por el Pacifico y en la Puebla de los Angeles. Se verán gobiernos honestos y progresistas. Sin duda.

PUNTO Y RAYA
AMLO en Colima, bienvenido señor presidente. Cuando redacto este artículo, el presidente de la república está a unas horas de llegar a Colima. Donde es de esperarse que con su sola presencia se desvanezca de una vez y para siempre, el muro que asfixia el libre y económico tránsito de los colimenses y habitantes del, occidente mexicano, es decir, la caseta de empresarios piratas que asaltan como en despoblado a los automovilistas particulares que viajen a nuestras playas en Manzanillo.
Ya son varios años de lucha de los colimenses contra ese muro que se construyó con dinero del pueblo sólo para empresarios deshonestos, cobijados por los gobiernos corruptos del PRI y del PAN, se enriquezcan. Que se ha caído la caseta de extorsión, que nunca más habrá diques en el libre tránsito del pueblo, sería o será la noticia más interesante que esperamos o esperaremos tener un día los colimenses, a propósito de la visita de este martes 4 de junio de nuestro presidente.
Ya comentaremos específicamente de la visita del presidente. Por lo pronto, hay que señalar que el gobernador de algunos colimenses -porque la mayoría ya lo reprueba y lo niega- Nacho Peralta, insiste en tratar de pitorrearse o de faltarle al respeto al señor presidente, y es que no es otra cosa, sino eso, de meterle cuentas al costo de la visita presidencial, que dizque va a costar un millón y medio de pesos. Esa es una mentira. Por eso estamos como estamos, debería decir que la visita del más querido de los presidentes mexicanos después de Lázaro Cárdenas, más bien incentiva la movilidad económica, generando ingresos.
Nacho Peralta miente y trata de confundir a los colimenses, no obstante que sabe que si en algo pone cuidado el presidente, es en la austeridad, me cuelgo si es que la visita del presidente sale en más de 10 mil pesos. Lo que pasa es que la gente, las organizaciones, los simpatizantes, acuden a ver al presidente costeando sus propios gastos. No como lo hacían los faraones o príncipes de la corrupción presidencial, los presidentes del prianato, que viajaban con una corte de oficiosos de toda laya y de todas las secretarías de su gabinete. Llegaban a Colima una semana antes, y la corte de visitas presidenciales se retiraba hasta tres días después. Y todo corría a costa de las finanzas estatales, a algunos secretarios les pagaban hasta a las o los acompañantes íntimos a esa burocracia federal ociosa. Aquellos si eran gastos onerosos.
¡Hasta la próxima!

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