AL SERVICIO DE SALINAS

En sus respectivos programas de Rompeviento TV, Ernesto Ledesma y Luis Guillermo Hernández discutieron lo que en otros medios y en las redes sociales ha sido motivo de un debate cada vez más acalorado:

¿Debe el presidente Andrés Manuel López Obrador responder a las críticas periodísticas dentro de las conferencias de prensa matutinas? Y, si es así, ¿en qué tono debe hacerlo?

En Perspectivas, Ledesma analizó la cuestión con Jenaro Villamil, presidente del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano (SPR). Y, en Radar, Hernández platicó con Jan-Albert Hoosten, representante en México del Comitee to Protect Journalist (CPJ), y con Balbina Flores, representante de Reporteros sin Fronteras (RSF) en nuestro país.

En una siguiente mesa de análisis, el 6 de noviembre de 2020 (https://www.youtube.com/watch?v=HxvtbvhCTcY) Ernesto Ledesma retomó el análisis aprovechando la presencia de Jesús Ramírez Cuevas, coordinador de Comunicación Social y vocero de la Presidencia de la República, junto a Jan-Albert Hoosten y Luis Guillermo Hernández, esta vez en su calidad de director de la Sexta W y uno de los conductores del espacio que la red de Periodistas de a Pie tiene en Rompeviento TV.

De entrada los panelistas escucharon un extracto de la mañanera del 11 de septiembre de 2020, cuando López Obrador llamó al periódico Reforma “pasquín inmundo” porque publicó, a ocho columnas, una nota donde lo involucraban en un asunto del Ayuntamiento de Macuspana.

Como sabemos, en esa comuna se destapó un escándalo por el supuesto desfalco de 223 millones de pesos, que llevó a la renuncia de la síndica Concepción Falcón, esposa de Ramiro López Obrador, hermano del presidente.

“Es el caso clásico del hampa del periodismo”, dijo el mandatario, “con todo mi respeto a los trabajadores (reporteros, camarógrafos, gente de talleres)” de Reforma, pero no “de los de mero arriba”: propietarios y directivos de un diario que “está al servicio de Carlos Salinas de Gortari”.

ESTIGMA DEL PASQUÍN INMUNDO

Ledesma señala que Reforma ha mostrado su inclinación a falsear la información, no sólo con el presidente López Obrador sino con otros actores sociales: lo mismo la gente de Ayotzinapa que activistas de diversos movimientos y grupos sociales. Como otros medios, el diario se quedó acostumbrado a hacerlo también con el mandatario en turno, pero resulta que ahora hay un presidente que responde.

Jan-Albert Hoosten, por su parte, recuerda que hace unas semanas el Comité de Protección a Periodistas, Artículo 19 y Reporteros sin Fronteras “publicamos una carta expresando nuestra preocupación ante la estigmatización de los medios por parte del gobierno federal, particularmente el presidente de la república, pero también de ciertas autoridades estatales y municipales”.

Para el representante del CPJ, “estigmatizar es usar un tipo de lenguaje que señala a los medios como componentes del poder o como adversarios de un régimen. En Estados Unidos, Brasil y Guatemala, incluso en algunos países de Europa, este lenguaje ha generado una división entre el público, el poder y los medios que podría provocar reacciones bastante adversas y agresiones contra periodistas.

“Jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos señala que este lenguaje estigmatizante afecta a la libertad de expresión, porque podría generar intimidaciones y agresiones contra periodistas y medios. Ya por sí es preocupante que, siendo México uno de los países con mayor violencia contra los periodistas a nivel mundial, tengamos también los niveles de impunidad más altos en crímenes contra periodistas”.

Como presidente, López Obrador no sólo contesta a los señalamientos periodísticos sino que lo hace llamando a algunos medios fifís, neoliberales u oponentes que deberían tomar partido abiertamente. “Y nos preocupa que, en un país como México donde hay tanta violencia e impunidad contra periodistas, eso pueda generar situaciones peligrosas”.

