En Sin Censura con Vicente Serrano, el periodista independiente Oriol Malló, el comunicador y lingüista Miguel Martín Felipe Valencia, el escritor y máster en Derecho Comunitario Europeo, José Alfredo Gutiérrez Falcón, y el doctor en Relaciones Internacionales, Jesús López Almejo, abordaron tanto la publicación de ‘Sembrando Vida y la fábrica de chocolates’ () como el señalamiento del presidente López Obrador a dos de los medios que reprodujeron el reportaje: Proceso y Aristegui Noticias.
En una emisión del 4 de diciembre de su canal Sin Censura TV en YouTube (https://www.youtube.com/watch?v=cg0onUgy4FE), Serrano comenzó por citar la conversación que Julio Astillero tuvo con los autores, en la que Tania Gómez y Sergio Rincón admiten que a falta de datos duros el texto se integró con inferencias.
En ese sentido, Malló lamenta “la tendencia en el periodismo a amarrar las cosas por contagio: si este es amigo de aquel, infiero que naturalmente están involucrados; supongo una causalidad que no puedo probar, asumiendo que la relevancia del tema lo justifica”.
“Pero si quiero ir a la yugular en un tema periodístico, necesito material suficiente para dar un golpe perfecto. Así pasó con la investigación de la Casa Blanca de Peña Nieto, cuya información provenía en su mayoría de fuentes abiertas, aparte de algunas fuentes particulares. Pero como toda la información estaba sustentada, eso bastó para iniciar una cadena de consecuencias.
“En el caso de este reportaje, francamente la lectura es forzada: resulta que como hay cacao en Tabasco, la relación con la chocolatera de los López Beltrán debe llevar a algún lugar. En la entrevista con Julio Astillero, los reporteros confirman que todo es un ‘pudiera ser que aquí hubiera algo’. Y llegan al extremo de referir que, en una comida en Palacio Nacional, sirvieron de postre chocolates Rocío.
“Todo lo relacionado con los hijos del presidente es interesante, pero si no está sustentado se entiende la reacción de López Obrador, ya que los reporteros están tocando un círculo muy directo: la familia, los hijos de su primer matrimonio.
“Obviamente, había unas ganas enormes de hacer el señalamiento. No queda un solo familiar de López Obrador que no haya sido investigado por activa o pasiva, incluso sacando videos antiguos. Pero este asunto de la fábrica de chocolates en particular resultó realmente fallido.
CORTINA DE HUMO:
Para el escritor y periodista catalán, quien ha sido en México catedrático de la Escuela de Periodismo ‘Carlos Septién García’, docente en el ITAM y en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, “el sentido de la investigación se revela también en la creación de esta clásica alianza de medios para lograr un impacto más fuerte”.
“Que la información no es suficiente ameritaría, en justicia, una fe de erratas o alguna consideración de esos medios respecto a por qué lo publicaron. Si como periodista sientes el derecho a investigar y crees que hay ahí una veta informativa, ¡síguela bien! Siete meses de trabajo resultaron en una llamarada de petate.
“Esa no es la forma de ejercer la libertad de expresión, se desvirtúan incluso las fórmulas colaborativas que han seguido estos mismos medios anteriormente. Y lo único que hacen es echarle fuego a la polarización que ya se volvió habitual; alimentar a ese 15 por ciento de la población que espera tener elementos de una corrupción al máximo el nivel que, por cierto, no se nota ni se ve.”
Malló observa que, finalmente, “lo que querían era emparejar el expediente de la Casa Blanca con la fábrica de chocolates”. Y como la estrategia no iba a funcionar porque, finalmente, no hay muchos elementos por dónde atacar a López Obrador, sus detractores decidieron pasar a la siguiente fase: crear polémica por la reacción del presidente ante el periodismo de Aristegui, cuando el problema es el reportaje mismo.
Un trabajo tan deficiente sólo sirve para “denostar al periodismo de investigación colaborativo que antes dio frutos interesantes, aunque muchos de esos frutos hayan resultado de agendas editoriales marcadas por una confrontación en las élites”.
“Recordemos que una de las mejores investigaciones, la de Mexicanos contra la Corrupción entre 2016 y 2018, se dio en el contexto del enfrentamiento de Claudio X. González con una parte del PRI. Ese conflicto permitió crear la agenda de temas que todos conocemos.
“Pero, insisto, ante el intento fallido de exhibir la corrupción en la familia de López Obrador, el fracaso se quiere cubrir ahora con la discusión sobre los señalamientos del presidente a Aristegui y Proceso”, remata Oriol Malló.
PROMESA INCUMPLIDA:
En sus redes sociales, José Alfredo Gutiérrez Falcón expresó su opinión acerca de la investigación de Connectas: “es nefasta”. Una palabra dura para medios y personajes tan respetados como Carmen Aristegui y la revista Proceso, ironiza Serrano.
“Lo más nefasto es el entorno político”. Este reportaje apareció dos días después de la presentación del Frente Cívico Nacional. Y si la intención era fortalecer a esa organización, da risa pensar que todos esos medios se juntaron para eso, dice el autor del libro electrónico Por el bien de todos, primero los indígenas. El éxito de AMLO.
