Hay que asumir la existencia de una prensa militante con la 4T por afinidad ideológica y no como efecto de la censura o del dinero, señala Carlos Castellanos, conductor de Debatiendo en La Octava Digital.
Sin embargo, bajo los parámetros de una prensa que coincida ideológicamente con el aparato de poder, ¿cómo resuelven los periodistas militantes las coberturas de violaciones a la ley o a los derechos humanos por parte de un régimen con el que se identifican?
La pregunta se las hace a sus invitadas del jueves 4 de agosto (https://www.youtube.com/watch?v=KrOxCQcMTuA&t=787s): la investigadora de El Colegio de México, Violeta Vázquez-Rojas, y la periodista Daniela Pastrana, directora del portal Pie de Página.
Doctora en lingüística especializada en problemas de semántica, Vázquez-Rojas Maldonado empieza por definir ‘militante’. “Una cosa es militar con un proyecto de gobierno y otra ser incondicional del presidente. Incluso dentro de quienes militan en ese proyecto de gobierno y quienes lo apoyan, no todos son incondicionales del presidente. Hay algunos que sí, pero también hay que ver por qué. Y la cuestión del dinero es importante”.
“Por un lado, a la prensa siempre le exigimos independencia editorial porque es uno de los parámetros éticos de la prensa. Pero, por otro lado, los periodistas necesitan subsistir de alguna manera y este es un gobierno que ha recortado el gasto de publicidad oficial a la tercera parte, y, además lo ha distribuido de diferentes maneras”, señala Violeta.
AMLO MONETIZA
Para la autora de Morfosemántica de la frase nominal purépecha, “sí hay una prensa independiente en el sentido que no depende de grandes corporaciones y, por lo mismo, tiene que buscar su subsistencia”.
“Un fenómeno del que no estamos hablando claramente es que muchos de los nuevos medios que apoyan al presidente –pero no necesariamente a su proyecto en toda su complejidad– son independientes, y han encontrado la manera de subsistir captando suscriptores que les permitan, por ejemplo, monetizar sus programas en YouTube. Y estamos en un momento en el que apoyar al presidente deja dinero. No es dinero de las corporaciones ni dinero del gobierno, sino de las propias audiencias que por su número ayudan a esos canales a monetizar.
“Claro que hay apoyos honestos a López Obrador, sobre todo de periodistas que lo han seguido durante años cuando ni soñábamos que iba a llegar a la presidencia. Lo seguían porque sabían cómo era su relación con los medios corporativos, y por una coincidencia ideológica. Pero hay otros periodistas que lo empezaron a apoyar ayer, ya que es una manera de subsistir”, expone Vázquez-Rojas.
¿CUÁL ES LA PROPUESTA?
Por su parte, Daniela Pastrana recuerda que “hace un año y medio, la primera vez que López Obrador cuestionó seriamente a las organizaciones de la sociedad civil y a las grandes fundaciones que financian a medios de comunicación, le pregunté cuál era entonces la oferta que tiene su gobierno para los medios no corporativos”.
“Como no hay una regulación de la publicidad oficial, no hay acceso al presupuesto; pero como tampoco quiere que tengamos financiamiento de las empresas o de las fundaciones internacionales que, desde su visión, son un problema, entonces, ¿cuál es la propuesta de AMLO?
“Aclaro que Pie de Página no quiere tener financiamiento de Coca-Cola ni de los partidos políticos. Prefiero mil veces tenerlo de Fundación Ford que está lejos y no se entera, prefiero tenerla del gobierno alemán que está lejos y tiene sus propios problemas, que el de Veracruz o la Ciudad de México. Lo menos que queremos es el financiamiento de las empresas con las claramente tenemos diferencias, como puede ser Monsanto.
“¿Cuál es, desde la perspectiva del presidente, la propuesta para que los medios tengamos un financiamiento?, le pregunté a López Obrador. Y nada más no me contestó. Cuando quiere darle la vuelta a un tema, Andrés Manuel empieza a hablar de Benito Juárez o Venustiano Carranza.”