Evocó Hoosten la amenaza de bomba contra el periódico Reforma, reivindicada por una persona que dijo ser seguidor de López Obrador. “El presidente reaccionó inmediatamente y condenó ese tipo de agresiones. Sin embargo, el riesgo es que expresiones como ‘pasquín inmundo’ lleguen a provocar intimidaciones o agresiones”. El tema amerita un debate, sostiene el representante del CPJ.

PEDAGOGÍA POLÍTICA DE AMLO

Como coordinador de las mañaneras, Jesús Ramírez Cuevas reitera que el gobierno de la 4T “está comprometido con la libertad de expresión y el respeto a la pluralidad y a la crítica. Está probado que no ha habido ningún ataque directo del gobierno, ninguna acción de censura, ninguna llamada a las redacciones para pedir que se despida periodistas, bajen un artículo o para poner contra las cuerdas a algún columnista”.

“Nunca habíamos tenido tanta libertad, en el sentido de que el libre ejercicio de la opinión de cada quien no tenga consecuencias. La diferencia es que ahora hay un gobierno y un presidente que tiene una agenda mediática, que coloca los temas y hace reflexión pública, que explica lo que hace y que, además, delibera, discute y debate con sus oponentes, tanto fuerzas de oposición como intereses de oposición que se ventilan en los medios”.

Lo que hace López Obrador, según su vocero, “no es estigmatizar al medio sino revelar el juego que hay detrás de una fake news o cuando un periódico reproduce una información incorrecta que estigmatiza sin base a un funcionario”.

Habría que ver, por otro lado, cómo acabar con cierta impunidad que existe en las redes sociales y en los medios. En México no tiene consecuencias mentir, llamar a campañas de odio o de estigmatización social o política. Y, para tener una democracia sana, necesitamos reducir esos márgenes que se abren cuando no hay debate ni discusión sino ataque y descalificación.

“Lo que ha venido haciendo el presidente es un ejercicio de pedagogía política, de didáctica para los grandes sectores. No para los sectores ilustrados ni las onegés, no para los académicos ni los periodistas, sino para el público en general que acude o ve las mañaneras y que es bastante gente.

“Muchas veces lo que parece en los medios una corriente de opinión, es en realidad una estrategia de comunicación de las farmacéuticas, las petroleras u otros poderes fácticos cuyos intereses están siendo afectados en la transformación del país.

“El presidente tiene que señalar –también por la necesidad de defender sus políticas y sus perspectivas– cuando algo ya rebasó la deontología periodística; cuando lo que se publica es de plano un invento, una mentira que hace que un medio de comunicación que tenía un prestigio y una trayectoria, termine pareciendo más un pasquín que un periódico”. Que cada lector saque sus conclusiones, invita el vocero de Palacio Nacional.

NO A LAS GENERALIZACIONES

A Ramírez Cuevas le preocupa “cuando en este asunto se victimiza a los medios. Es entendible que en una crítica que hace el presidente desde el poder político o como representante del Estado mexicano, se tenga que ponderar el lenguaje. Pero eso no significa que no pueda decir lo que piensa, porque también eso forma parte de la vida democrática”.

“Y me preocupan mucho más las generalizaciones, en las que podamos incurrir nosotros como gobierno y las de los actores políticos o de los medios de comunicación y los periodistas. Como cuando se dice que un lenguaje directo como el que se ha establecido en este diálogo que son las mañaneras, replica la violencia que existe hacia la prensa y hacia los periodistas”.

La mañanera es un diálogo circular, acota Jesús Ramírez Cuevas, porque a esas conferencias acude un reportero de Reforma que pregunta y cuestiona las respuestas. Y, luego, el diario responde con su primera plana a la mañanera anterior. Hay ahí un juego de debate válido, muy enriquecedor y muy diferente al diálogo de sordos que se daba cuando en la redacción había un teléfono rojo conectado en línea directa con Gobernación, a través del cual amenazaban al medio con quitarle la publicidad o mandarles a la policía. “Ese tipo de intimidación ya no ocurre. Nadie puede probar que un hecho así se haya ordenado desde el gobierno federal”.

