Queda cada vez más claro cómo se jugará la elección local de 2021 en Colima para la Gubernatura. Hasta hace apenas 15 días había aún incertidumbre y poca claridad porque no se sabía qué alianzas harían los partidos. Hoy eso ya es transparente. Se confeccionaron, hasta esta fecha, dos alianzas grandes y una pequeña, así como se tienen cuatro partidos políticos que jugarán solos. Aunque en política nada está dicho hasta que realmente sucede, este acomodo se sustenta en indicios que llevan a concluir que de esa manera aparecerán ya en las boletas de votación.
Una de las alianzas grandes es la conformada por PAN-PRI-PRD, que, en conjunto, si prevalecieran las mismas condiciones de 2018, sumarían 122,957 votos, que representan el 36.9% de la votación total. Es claro que las condiciones no son similares a las del proceso electoral anterior, pero esta suma de partidos y preferencias, lleva a la coalición azul-rojo-amarillo, aun con los liderazgos y votos que puedan perderse por el mismo significado de su unión, a convertirse en una opción muy rentable electoralmente, con capacidad de competición y triunfo.
La segunda gran conjunción se formó como Morena-Nueva Alianza, la que, haciendo sumatoria de votos, manteniendo todo igual como en 2018, alcanzarían un nivel de 119,618 votos, que significan el 35.9% de los votos totales, apenas un punto porcentual por debajo de PAN-PRI-PRD. Esta es, de entrada, una de las dos opciones más rentables en términos electorales, que es capaz no sólo de competir, sino también de triunfar. Como es bien sabido, el 2021 no será igual que el 2018. Esta suma Moreno Aliancista también tendrá, sin duda, pérdida de liderazgos y votos, sobre todo por lo que resulte del difícil proceso interno de selección de candidatos en Morena.
¿Qué aprendizajes de estrategia y aritmética electoral nos aportan estas dos alianzas? La primera es que, en un contexto de alta competencia partidista y de mucha incertidumbre, se necesita sumar para crecer competitividad y aumentar la probabilidad de ganar. Quien no suma se queda con sus mismos votos y hasta podría disminuirlos. Segundo, no se necesita ir por todos los votos, basta con rebasar apenas a la segunda opción más rentable, por lo que, la alianza que se establezca debe tener como finalidad eso, de contar con al menos unos tantos más votos que tu competidor más cercano.
¿Cómo cambiaron las reglas del juego estas alianzas? La verdad es que, si se mantuvieran las mismas condiciones que el proceso electoral de 2018, estas dos alianzas concentrarían y monopolizarían el 72.8% de los votos, esto es, 7 de cada 10 votos de los colimenses. Con eso, se establecen reglas fácticas para una elección que, con alta probabilidad, será solamente entre dos opciones, que son PRI-PAN-PRD y Morena-Nueva Alianza. Sólo ante situaciones extraordinarias, como un descarrilamiento de alguna de estas dos alternativas, podría una tercera entrar a competir por el segundo puesto e, inclusive, a quedarse con el resultado de la elección.
La tercera alianza lograda para este proceso electoral 2021 es la del PVEM-PT, quese trata de una alianza pequeña con posibilidad de crecer hasta ser mediana y, ya se dijo en este texto, ante sucesos extraordinarios, convertirse en una verdad opción de triunfo. Con datos de 2018, esta alianza tendría, al día de hoy, 33,233 votos, los que significan 10% del total de votos. En un contexto similar se encuentra Movimiento Ciudadano, que es el único partido preexistente que competirá solo en la elección de 2021. En el proceso electoral anterior, esta fuerza política cosechó 23,737 votos, que significan el 7.1% del total de la votación. Se tiene, además, a Redes Sociales Progresistas, Fuerza Social por México y Partido Encuentro Solidario, como nuevos partidos, así como a algunos hasta ahora aspirantes independientes, de los no se conoce con precisión su competitividad electoral.
Aunque en este artículo se ha establecido la conclusión e hipótesis de que la elección por el Gobierno del Estado de Colima será claramente entre sólo dos opciones, llevando a una polarización electoral, algunas variables podrían crear sucesos extraordinarios que den mayor oportunidad a una tercera opción. Estas variables son, primero, el voto de rechazo con que cuentan PAN, PRI y Morena, que les impone un techo, el cual les limita que crezca su preferencia y votación más allá de lo logrado hasta ahora. En función de esto, la alianza que tendría más posibilidad de crecer es la de Morena-Nueva Alianza, a través de esta última fuerza política.
Segundo, PVEM y PT son, cada uno, partidos que están emergiendo con amplia fuerza. Lo hacen no sólo por la oferta política que ponen sobre la mesa, sino debido a que, siendo relativamente nuevos, son sustitutos, el PVEM del PRI, y el PT de Morena, lo que les convierte en rivales directos de esos partidos y, por ende, en cosechadores de los liderazgos y los votos que los otrora partidos grandes van perdiendo. En condición similar se encuentra Movimiento Ciudadano que podría crecer, siendo sustituto y rival directo del PAN. En tercero, los personajes políticos en esta elección 2021 importan, y lo hacen, en ocasiones, tanto o más que los partidos.
Virgilio Mendoza del PVEM, Joel Padilla del PT y Leoncio Morán de Movimiento Ciudadano, son tres personajes políticos con amplia trayectoria, fuerte base social y trabajo electoral y político de varios años, que pueden y están haciendo crecer la preferencia y el voto de cada uno de los partidos que representan. Si en la mente de los electores, los personajes políticos, como estos, comienzan a generar más confianza que los partidos tradicionales y nuevos de mayor competitividad, la elección podría tener cambios inesperados e inclinarse a favor de una tercera opción.