ALTA TRAICIÓN

“Es ilusión de estos olvidadores que los otros, las otras, los otritos no sigan recordando su vileza, pero son fantasías sin futuro ni magia, si la sangre de ayer alcanzo a Macbeth como no va alcanzar a estos verdugos de pacotilla y pesadilla”

Mario Benedetti, olvidadores

El 7 de julio se cometió un acto cobarde y vil, al más puro estilo del PRIAN, ese viejo régimen que impone sin escuchar, que compra voluntades, y que con prepotencia despoja y saquea. Ese día, pasará a la historia como uno de los más viles e indignantes en Colima y en el país.

En una sesión ilegal en la que solamente estuvieron diputadas y diputados que vendieron su conciencia, que se prestaron al desfalco y a empeñar el futuro de las y los colimenses, fue aprobada una nueva deuda que pagará el pueblo durante 20 años. El asalto al pueblo de Colima fue de 740 millones de pesos; que luego harán falta para programas sociales y para el presupuesto en salud, educación, cultura y demás rubros.

Por ello, algunos diputados de Morena y del PT iniciamos una resistencia civil pacífica en el Congreso, para obligar a los demás diputados del PRI, PAN, MC, PANAL, Verde y algunos que traicionaron los ideales de Morena, a que escucharan a la ciudadanía, a que no apresuraran esa votación ilegal y a no recibir las órdenes del gobernador José Ignacio Peralta, porque somos un Poder Autónomo, que le debe responder al pueblo y no a la clase política que gobierna con despilfarro y corrupción.

Al mismo tiempo, ciudadanas y ciudadanos libres mantuvieron un plantón fuera del Congreso para recabar firmas en contra de la deuda, iniciativa a la que nos sumamos las y los diputados que nos opusimos desde un principio a esas pretensiones inmorales del gobernador.

Nosotros estamos orgullosos de las acciones de resistencia civil pacífica, porque creemos que se ha hecho historia. Por primera vez, se dejó claro que, quienes sentimos la Cuarta Transformación en la sangre, exigimos la independencia, la autonomía, la dignidad del poder legislativo como representantes populares que somos. 

Nosotros representamos a la gente, a las grandes mayorías que votaron por el cambio verdadero y no les hemos defraudado, hemos luchado cada minuto, cada segundo, para que las cosas cambien en este estado y lo seguiremos haciendo.

El día viernes 3 de julio, en la comisión de Hacienda, vimos la muerte de un régimen desesperado y en deshaucio. A partir de atropellos, el viejo régimen en Colima nos mostró su verdadero rostro en su etapa moribunda.

Se expusieron como lo que son: una enfermedad que a costa de lo que sea, trata de sobrevivir para seguir con las políticas de saqueo, de pillaje, de corrupción, y esto marca también el fin del partido único en el estado de Colima. Ya no será el estado botín de una camarilla, del Pri (el estado más priísta del país). Ya no van a estar los intereses de unos cuantos, de una oligarquía para aprovechar el dinero público, para seguir saqueando y haciendo negocios particulares.

Ese día se quitaron la máscara… el Pueblo los vio como lo que son: autoritarios, corruptos, simuladores. Y pueden hacer sesiones virtuales, pueden cambiar de sede, pueden protegerse con granaderos, pueden fingir que aprobaron ese crédito ilegal, pero los va a juzgar la historia, los va a juzgar la gente por sus hechos, por donde quiera que anden tendrán que caminar con la cabeza agachada, a donde quiera que vayan tendrán que mirar a la gente con miedo. Miedo al reclamo, miedo al cuestionamiento, miedo a ser juzgados. Nosotros sí podemos salir a la calle y mirar a la gente a los ojos.

Desde el día viernes en la comisión de Hacienda no hubo discusión parlamentaria, no hubo parlamento abierto, no hubo foros, no hubo debates, no hubo análisis. Mis compañeros Arturo García Arias y Ana Karen Hernández hicieron una valiente denuncia para evitar esa simulación, perpetrada por el diputado Rogelio Rueda y secundada por los diputados Julio Anguiano y Guillermo Toscano, quienes de manera muy clara ya se mostraron ante la gente como diputados fieles al Priato y no a la Cuarta Transformación. 