Generalizaciones como esa de comparar el derecho de réplica con una agresión, diluye el problema de las agresiones, sostiene Ramírez Cuevas, en lugar de poner el foco donde debe estar: los poderes fácticos, el crimen organizado y los poderes locales. “Ellos son los que, realmente, realizan campañas de intimidación y amenazas directas a periodistas”.

“Expliquémos: ¿qué está pasando en Cajeme?, ¿por qué ha habido tres periodistas asesinados este año en un municipio de Sonora? Defendamos el derecho de los periodistas de provincia a hacer su trabajo. Valdrá la pena una investigación, tanto oficial como de las oenegés y de los organismos nacionales, respecto a lo que sucede donde está ocurriendo la violencia contra los periodistas.

“No es el poder político central el que está actuando en contra de ellos, aunque sí es su obligación y un compromiso internacional porque está nuestra constitución, sostener el mecanismo de protección a los periodistas. Es una obligación del Estado garantizar a los periodistas el libre ejercicio de su profesión y, por lo tanto, combatir la violencia y la impunidad.

“No obstante que está pendiente responder a satisfacción plena a este propósito (que es una obligación), ha habido avances. Si hacemos una comparación entre lo que pasaba antes y lo que sucede ahora, vemos que hoy sí hay consecuencias, ya hay gente detenida. En por lo menos un tercio de los casos, los responsables están tras las rejas, con procesos y con sentencias. Es muy diferente a la impunidad absoluta que reinaba en la normalidad del régimen anterior, ese que de alguna manera hemos querido transformar”.

LOS PODERES FÁCTICOS, MATAN

Para Jesús Ramírez Cuevas, es importante encontrar un punto de equilibrio entre el debate como libre deliberación y cuando el cuestionamiento abierto se evita o se miente.

El presidente llamó ‘pasquín inmundo’ a Reforma porque “lo que puso a ocho columnas no era verdad”. No tiene base, insiste, era un invento que sacaron de un diputado opositor sobre un asunto que ni siquiera se estaba discutiendo todavía en el Congreso de Tabasco. Pero, además, “llevaba jiribilla: atacar personalmente al presidente, involucrar a un familiar, no tan cercano pero familiar al fin de cuentas”.

“Son las malas prácticas de golpeteo personalizado que ya hemos visto, pero que no ayudan al periodismo ni a la democracia y, por supuesto, tampoco ayudan al medio que las hace.

“Sin escandalizarse, vayamos a una normalidad democrática donde haya libre deliberación y debate entre los actores políticos y los gobernantes, pero donde los gobernantes también rindan cuentas frente a la población, que no se escondan en la trinchera de su derecho de réplica con tweets sino que den la cara.

“El presidente López Obrador da la cara todos los días (Artículo 19 ha estado en la mañanera, haciendo preguntas). Cualquier periodista, columnista o youtuber está invitado a participar y a formar parte de la construcción de la nueva democracia, una democracia que implica desacralizar al presidente para poder hacerle preguntas profesionales (que, luego, a veces falta ese profesionalismo en algunos compañeros). La mañanera es algo inédito y me parece saludable para la democracia mexicana.

“Sigue siendo una señal de alerta que continúen los asesinatos a periodistas y los ataques a medios de comunicación, tanto como los condicionamiento de la publicidad por parte de gobiernos estatales y municipales, o las presiones de poderes fácticos, particularmente del crimen organizado que, en muchos lugares, no permite que se haga el ejercicio libre del periodismo (ellos son los que amenazan y ponen bombas).

“Es importante definir qué actores amenazan la libertad de expresión, para no incurrir en generalizaciones. Decir que es el gobierno el que provoca y causa la violencia con su estigmatización, no ayuda a resolver el problema. Es importante profundizar un poco más y que cada quien que haga su parte. Al gobierno, al Estado, le toca por supuesto acabar con la impunidad y que haya consecuencias para quien agreda, amenace o asesine periodistas”, sentencia Ramírez Cuevas.

Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com.

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