MANCERA Y AUREOLES

Al final, no fue sólo Jorge Luis Preciado quien se inconformó contra el proceso interno del que saldrá Xóchitl Gálvez candidata a la presidencia del Frente Amplio por México (FAM). Cuestionaron también la metodología, Miguel Ángel Mancera y Silvano Aureoles.

Al igual que Preciado, los dos perredistas sostienen que rebasaron la cuota mínima de 150 mil firmas. Pero su verdadero reclamo es que los cuatro aspirantes que pasaron a la segunda etapa representan sólo a dos de los tres partidos del Frente: al PAN, Xóchitl Gálvez y Santiago Creel; al PRI, Beatriz Paredes y Enrique de la Madrid.

Tardaron las dirigencias partidistas en explicar por qué, tanto el exjefe de Gobierno de la Ciudad de México como el exgobernador de Michoacán, aunque hayan cumplido con la cuota en cantidad no lo hicieron en cobertura. Les pidieron un mínimo de 150 mil firmas, sí pero distribuidas en al menos 17 estados.

Si bien el argumento del priista Alejandro Moreno y el panista Marko Cortés fue sólido, tuvo mayor efecto mediático el contragolpe del dirigente nacional del PRD: Jesús Zambrano anunció que el sol azteca pausará su participación en el comité organizador del FAM, hasta que no se aclare la descalificación de Mancera y Aureoles.

IBAN A SER SIETE

A Jorge Luis lo batearon simplemente negándole que haya alcanzado siquiera el mínimo de firmas. Aunque presumió en sus redes sociales haber llegado a la meta, su queja es que no le quisieron certificar los apoyos. Y eso lo llevó no sólo a renunciar a su participación en el proceso interno, sino también a su militancia de 29 años en el PAN.

Preciado exhibió un audio en el que se oye a Ramón Mondragón –gerente de UBox, la empresa responsable de la plataforma con la que se recolectaron las firmas del FAM– reconocer que los partidos políticos siempre tuvieron en sus manos la base de datos. Por lo tanto, no fue una falla de la app sino una decisión de los institutos políticos no validar las firmas en apoyo al colimense.

Pero la infidencia de Jorge Luis que más dañó la credibilidad de la competencia frentista es la que hizo de las palabras de Marko Cortés: “Me dijo, ‘hagan lo que quieran, de todos modos ya está definido y el próximo miércoles [9 de agosto] van a pasar siete personas, tres del PAN, dos del PRI y dos del PRD. Y te puedo dar los nombres de los que van a pasar’”.

Pese al spoiler de Jorge Luis, al final no llegaron los perredistas y tampoco un tercer panista: Francisco García Cabeza de Vaca. No obstante el desaire y, quizá, en agradecimiento por haberlo dejado participar en la competencia siendo su situación prácticamente la de un prófugo de la justicia, el exgobernador de Tamaulipas legitimó el proceso al desarmar los argumentos de los perredistas.

Dijo que si bien alcanzó 197 mil firmas, éstas no se repartieron en al menos 17 entidades. Y para darle verosimilitud a su argumento en favor de la transparencia del proceso, lamentó que las reglas no fueran más flexibles con los tiempos para recabar firmas y que no considerasen las fallas de la plataforma.

HAZAÑA INCREÍBLE

En su columna Puntos y Contrapuntos (Sin Embargo, 11 de agosto de 2023), Pedro Mellado puso en tela de duda la respetabilidad que sus promotores quisieron atribuirle a la segunda ronda eliminatoria del FAM.

En apenas 26 días, dice el periodista tapatío, entre el jueves 14 de julio y el martes 8 de agosto los cuatro finalistas captaron un millón 710 mil 223 firmas. Sin olvidar que en las primeras semanas todos los aspirantes se quejaron por las dificultades para acceder a la plataforma, eso significa 65 mil 777 firmas por día y, por lo menos, ocho mil 222 firmas por hora en jornadas de ocho.

Según los registros oficiales validados por el Instituto Nacional Electoral (INE), el Partido Revolucionario Institucional tiene dos millones 65 mil 161 afiliados, Acción Nacional apenas 252 mil 140 militantes y, el Partido de la Revolución Democrática, un millón 242 mil 410 miembros registrados.