Nosotros sí queríamos escuchar a los secretarios, nosotros sí queremos que aclaren varias dudas que tenemos. Por ejemplo, nos gustaría que el secretario de Planeación y Finanzas nos dijera ¿por qué no le ha cobrado al ex gobernador Mario Anguiano Moreno los 515 millones de pesos que debe reponer a la Hacienda Pública? ¿por qué el Gobierno del Estado no han pagado a IPECOL casi 400 millones de pesos? ¿por qué ha desviado recursos de los trabajadores? ¿por qué ha mentido diciendo que Colima recibe menos recursos federales cuando acumula más de 4 mil millones de pesos en Participaciones que llegaron de más, respecto a lo presupuestado durante los últimos 4 años?

Hay muchas preguntas que debe responder la secretaria de Salud, entre ellas, nos gustaría saber: ¿por qué nos ha dejado la deuda más grande en la historia de Colima en el sector de Salud? Más de 500 mdp que el mismo diputado Guillermo Toscano ha señalado. También nos gustaría que nos explicara ¿cuál es la diferencia de precio entre los 50 respiradores asistenciales que fueron comprados y los 40 que fueron entregados al Gobierno del Estado? ¿qué pasará con los recursos producto de esta diferencia?; queremos que nos diga ¿por qué se compró un tomógrafo usado y se reportó como nuevo?, de acuerdo a testimonios recogidos por la compañera Blanca Livier Rodríguez entre trabajadores del Hospital Regional. 

También nos hubiera gustado que la secretaria de Cultura nos dijera ¿por qué han insistido en que el Gobierno de México no quiso enviar recursos federales para concluir la remodelación de Palacio de Gobierno si las propias reglas del PAICE establecen que el límite máximo de apoyo es de 15 millones de pesos y no se puede otorgar al año siguiente al mismo proyecto? Eso sólo evidencia la falta de planeación gubernamental y el manejo indebido de los recursos. ¿Podrían mostrarnos las actas de Contraloría Social, las bitácoras de obra, los contratos y pagos realizados a la empresa responsable de la restauración? Hace meses que la primera etapa debió estar terminada. También nos hubiera gustado conocer el programa cultural que pretenden desarrollar en Palacio más allá de cobrar el ingreso a los extranjeros que quieran visitarlo.

Quienes nos opusimos al crédito tenemos muchas dudas derivadas de las auditorías especiales que el Congreso ordenó en febrero pasado respecto a la compra de terrenos de la zona arqueológica de La Campana y de la antigua zona militar, que fueron adquiridos con el crédito de 410 mdp, necesitábamos más tiempo, para discutir, para analizar, para hablar con cada uno de los secretarios. No solamente nosotros, sino todo el pueblo de Colima.

Nosotros queríamos que comparecieran pero como se deben hacer las cosas, no de manera exprés sin avisarnos, e invitando a los secretarios solamente a justificar la deuda, sin que a ningún diputado de la Comisión de Hacienda se les informara: eso es un atropello y una falta de respeto tanto para el Congreso mismo como para la gente. Son prácticas del viejo régimen que ya no deben seguir existiendo.

Queríamos un calendario de reuniones de trabajo, de comparecencias, de consultas, de escuchar a la gente, a las organizaciones de la sociedad civil, a los movimientos sociales, a las organizaciones que se han especializado en estos temas como ¿Cómo vamos Colima?, entre otras. Pero no, esos 3 diputados (Rogelio Rueda, Memo Toscano y Julio Anguiano) validaron esa sesión llena de ilegalidades para después, en otra sesión también ilegal, llevar a votación la deuda.

Nosotros seguiremos los procedimientos jurídicos para impugnar este atropello al pueblo y continuaremos defendiendo los intereses de toda la gente que nos llevó al Congreso esperando el cambio. No vamos a claudicar en la defensa de la Cuarta transformación y en seguir construyendo el proyecto del presidente AMLO. Más temprano que tarde tendremos en Colima un gobierno del Pueblo, con el Pueblo y para el Pueblo.

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