El pasado domingo, de haber ganado de visita a Leones Negros de la UdeG, el conjunto de Loros de la Universidad de Colima hubiera accedido a la liguilla del Ascenso MX. Cayó 2-1, y pese a haber estado muy cerca de la calificación, el resultado adverso permite ver la realidad sin distractores, en la que se evidencia un fracaso más del conjunto colimense, alma en pena cuando se trata de competir en la antesala de la Liga MX.
De los catorce clubes que aún forman este circuito que da acceso a la Primera, Loros se posicionó en el lugar 11 de la tabla general, en gran medida por la falta de contundencia y juego mostrado en sus partidos como local, escenario donde obtuvo solamente una victoria en todo el torneo, desperdiciando duelos donde pudo haber obtenido más que el empate, y donde cosechó tres merecidas derrotas.
El deambular como local del conjunto colimense fue lo que a la postre lo relegó de la competencia final, aunque los pocos frutos que obtuvo en el Olímpico Universitario se debieron a la escasa entrega que tuvo el equipo ante su público, a veces convertida en una displicencia que ofendía a aquellos que en cada vez menor medida se lanzaban al campo a ver al cuadro colimense, pese al extremoso calor o la copiosa lluvia.
Hugo Mora, técnico del cuadro colimense, incluso desveló en algunas ruedas de prensa que los jugadores se sentían más presionados en su cancha que de visita. Esta condición se tradujo en más puntaje obtenido fuera de casa, pero que de nada sirvió, pues el único duelo que debían ganar fuera de su estadio, el pasado domingo ante Leones Negros, no pudieron ganarlo.
Aunque la verdad es que Loros no tiene estilo de juego que sirva de base para aspirar a algo importante en el Ascenso. El trasiego de la pelota se complica de manera exagerada, y uno de los pilares de su estilo, el juego por las bandas, deja muy pocos dividendos.
Una liga que ciertamente no es la Segunda División premier donde Loros hace lodo, y donde los futbolistas que son cracks en aquella categoría, en el Ascenso son opacados por los rivales de más recorrido.
A pesar de ello, es irrelevante pensar en un cambio en el banquillo colimense. Jimmy Goldsmith ha fijado a Mora en el banquillo y peores decepciones no lo han hecho cambiar de opinión. Así que esa carta está fuera de discusión.
Lo único positivo que le dejó a Loros el último torneo fue el campeonato de goleo de Víctor Mañón, un cazador en solitario que desde las primeras jornadas había amarrado su posición como capocannoniere en este circuito. Una situación anecdótica solamente, pues Mañón anotó la mitad de todos los goles de Loros en el torneo, es decir, faltaron jugadores que le abonaran a la cuenta global del club.