Esos datos llevan a Mellado a concluir que, si entre el tricolor y el blanquiazul suman dos millones 317 mil 301 afiliados, el millón 710 mil 223 firmas que respaldaron a los cuatro precandidatos finalistas representan el 73.80 por ciento de los padrones priista y panista.

Los perredistas, por su parte, se quedaron abajo numérica y proporcionalmente. Sólo le sumaron 195 mil 575 firmas al senador Miguel Ángel Mancera Espinoza, un pobre 15.74 por ciento del seguramente desactualizado padrón del partido.

Que Xóchitl Gálvez le sacara alrededor de 100 mil firmas de ventaja a Beatriz Paredes, su más cercana competidora, ¿es una hazaña de eficiencia y movilización o el resultado fue trucado?

Asumiendo que a un partido de masas que todavía conserva una gran estructura como es el PRI le sea más fácil recabar firmas, llama la atención lo conseguido por la hidalguense. Sobre todo porque, siendo una aspirante de la sociedad civil, Xóchitl es algo parecido a una candidata independiente en el proceso interno del FAM.

Al cotejar las credenciales de elector con el padrón del PAN se puede inferir que las firmas de los panistas fueron en su mayoría en apoyo a Santiago Creel. Y no obstante que, por instrucciones de la dirigencia nacional, el PRI en los estados dividió sus esfuerzos de promoción entre Paredes y De la Madrid, la exgobernadora de Tlaxcala tiene a la nomenclatura de su lado. Si a Miguel de la Madrid que fue presidente de la república no se le veía como priista, tampoco a su hijo.

DINERO Y FOTOCOPIAS

Pedro Mellado saca cuentas que ponen en tela de juicio la fiabilidad de las firmas. Cuando Jaime Rodríguez “El Bronco”, entonces gobernador de Nuevo León, presentó ante el INE un millón 994 mil 783 firmas para validar su aspiración a ser candidato independiente a la Presidencia de la República, la división entre 127 días –del 16 de octubre de 2017 al 19 de febrero de 2018– daba 15 mil 706 firmas diarias, y un promedio de mil 963 por hora en jornadas hipotéticas de ocho.

Por su parte, Margarita Zavala, esposa del expresidente Calderón, presentó un millón 556 mil 793 firmas para respaldar también una candidatura independiente. La suma daba un promedio de 12 mil 258 firmas diarias y, mil 532, por hora.

El despliegue de propaganda y recursos que hizo “El Bronco” representaron un gasto oficial de 19 millones de pesos. El de Zavala Gómez del Campo, de 13 millones de pesos. El INE investigó después y documentó un presumible gasto de 33 millones de pesos por parte del neoleonés, quien habría destinado ese dinero a superar con creces la cantidad mínima (866 mil 593) de firmas de apoyo exigidas a los precandidatos independientes.

Margarita se bajó de la contienda cuando, aparentemente, perdió a los patrocinadores de la campaña desilusionados por el poco arrastre que tenía la exprimera dama. Al final, le anularon un importante número de firmas que habían sido validadas con fotocopias de la credencial de elector.

Para Mellado, es irreal que los cuatro sobrevivientes del proceso interno del FAM, supuestamente sin dinero y con equipos de campaña casi inexistentes, hayan obtenido en tan sólo 26 días casi dos millones de firmas.

En el mismo sentido, Mancera cuestionó el miércoles 9 de agosto la posibilidad de que el comité organizador haya podido, verdaderamente, revisar millones de firmas en menos de un día para determinar quiénes sí cumplieron con los requisitos establecidos.

¿Cómo podrían los ganones del proceso demostrarle al coordinador del PRD en el Senado que, aun cuando recolectó 195 mil 575 firmas, no logró la meta de la dispersión geográfica en al menos 17 estados?

Mancera lamentó que, a 15 minutos de la hora marcada para anunciar la continuación de la siguiente etapa, lo excluyeran del proceso. Y expresó con amargura: “Desconozco en qué esfera de poder se tomó la decisión”, cita Mellado.

SÍ ESTÁ ARREGLADO

Son, entonces, ya varios los testimonios de los que participaron en el proceso del FAM que coinciden con los señalamientos del presidente López Obrador en el sentido de que la competencia está arreglada para que la candidata sea Xóchitl.

