A IGNACIO PERALTA, CON ATENTOS SALUDOS DE HUGO LÓPEZ GATELL

Como hemos sostenido, el cubrebocas se ha convertido en un objeto simbólico para quienes desean protestar en contra de la conducción del combate a la pandemia por parte del Gobierno Federal. Los neocones han logrado instalar en la mente de muchas personas la idea de que el uso de semejante instrumento es la panacea contra el SARS – CoV 2, sin importar la calidad del cubrebocas ni la manera como se use. No tienen duda, el nasobuco es su remedio. Peralta por ejemplo, los usa de calidad quirúrgica, quitando la oportunidad de hacerlo al personal de salud que realmente lo necesita para luchar contra la pandemia. 

La idea ha prosperado sobre todo porque nos sentimos indefensos frente al virus, no hay un tratamiento y todavía no contamos con una vacuna, ya casi, pero todavía no. En Colima ese sentimiento de indefensión es más profundo que en otros lugares, pues el gobernador es un tecnócrata sin conocimientos ni sentimientos y la Secretaría de Salud está, prácticamente, acéfala. 

Peralta desea rescatar credibilidad y aceptación de los colimenses, sobre todo, de cara al proceso del 21. Y curiosamente, parece no darse cuenta que los juicios que se libran, como el de Lozoya y la develación de El cantar de los cantares, lo hacen candidato a recibir un castigo grave por su vinculación con la Operación Safiro. Negado cómo está para la política, ve nubarrones y responde con bravuconerías igual que lo hace Calderón (se parecen mucho en muchos aspectos e ideas). Sus presiones después aumentarán porque ya viene César Duarte con más información al respecto, y se espera que también cante para trata r de descargarse. 

En tal sentido, Peralta desea convertirse en el campeón del cubrebocas y ante su falta de calidad moral quiere obligarnos a su uso so pena de castigos ejemplares si no lo hacemos, nos impondría penas de prisión y multas enormes por cantidades superiores a cuarenta mil pesos. Una iniciativa de decreto para lograrlo es discutida en el Congreso local. Este resulta un claro desafío al Gobierno Federal que no se ha convencido de la efectividad de la medida y ha insistido, cada que ha tenido oportunidad, que se debe convencer a los ciudadanos de las medidas que se recomiendan en vez de imponerlas. Busca castigarnos como nunca ha intentado castigar a los criminales. 

El Gobierno Federal ha dejado de simular en relación con su obligación de tutelar los derechos humanos de los mexicanos, mientras Peralta, simulador como siempre, intenta atropellar los derechos humanos de los colimenses. Y ese irrespeto se le da de manera muy natural. Él cree que con su iniciativa está defendiendo los derechos humanos de los colimenses. 

Peralta, sin serlo, se siente parte de la alta aristocracia colimense y comparte con los aristócratas la Idea de que hay que sacar de las calles a los pobres que puedan contagiarlos, pues si lo logran, podrán ir a donde quieran y hacer lo que deseen sin correr el peligro de ser contagiados. Entonces, los que continúen en las calles, deben usar un buen barbijo, de al menos, triple capa o de calidad quirúrgica y así, los ricos podrán sentirse protegidos. Como protegido se siente el gobernador cuando se va de fiesta con sus prestigiosos colegas que se reúnen para conspirar contra el Gobierno Federal y para desafiar a Andrés Manuel. Por algo, la Constitución General de la República prohíbe esas alianzas. 

La respuesta del Subsecretario llegó con su conferencia de prensa vespertina del miércoles 12, y claro, regañó a Peralta y al veleidoso Congreso que tiene en sus manos la aprobación del Decreto. Digamos que les impuso sendos tapabocas. El Congreso está dividido en tercios, uno de ellos son cuatroteístas probados y votará en contra de la propuesta, otro, gobiernista, votará a favor y el tercer tercio, son los que se dicen cuatroteístas pero pusieron a remate su voluntad y votos. Llegaron al Congreso gracias a la petición de López Obrador para que les entregáramos nuestros votos, y a través de la alianza que apoyó la candidatura del propio Presidente. Es hora de que demuestren su vinculación con la 4T.

El Subsecretario fue claro cuando expresó su preocupación al asegurar que una medida como la propuesta y que se discute cuando estas letras se juntan, solamente generará un ambiente negativo entre la sociedad y además, se puede correr el riesgo de que no se respeten los derechos humanos, como en el asesinato de una persona en el estado de Jalisco por abuso de la fuerza pública al argumentar que la persona no traía cubrebocas. 

Opinamos que hay que tener mucho cuidado cuando las medidas de control sanitario hacen responsable a las personas… cuando se hace responsable a la persona de lo que le ocurra a los demás con carácter obligatorio, se establece coerción por parte de la fuerza del estado… y eso en un país que ha sido asolado por abusos de autoridad, por actos de violación de los derechos humanos, por una violencia social muy lamentable, puede resultar el enorme riesgo de que se vuelva a abusar de los derechos humanos. 

El Gobierno de México tiene un compromiso irrestricto con la promoción, protección y defensa de los derechos humanos en todos los aspectos… Pero además, siendo una medida auxiliar, no principal, hay un riesgo importante de que se culpen mutuamente los ciudadanos. 

La batalla es muy asimétrica. Por un lado, la postura del Presidente de la República apoyada en las medidas científicas aconsejadas por un reconocido epidemiólogo de clase mundial, con un doctorado en la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, quizás la escuela más prestigiosa del mundo en esa especialidad y por otra, la postura de un destalentado tecnócrata apoyada en las medidas científicas aconsejadas por una administradora de empresas turísticas (así es, aunque lo parezca, no me equivoqué). La gran duda, cuáles de esas ideas parecerán idóneas a los integrantes del Congreso, porque varios diputados, como sabemos, no se distinguen por su compromiso ni por su brillantez. 

Si se decide apoyar la iniciativa de Peralta, después habrá que iniciar una controversia para determinar sobre la constitucionalidad de las medidas propuestas por Peralta, a quien, como bien sabemos, eso de la legalidad y el apego a derecho, no es algo que se le da. Y para gobernador y diputados, tengan en cuenta que en estos asuntos, la voz de López Gatell es la voz de López Obrador. La otra opción será esperar una lluvia de amparos. 

Es todo. Nos encontraremos pronto. Tengan feliz semana. 

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