Al denunciar haber sido víctima de una detención “arbitraria e ilegal”, Efraín Medina Valenzuela reconoció de paso que sigue siendo funcionario estatal.
Aunque el exdirector de Inteligencia de la Secretaría de Seguridad Pública (no se conoce cuál es su cargo actual) asegura que la Policía Municipal de Colima lo detuvo, lo mantuvo incomunicado en el Centro Preventivo Municipal por casi cuatro horas y le causó lesiones con las esposas sólo “por ser priista”, la opinión pública tiene derecho a saber cuál fue el motivo de la detención.
Efraín Medina presentó una denuncia ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos al considerarse vejado en su imagen pública por la filtración de videos de la detención. Y alega que se tergiversó la información al manejarse, oficialmente, que había sido detenido en flagrancia cometiendo delitos electorales.
Es necesario esclarecer la situación jurídica de Medina Valenzuela, porque revelaría cómo el régimen se niega a morir de confirmarse que la presunción de delito electoral fue el motivo de la detención, y no sólo oponer resistencia ante el requerimiento de un documento de identidad cuando él se encontraba fumando, dentro de su vehículo estacionado en una esquina de la colonia Mirador de la Cumbre al oriente de la capital colimense.
Acreditar la presunta culpabilidad del funcionario del gobierno estatal, demostraría que el 6 de junio sí hubo una operación de compra del voto e inhibición de la votación. El de Efraín es uno de los casos que fueron públicos y conocidos, pero que no han sido debidamente judicializados hasta ahora.
Si bien el Ayuntamiento está obligado a precisar en qué circunstancias se llevó a cabo la detención (se filtró que en el vehículo había copias de la lista nominal, mucho dinero en efectivo y otras evidencias de un operativo de movilización de votantes), también el gobierno estatal debe brindar la información que satisfaga la sospecha ciudadana.
El vehículo que manejaba Efraín Medina, lo mismo que el que usaban otros involucrados en las detenciones por presuntos delitos electorales, traían propaganda de Margarita Moreno, la candidata del PRIAN a la alcaldía y esposa del exsecretario de Finanzas, cuyo coordinador de campaña era además director de Ingresos en esa dependencia del gobierno estatal.
ELECCIÓN DE ESTADO
Fuera de esas detenciones, no se han podido acreditar grandes incidentes electorales. Es más, los resultados preliminares (PREP) dan certeza a casi todos los candidatos que tienen ventaja, con la excepción de quienes superaron por pocos votos a Andrea Naranjo, candidata a una diputación local en Manzanillo, y Guillermo Toscano, aspirante a la presidencia municipal de Villa de Álvarez. Ya veremos si, en el recuento de los votos, los morenistas logran remontar esas derrotas.
La ciudadanía dio muestras de civilidad. Quienes no mostraron educación política fueron los dirigentes de los partidos perdedores, que salieron a decir que habían ganado cuando la información señalaba lo contrario.
Mely Romero dio a entender que hubo una elección de Estado y denunció el uso excesivo de los recursos públicos y de los programas federales, pero pasó por alto que habían detenido a un operador del PRI con maletas llenas de dinero. Quizá, en la transcripción que hicieron los voceros del PRI para el boletín, se traspapeló esa parte de la declaración. Curiosamente, cuando escuchamos cómo fue la estrategia del Revolucionario Institucional para la jornada electoral, pareciera que Mely estuviera leyendo una vieja denuncia del PRD.
Lo cierto es que le salieron muy caras al PRI las posiciones que adquirió. Antes, los gobiernos salientes retenían la gubernatura, ahora a Nacho apenas le alcanzó para la alcaldía capitalina.
La gente entendió que el voto masivo era la forma de frustrar el voto duro del tricolor. La votación de Griselda Martínez, por ejemplo, fue genuina. En Manzanillo, como en ninguna otra parte, vimos expresarse a la izquierda ciudadana.
LAS HUELLAS DEL FRAUDE
En la subcultura del fraude que hemos padecido, a muchos observadores les surgió la duda por el uso del cubrebocas. ¿Que dejaran a la gente votar embozada facilitó la sustitución de votantes? ¿El titular de la credencial de elector pudo ser suplido por alguien que se hizo pasar por él?
Los resultados obtenidos por Mely Romero merecen una explicación. Dadas las tendencias en la intención del voto, Mely no hubiera podido recabar tantos sufragios. El sacrificio de Locho, quien acabó haciéndose el loco, no explica que Mely haya podido crecer tanto al cierre de la campaña.
Hubo una votación masiva, y esa participación no se debe desestimar apelando a los niveles de abstención porque, en realidad, el padrón está desactualizado. Que bajara el porcentaje de votación no significa que la gente no votó ni que el triunfo de Indira sea ilegítimo o que el abstencionismo sea un reproche a Morena.
La conciencia ciudadana superó incluso las estructuras de los partidos y desoyó a un clero católico conservador que no dudó en hacer proselitismo en contra de Morena, antes y durante la jornada electoral. Cada tres años vemos a curas usar el púlpito para invitar a la feligresía a votar por aquel partido que usa los colores de la Virgen (blanco y azul), pero esta vez más de alguno violó la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público en sus descaradas consignas contra Morena.
NO SE HA ACABADO
La contienda no termina con el reconocimiento de los candidatos perdedores. Habrá que revisar los votos nulos para detectar las huellas de un fraude que no prosperó ante la avalancha de votos, además de acreditar si hubo acarreo de votantes o compra de voluntades. Es hora de que esos delitos electorales se castiguen como lo que son, faltas graves que ameritan cárcel.
Al Tumor (Todos Unidos contra Morena) le queda de aquí a noviembre para revertir el triunfo de Indira Vizcaíno. El fantasma de la anulación ha estado presente en los comicios locales desde 2003. Ha sido un juego perverso buscar una elección extraordinaria que consolide un triunfo muy apretado de los candidatos oficialistas. Y ahora querrán usar el recurso de la anulación como segunda vuelta electoral para unificar a todos los opositores a Morena.