Está de moda atacar a Hugo López Gatell, aunque después de hacerlo, quien lo hace, termine por hacer el ridículo. El epidemiólogo se ha convertido en uno de los rostros más visibles, creíbles e importantes de la 4T, y eso lo ha convertido en un personaje vulnerable. Como es el rostro más reconocible de la crisis de salud y éste es uno de los temas más sensibles del momento que vivimos y también, uno de los más politizados, resulta también, uno de los más apetecibles y atractivos para que peguen los enemigos de los cuatroteístas, que, como hemos visto, no son pocos.
Cada que hay oportunidad, el Presidente de la República, ha reiterado su espaldarazo al Subsecretario, porque además de haberse constituido en una pieza fundamental en la coyuntura actual de lucha contra el coronavirus, ha resultado también una pieza de la mayor importancia en la estrategia comunicacional del Ejecutivo Federal. Domina su materia pero también sabe ser didáctico, es claro y directo y no desespera por tener que contestar una y otra vez, lo mismo, ni por los impertinentes que suelen interpelarlo, generalmente sin argumentos, durante las tardeadas informativas temáticas. Es ampliamente seguido y ha sabido construir un amplio club de fans.
Muchos ataques que consistentemente ha recibido tienen que ver con las cifras que reflejan la evolución de la pandemia. Y la información con la que contamos es mucha. Nunca habíamos tenido tanta y las bases de datos están abiertas para realizar tantos ejercicios como queramos, aunque por supuesto, hay que saber hacerlos. Las cifras son mentirosas, dicen, pero son las mismas que elaboran los estados, la Federación sólo las agrega.
Leer e interpretar las cifras, las estadísticas, requieren pericia porque cualquier número puede transmitir mucha información, dependiendo de su lectura y del análisis que se haga. Los periodistas pueden no ser los mejores intérpretes estadísticos, pero sólo habría que pensarlo de los de la prensa del corazón, pero no de los financieros, por ejemplo. Periódicos especializados como El Financiero, no podrían caer en errores elementales porque saben cómo tratar las cifras. Pero también en ese diario, poseen personajes como Pablo Hiriart o Raymundo Riva Palacio, y allí, las cosas cambian.
En general, muchos periodistas y columnistas son felices comparando peras con manzanas y la verdad es que aunque no logran convencer a muchos, si logran distraer a quienes luchan contra la pandemia. No cabe duda, alguien tiene credibilidad y por ello, convence, mientras que quien carece de esa credibilidad, no logra convencer a otros.
El Universal reporta que López Gatell se ha convertido en objeto de la burla de algunos gobernadores como Martín Orozco de Aguascalientes y especula que el Subsecretario ya no es un interlocutor válido entre el Gobierno Federal y los virreyes, perdón, los gobernadores. ¿Y cómo lo va a ser? Los ejecutivos estatales han perdido mucho con la intervención de la Secretaría de Salud y del sector. El INSABI ha conducido la adquisición y distribución de insumos y medicamentos, los ejecutivos estatales no pueden acceder a más fondos de emergencia y además ven crecer una figura cuatroteísta que es carismático. Y sobre todo, es un estorbo en su afán por politizar la crisis de salud.
Evidentemente, muchos de ellos, como Peralta han manejado mal este asunto porque no les interesa lo que suceda con la salud y con la integridad de la población, les interesan los dineros y la grilla. En estos momentos debiera prevalecer la rectoría de la ciencia, opina Porfirio Muñoz Ledo.
Recientemente, López Gatell insistió en los estragos que ha causado la pandemia en México, como consecuencia de la dieta de los mexicanos, rica en grasas, azúcares y alimentos ultraprocesados y con ello inició una nueva ola de ataques en su contra. Son muchos miles de millones de pesos y de razones para que los mayores embotellados del refresco negro con etiqueta roja o la panadería global, entre muchos otros industriales y comerciantes paguen a sus textoservidores, y se recurra otra vez a prestigiosas autoridades como Julio Frenk, Salomón Chertorivsky o José Narro para vestir como expertas sus opiniones malintencionadas y convenencieras.
Además, para combatir el coronavirus, López Gatell insiste en medidas baratas como el uso de agua y jabón o cloro para desinfectar, en vez de Lysol u otros viricidas, vamos recomienda el jabón en vez del gel hidroalcohólico que es más caro y no recomienda el uso de cubrebocas que es otro de los negocios emergentes. Son demasiados intereses los que afecta. Y son entonces, son demasiadas las reacciones que desata en su contra.
Con la crisis sanitaria, los gobernadores han incrementado su aceptación, Mitofsky dixit, pero al final, perderán la batalla, pues la epidemiología es una rama del conocimiento que López Gatell domina y los gobernadores ignoran y sus asesores, los secretarios de salud, con frecuencia, también ignoran. Tomemos como ejemplo el caso de Colima: El gobernador es economista de los que no entienden de finanzas públicas y la Secretaria de Salud, bueno, pues otro día, hablaremos de ella. Pero ahora surge el nuevo drama de Peralta que nos culpa a todos por el rápido crecimiento de la infección durante los últimos días. En vez, debiera responsabilizarse y reconocer sus limitaciones, intereses y torpezas como no coordinarse con la Federación y cerrar la economía antes de tiempo. El es el ignorante que actúa de mala fe y los colimenses quienes pagamos los platos que rompió. No se vale.
La salud ha sido uno de los más grandes negocios en México y ha sido fábrica de grandes fortunas. Los afortunados de ayer, ahora gastan parte de las ganancias obtenidas para tratar de conservar sus grandes negocios, aunque sea parcialmente. Los ataques son perfectamente explicables y hasta lógicos, aunque los ataques no tengan lógica. Y como ha dicho el Presidente de la República, lo que no suena lógico, suena metálico. Y además, resulta que estos empresarios y todos los demás, ahora tienen que pagar impuestos que ya no se les pueden condonar y todavía más, ya no pueden usar facturas falsas para bajar sus impuestos.
Como vemos, la lucha es grande y feroz y no va a acabar fácilmente. Y mientras, ya estamos esperando la visita presidencial a Colima, programada para el viernes.
Es todo. Nos encontraremos pronto. Tengan feliz semana.