INDEPENDENCIA ECONÓMICA
Para Pastrana, integrante de la Red de Periodistas de a Pie, “no termina la 4T de tener una respuesta concreta acerca de su oferta de financiamiento, y el presidente siente desconfianza cuando le hablan de un medio independiente. ¿Independiente de qué?, pregunta inmediatamente. Y, en efecto, en México ni en ningún lugar del mundo se ha encontrado la forma de que haya medios de comunicación independientes de los distintos poderes”.
“Porque hay distintos poderes, nos concentramos en el poder político, pero está el poder económico y, a este, nunca ves críticas. Me hacen gracia esas investigaciones de periodistas de investigación que, tal como nos han enseñado, evidencian la corrupción del ente corrompido que es el Estado o el gobierno, pero nunca evidencian la del ente corruptor que es la empresa.
“Los espacios privados se consideran como si no tuvieran nada corrupción, pero es el ente corruptor y de esa corrupción rara vez se ocupa la prensa, porque es de esas empresas de donde reciben financiamiento medios que, como Reforma, no tienen publicidad oficial. La publicidad que tienen es comercial, y esta determina sus pautas y lo que han de poner en portada o en interiores, qué notas deben sacar para meter un anuncio o el tipo de anuncio que publican.
“Entiendo el tema de la independencia económica, pero de algún modo se tienen que hacer sostenibles los medios. Y no hay una respuesta de los medios ni de las autoridades respecto a cómo vamos a construir [ese modelo de negocio] y cuál va a ser la opción.
“Efectivamente, apoyar al presidente deja dinero porque la gente busca espacios donde pueda encontrar coincidencia ideológica, las audiencias están apoyando aquellos medios donde se sienten representado. Pero hay dos riesgos: uno, ¿qué va a pasar con todos estos medios después de que se vaya el presidente? y, otro, el que me parece más grave, la posibilidad de poder llevar asuntos a la conferencia presidencial.
“Todos los que hemos estado ahí sabemos que tema que pones ahí, problema que planteas ahí, empieza a moverse porque todas las secretarías de Estado toman nota de lo que ahí se dice. Y eso también genera perversiones: por ejemplo, que haya gente a la que le paguen por ir a hacer preguntas. Esas personas terminan haciendo una gestión porque el presidente, después de escuchar la pregunta, ordena que los reciba tal o cual funcionario. Así se gana su comisión quien hizo la pregunta y consiguió la cita.
“Esa perversión se genera porque ahora tenemos la posibilidad de tener un acceso al presidente que antes no tenía ningún reportero, sólo López Dóriga, pero no la mayoría de la prensa y menos alguien con un canal de YouTube”, sentencia Pastrana.
ENTRE MÁS LES DAN…
Desde el inicio de este sexenio, acota Carlos Castellanos, la relación del presidente de la república con la prensa se ha caracterizado por ser hasta ríspida. Como López Obrador le ha dado gran importancia a la política de austeridad, recortó la publicidad para los medios tradicionales y eso orilló también a los nuevos competidores a desarrollar otras formas de negocio para sobrevivir.
A juicio del presidente, esta es una de las razones que ha tensado la relación con los medios de comunicación. Lo cierto es que le ha dejado al gobierno ahorros por 100,000 millones de pesos, si bien es cierto que los grandes medios siguen recibiendo dinero por este concepto. Paradójicamente, son los medios hegemónicos, esos mismos a los que el presidente criticaba, los que más publicidad reciben todavía: Televisa, TV Azteca y hasta Grupo Fórmula.
La 4T, al final de cuentas, hace uso de una política de austeridad y esto implica que algunos medios hagan periodismo militante, periodismo a favor de López Obrador porque, efectivamente, es negocio. La pregunta es si se está viendo reflejada esa austeridad económica para los medios de comunicación, en el manejo de la información.
Lo curioso es, aunque el presidente está destinando dinero a los medios tradicionales, son esos medios de comunicación que más publicidad oficial reciben los que también más golpean a López Obrador, observa Castellanos.
PRÁCTICAS VIEJAS
Vázquez-Rojas advierte cómo la palabra militante ya se cargó semánticamente, y se usa ahora como sinónimo de militante del gobierno. “La verdad es que también los medios corporativos han asumido una postura militante en contra del gobierno y muy vocal”.