Y cada vez hay mayores indicios de que la esfera de poder donde se tomó esta decisión no es la cúpula de los partidos que forman el Frente, sino el poder económico encarnado por Claudio X. González.

Lo cual lleva a la clase política a plantearse preguntas cruciales: ¿esa élite empresarial está por encima de la dirigencia de los partidos? En todo caso, ¿qué mueve a Alito, a Marko y hasta a los Chuchos –más allá del berrinche– a aceptar esta subordinación?

Una respuesta probable es la esperanza de los partidos en que Gálvez, al final, despegue como candidata y les dé los votos suficientes para mantener a esas nomenclaturas activas políticamente, cobrando sus dietas como diputados plurinominales y senadores de primera minoría o de lista nacional.

Siendo realistas, no esperan que Xóchitl Gálvez gane la presidencia en 2024. Eso no lo creen ni los que inventaron las encuestas que dan un empate técnico entre Claudia Sheinbaum y la otrora niña de las gelatinas. Pero en su imaginación más fantasiosa, anhelan que se repita un escenario como el de 2006 cuando Felipe Calderón, por la fuerza de la propaganda negra y “el algoritmo”, según aquel IFE alcanzó y rebasó por medio punto porcentual al puntero López Obrador.

La gran hazaña de Xóchitl sería recortar la ventaja de la candidatura a vencer, en este caso la de Morena, lo que le permitiría a la abanderada de la oposición beneficiarse de un nuevo fraude electoral orquestado por este INE, o de un lawfare (guerra judicial) a cargo del Tribunal Electoral, o de un golpe blando dado por los medios de comunicación y supuestas organizaciones de la sociedad civil, cuando no de una combinación de todos esos recursos golpistas.

TIRARON LASTRE

Queda por resolver una cuestión: ¿era necesaria tanta violencia política contra el PRD?

Está claro que ese membrete que acabó siendo lo que fue el gran partido de la izquierda institucional mexicana, ya agotó la capacidad de simulación que tuvo cuando se integró al Pacto por México de Peña Nieto para sacar las grandes contrarreformas neoliberales.

Y es que el PRD ya ni siquiera le sirve al FAM para engatusar a aquella ciudadanía que, aceptando las causas progresistas, reniega de la personalidad de López Obrador. No es tampoco el ala izquierda del amplio centro que dice representar la alianza PAN-PRI. Ese personaje que interpreta Xóchitl Gálvez en esta comedia política no salió del PRD sino del PAN.

A las dos figuras descartadas y a los dirigentes del sol azteca, las cúpulas del PRIAN los tratan con desprecio porque nada representan ya en imagen ni en potencial de votos. Sacarlos de la segunda ronda fue una manera de demostrarles que no tienen capital político con el cual aumentar su participación en esa sociedad electoral.

Pero los necesitan para corroborar la ficción de una competencia que terminará ganando Xóchitl. Por eso, tres de los cuatro finalistas (la excepción fue De la Madrid), ante las sillas que dejaron vacías Jesús Zambrano y la secretaria general Adriana Díaz, pidieron que regrese el PRD al Frente.

Coincido en que, formalmente excluidos, los Chuchos usarán la pausa en su participación en el FAM para presionar y, a su regreso a la mesa de negociación, doblar la cuota de posiciones plurinominales que corresponderían a una potencial baja recaudación electoral. Lo previsible es que les den candidaturas a cargos que se eligen por mayoría, y que las siglas del PRD sirvan nuevamente para registrar a cuadros del panismo o el priismo.

En cuanto a Jorge Luis Preciado, ¿pasó ya el punto de no retorno? Probablemente sí. Un político colimense que lo conoce bien pues lo ha estudiado como adversario, sostiene que el coquimatlense supo que ya no tenía futuro en el PAN cuando las cúpulas del blanquiazul y el tricolor decidieron que la primera posición en la fórmula al Senado por Colima sería para el PRI. ¿Reaparecerá con los colores del movimiento naranja? Depende de cuánto esté dispuesto a ofrecer en la puja por la franquicia de MC en la entidad.

Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com

Comentarios

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *