ELIMINAR LA SOBRERREPRESENTACIÓN

Con el anuncio del análisis de las propuestas para realizar reformas electorales en nuestra entidad, ha salido nuevamente a relucir el interés por tener una menor carga de legisladores en el Congreso local, pero que también se analice la forma en que los regidores están llegando a los cabildos municipales, las consecuencias que conlleva su llegada en paquete con el alcalde, y el alto costo que representa para las municipalidades.

Hace unos días, el Congreso de Colima anunció un análisis de diversas propuestas electorales, a través de la Comisión de Estudios Legislativos y Puntos Constitucionales, en conjunto con la Comisión de Gobierno Interno y Acuerdos Parlamentarios, en los que se analizarán propuestas realizadas por las y los representantes populares en su tribuna, entre las que destacan la reducción de diputados del Congreso y la disminución de regidores en los diez ayuntamientos, así como el análisis sobre las instancias u órganos que deben realizar la elección de las Autoridades Auxiliares Municipales.

Sobre el tema de la sobrerrepresentación de diputados, tanto Morena como el Partido del Trabajo ya se han definido: identifican un exceso en el número de legisladores, de acuerdo a la cantidad de población que hay en la entidad.

El Grupo Parlamentario de Morena, comandado por Vladimir Parra, expone que esta reducción es una demanda muy sentida en la población, además de que “están abiertos a las diferentes propuestas de reducción, ya que pudieran ser la reducción de distritos y plurinominales o también otros mecanismos que garanticen la participación de las minorías”.

Por su parte, el Grupo Parlamentario del PT, representado por Carlos César Farías, tiene su mira puesta en la reducción de los plurinominales, que en las últimas legislaturas han sido nueve diputados, siendo solo 16 los electos. “Vamos a eliminar de nueve diputados plurinominales que acceden por una simple lista propuesta por los partidos políticos, a que sean solo cinco, como una forma de que los partidos minoritarios también puedan estar representados, pero eliminando la sobrerrepresentación”, adelantó el petista.

También ha habido voces de algunos analistas políticos, quienes han deliberado sobre estas posibilidades, sobre todo en el tema de los regidores municipales. José Luis Santana, en una reciente “Tarea Política”, explicó que, “como los primeros lugares de las planillas de candidatos a regidores garantizan el acceso a las jugosas becas trianuales, las cúpulas partidistas los pelean a muerte, a espaldas de sus propias militancias y de los electores a quienes dejan fuera del parto y reparto de esas candidaturas por el sistema de cuotas. Los primeros perjudicados con el sistema vigente son los propios candidatos a presidentes municipales, al tener que ir a campaña con tantos zánganos pernicioso a cuestas”.

Adalberto Carvajal, en su Estación Sufragio, detalló que la elección de regidores en un esquema individual y sectorizado en cada municipalidad, “alentaría la participación democrática, pues el ciudadano común podría ganar un cargo de elección popular, incluso como candidato independiente, tan sólo buscando votos entre sus vecinos”. En el caso de Villa de Álvarez, por ejemplo, “tendríamos entonces un regidor por el centro histórico, otro por San Isidro, uno más por Villa Izcalli o por la glorieta de la Diosa del Agua. Tantos como demarcaciones en las que se podría dividir la zona urbana, identificándolas por los barrios o colonias de referencia o por hitos urbanos”.

Carvajal también considera “elevar a nivel del ayuntamiento los avances democráticos que se han dado en la elección de autoridades auxiliares: comisarios y juntas municipales. Con ello evitaríamos además que, al elegir a un presidente municipal, la población tuviera que cargar con un conjunto de ediles por los que literalmente nadie votó… Ahora llegan al ayuntamiento aquellos candidatos a la alcaldía que consiguieron un número significativo de votos. Pero en la planilla que gana la mayoría siempre se cuelan varios regidores de bulto”.

De paso, se evitarían algunos problemas que se han venido dando al interior de los cabildos, en especial durante este trienio, en el que se ha evidenciado que el hecho de que un alcalde llegue acompañado de su grupo de regidores, no siempre garantiza que el cabildo vaya a trabajar en unidad, sino todo lo contrario.

Tomando el ejemplo de Villa de Álvarez, es comidilla política que, desde hace algunas semanas, dos regidores supeditados a Leoncio Morán han desdeñado las decisiones del alcalde Felipe Cruz, todo con miras a la sucesión municipal de 2021, con la supuesta doble intención de que Felipe no termine opacando a Leoncio. El desdén ha sido tan público, que en redes sociales han aparecido entregando apoyos “en equipo” con la presidenta del DIF Municipal de Colima, ¡no la de su municipio! Claro, todo esto como parte de la tormenta que ha inundado la franquicia política de la cual es “CEO” el propio alcalde capitalino (aunque esa es otra larga historia).

De regidores de Morena/PT/PES también sobran casos: en Tecomán, inexplicablemente más de alguno se le volteó al proyecto de Elías Lozano; en Manzanillo, más de uno corrió gustoso al bloque de oposición que intentó frenar a la alcaldesa Griselda Martínez; y en Villa de Álvarez, la candidata de “Juntos Haremos Historia” que quedó a 500 votos de ganar la alcaldía, Perla Vázquez Montes, no solo ha sido un fantasma en la lucha de la Cuarta Transformación, sino que ahora se viste de naranja a sabiendas de que en el verdadera 4T colimense no tiene cabida.

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