“Como el presidente trajo el tema a las conferencias matutinas, hablamos de periodismo militante como si fuera un fenómeno nuevo cuando, realmente, ha sido una tradición en México. No venimos de otro tipo de periodismo, sólo que ahora estamos hablando de eso.”
Respecto a lo que dijo Daniel Pastrana acerca de los gestores que, presumiblemente, cobran una comisión por presentar un asunto al presidente en la mañanera si la pregunta o el comentario deriva en una audiencia para un grupo de interés con un funcionario de alto nivel, Vázquez-Rojas puntualiza que es “una práctica que tampoco es nueva”.
“Se disparó ahora que cualquier reportero o youtuber tiene oportunidad de ser acreditado y entrar a la mañanera, sin tener que ser una figura del periodismo. Hoy es mucho más amplia la posibilidad que tiene un periodista de interactuar con el presidente.
“Es una práctica vieja en un ambiente nuevo. Yo no soy periodista, pero leí a Vicente Leñero y recuerdo mucho esa escena donde habla de cómo los reporteros vendían las notas y [los jefes de redacción] las primeras planas”. Al final, resultaba que unos y otros ganaban más que el periódico porque cobraban por fuera los reportajes que publicaban.
“Estas prácticas deshonestas son antiquísimas. Lo único que han encontrado son nuevos lugares donde practicarse. No es que las haya propiciado la mañanera, sino que los mismos periodistas deshonestos han aprovechado la conferencia para esas cosas.
“En este dilema de los medios para encontrar nuevas formas de allegarse recursos ya que no reciben publicidad oficial, una manera que han explotado es la incondicionalidad con la figura del presidente. Eso les reditúa en el sentido de traerles audiencia. Pero hay otros que han encontrado otra posibilidad de ser rentables, y en el mejor sentido: haciendo un periodismo ético.
“Hay audiencias que buscan eso, quizás no son multitudinarias, pero les permiten a medios como Pie de Página tener en este sexenio muchísima más proyección, gracias a gente que busca historias en los márgenes del periodismo corporativo y que busca este tipo de relatos, no necesariamente nuevos porque siempre han estado ahí, aunque nadie los traía a la luz”, señala Vázquez-Rojas.
¿Y DESPUÉS DE AMLO?
Lo curioso, acota Daniela Pastrana, es que Pie de Página nació con otro propósito: ser una plataforma para periodistas de los estados que no pudieran publicar algo en sus medios, y que con la cobertura de la red tuvieran un espacio de publicación.
“Nuestro medio no tuvo proyección antes porque no existía como tal. Empezamos a partir de que entró este gobierno, y pronto descubrimos que López Obrador coincidía con muchos de los temas que tenemos. Luego vino la pandemia y la dinámica nos fue llevando. Nos tuvimos que ajustar a la realidad, pero hubo muchas coincidencias con los cambios y transformaciones de este gobierno en temas de cobertura que nosotros ya teníamos desde antes.
“Sin embargo, el momento es muy difícil. Hay gente que está buscando otros espacios periodísticos, pero no es fácil hallarlos porque los lectores y los periodistas estamos acostumbrados a dos cosas: una, a ese periodismo que nos dijo que el conflicto es la nota y, dos, al que nos enseñó que, si luego de 364 días de sol hay un eclipse, la nota es el eclipse.
“Para mí eso es un error porque sesgas la realidad, no todos los días del año hay eclipse. Sin embargo, estamos formados como sociedad a buscar eso. Y tienen más clics o más entradas las notas que no te hacen pensar mucho, que las que te obligan a hacer un esfuerzo mental.
“Con este sacudión que ha hecho el presidente por su estilo, modificó todo el esquema. Al final, sobrevivirán los medios que no estén en las esquinas. Y se pregunta Pastrana: ¿de qué van a vivir esos medios polarizados cuando ya no esté en el poder la figura de la que viven?, ¿cuál es el futuro de LatinUs después de López Obrador?, por ejemplo. ¡No tiene!”
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