Manzanillo ha tenido importantes afectaciones en su agricultura y en su infraestructura y economía social, con el huracán Lorena, lo que advierte de un gran trabajo para nuestro gobierno municipal, el estatal y de los hermanos municipios de Armería y Tecomán, principalmente, sin dejar de considerar lo que haya ocurrido en los demás; un trabajo que desde ya, debe comenzar, incluso antes de que se desplacen de nuestra costa los brazos periféricos de este fenómeno natural.
En Manzanillo, el sistema de protección civil, en un esfuerzo estrechamente coordinado con el Ayuntamiento, en trabajos encabezados por nuestra presidenta municipal, Griselda Martínez, se mantuvo un constante monitoreo del fenómeno, y cuando sus efectos se manifestaron, el rescate y el auxilio, el traslado de personas a los albergues, y todo tipo de acciones se efectuaron con diligencia.
Como ha ocurrido a lo largo de la historia de Manzanillo y los demás municipios costeros, luego de los efectos de ciclones y huracanes, viene el recuento, el estado de daños; pero también la reflexión por la fragilidad y precariedad de la infraestructura ante estos grandes fenómenos naturales; atención que que debe ir acompañada de propuestas de orden legal y presupuestal en materia de previsión social y conservación de la obra urbana, de vivienda y de puentes y carreteras.
Las imágenes y los reportes institucionales muestran una imagen de los daños, entre los cuales sobresalen las afectaciones en las vías de comunicación y en el campo colimense. Es una tristeza ver tendidos a lo largo del suelo de los plantíos, aquellos enormes y extensos platanares, cuya producción es relevante en la economía estatal; y de repente, ver qué hay que recurrir a otras vías, por la suspensión del paso en puntos del eje carretero principal.
De una cosa estamos seguros todos los habitantes de este paraíso, y es de que toda su belleza, su potencial riqueza marítima y terrestre; ha estado expuesta por razones naturales a dos grandes riesgos: sismos y fenómenos meteorológicos, considerando también las enfermedades tropicales como lo ha sido a lo largo también de la historia, el paludismos la fiebre amarilla, el Dengue, Chikongunya y Zika; y sequías y con ello, recurrencia de incendios.
El asunto de las afectaciones a infraestructura pública, a la agricultura, no sería tan grave si existiese la cultura del seguro, y vamos a ver qué tanto es cierto esto, es decir, que el gobierno estatal a través de sus organizaciones políticas adheridas a su causa partidista, ha fomentado y hecho realidad la promoción efectiva de aseguramiento de parcelas.
Hace unas horas, el presidente de la República, cuando se refería a la protección civil, se refirió a que su gobierno ha estado atendiendo a las familias afectadas con sismos y este tipo de fenómenos meteorológicos, cumpliendo un grave rezago que en ese campo, de apoyo y solidaridad y resarcimiento en parte de sus patrimonios, dejaron los gobiernos federales anteriores, que, incluso, están siendo señalados de que se robaron o desviaron los fondos.
El presidente López Obrador señaló que su gobierno ha sido previsor en este campo de la protección civil y el apoyo solidario a la población, depositando a un fondo especial para las contingencias de esta naturaleza.
El gobernador del estado, ha estado criticando al gobierno federal por supuestos recortes presupuestales en algunos temas, y seguramente ahora tendrá en este asunto de las afectaciones de Lorena otro motivo para seguir reclamando fondos -que no porque no pasen por sus manos, no se estén canalizando directamente a los beneficiarlos-; y en esto es muy importante que los municipios afectados por conducto de sus alcaldes, hagan un recuento efectivo y objetivo, para requerir del apoyo federal, no solamente para atender a aquellos afectados que no hayan asegurado sus parcelas, incluidos municipios y empresarios que no tengan asegurada la infraestructura. Y esto es muy necesario, porque ahora hay un gobierno honesto a nivel federal, que no acepta que la ayuda desaparezca antes de llegar a los necesitados, ni moches por aquellos que realizaban “gestiones”, que no era otra cosa, en el viejo régimen de la corrupción, que pagar caros favores a legisladores, gobernadores y presidentes municipales convenencieros.
PUNTO Y RAYA
Noche del Grito. Como lo preví en mi artículo anterior, de que los mexicanos celebraríamos como gran júbilo el Inicio de la Independencia; efectivamente así resultó: la más grande expresión patria con este motivo. Vimos a un presidente, con gran entusiasmo, con firme voz honrar a nuestros héroes de la Patria, con 20 vivas de grueso calibre en cuanto a la realidad mexicana y la esperanza. Nunca antes se había concentrado el pueblo mexicano para escuchar a su querido presidente en su mensaje y representación del Grito de Independencia dado por el cura Miguel Hidalgo 18 años después de haber sido párroco de Colima.Este evento, que millones de mexicanos esperábamos ver así, de un modo republicano, con austeridad y felices de celebrar a nuestros héroes patrios; ha quedado registrado para siempre en la memoria de nuestra generación. ¡Qué manera de celebrar el inicio de nuestra Independencia! ¡Que viva México! ¡Mueran los males gobiernos del pasado régimen corrupto!
MORENA, LA RECONCILIACIÓN NECESARIA
Hemos visto muchos ataques a compañeras y compañeros de lucha por una alternancia que se convierta también en una revolución, un cambio estructural, en los hábitos de la política y la administración pública colimense. Arrecian los ataques a perfiles que se proyectan entusiastamente y lideran las posibilidades de lograr ese anhelo.He escuchado y visto la beligerancia con que se ataca a un perfil, y desde la cámara federal de diputados tratan de bajarla de las preferencias naturales a donde le han llevado su empeño y su trabajo político y público. Y no dejo de pensar en que es necesaria una gran reconciliación en este Movimiento.
¡Hasta la próxima!