“El de Connectas es un reportaje largo, difícil de leer. Y resulta incomprensible, hasta ridículo, que medios como Aristegui y Proceso que, en algún momento de la historia del país han tenido un papel destacado, presenten este trabajo como si fuera una súper investigación, cuando los propios autores terminaron admitiendo que sólo pudieron hacer inferencias.”
Según este abogado con maestría en la Universidad Complutense de Madrid, los lectores del reportaje nos quedamos esperando la prometida información acerca de cómo supuestamente se desviaron recursos de Sembrando Vida a las empresas de Hugo Chávez Ayala y de cómo éste –es, cierto, un asesor del programa federal– presuntamente benefició a los hermanos López Beltrán. No bastaba decir que Chávez es amigo de Andrés chico, y que personal de su empresa aconseja en el cultivo de cacao orgánico a la Finca El Rocío.
Cuando se estableció el programa de reforestación o los precios de garantía, el cacao todavía no pintaba en el esquema de desarrollo agrícola de la 4T. No obstante, el reportaje infiere que Sembrando Vida fue especialmente hecho para impulsar la chocolatería de los hijos de Andrés Manuel, observa el excandidato ciudadano a una diputación federal por Coahuila.
“Al final termina cayéndome bien Hugo Chávez, porque lo presentan como un chavo emprendedor, que está reactivando la economía tabasqueña”, resume Gutiérrez Falcón.
EL QUE PAGA, MANDA:
Columnista de Regeneración MX, Miguel Martín Felipe Valencia también se ajusta a la petición de Vicente Serrano de separar el contenido de la investigación de la controversia en torno a los personajes y a los medios que la publicaron.
¿El reportaje daba para ser publicado por todos esos medios, presentándolo como el golpe definitivo para exhibir las irregularidades de un gobierno, como lo fueron investigaciones tan contundentes como las de la Estafa Maestra o la Casa Blanca de Peña Nieto?, pregunta el anfitrión.
“Las investigaciones de ese tipo suelen ser adjudicadas a una sola persona –explica Felipe Valencia–, pero detrás del periodismo de investigación generalmente hay un equipo interdisciplinario. Están incluso los llamados data scientists (científicos de datos), entre otras personas de muchas áreas involucradas.
“Desde el escándalo Watergate, este tipo de investigaciones periodísticas tiene como premisa seguir la ruta del dinero. Y para eso necesitas gente que esté checando legajos, ya sea en físico o en registros digitales. Y junto a profesionales que sepan manejar grandes cantidades de datos, requieres personas que puedan manejar las relaciones públicas para encontrar informantes.”
Nada de eso se hizo aquí. El reportaje de Connectas apela al efectismo, a lo que sugieren las inferencias: si es esto, debe ser esto otro. Y no dudo que también están apelando al subconsciente: a golpe de repetir el nombre de Hugo Chávez, quieren hacernos creer que el empresario tabasqueño es semejante al extinto presidente venezolano. A ese nivel de absurdo llegan.
Como no hay seguimiento del dinero y nada concluyente, lanzan el reportaje en nado sincronizado para que tenga más efecto y terminemos hablando de cuántos medios lo publicaron, no del contenido.
Los medios involucrados quieren plantar dudas, pero la investigación nos ha enseñado que todas las dudas deben ser razonables. Si no es así, mejor no publicarlas porque “nos vamos a quemar, va a afectar nuestra credibilidad”.
Si esos medios quisieron publicarlo sabiendo eso, es que no les importaba conservar su credibilidad “sino cumplirle a quien les pagó. Porque si de hacer inferencias se trata, yo también puedo inferir que había plan con maña en la publicación del reportaje”, sentencia Felipe Valencia.
ES PSEUDOPERIODISMO:
Finalmente, Jesús López Almejo, cuyo canal Tu Profe de RI en YouTube ha sido muy exitoso, responde indirectamente a una cuestión que se planteó Julio Astillero en su columna de La Jornada:
“Hoy, como ayer, es de interés periodístico conocer y analizar la eventual evolución patrimonial de miembros de las familias en el poder. Ese es el punto en lo inmediato: saber si el antes inexistente éxito empresarial coincide con la estancia de familiares en el poder”.
Para López Almejo, lo importante es un periodismo serio y riguroso, no un pseudoperiodismo que ponga a la gente a inferir. Una democracia requiere del diálogo circular y que, quien acuse, pruebe contundentemente tener razón. De lo contrario, los periodistas se exponen al juicio crítico de la gente.
Como ya se mencionó, Astillero hizo admitir en una entrevista a los autores del reportaje que señalar como beneficiarios a Hugo Chávez Ayala y a Andrés Manuel López Beltrán del apoyo de Sembrando Vida al cacao en Tabasco, es “una inferencia” porque la cosecha “todavía no está”. A lo más que llegan los reporteros es a “abrir la conversación”.
López Almejo dice que, en la academia, en la investigación seria y desde la honestidad intelectual hay que considerar varios aspectos para evaluar el contenido de un texto: ¿cuáles son las fuentes que cita?, ¿cuál la metodología que los lleva a presentar tales resultados? y ¿cuál la solidez de esos resultados?
Luego, tenemos que preguntarnos quiénes son los autores: ¿con cuál filosofía comulgan?, no sólo las ideas dominantes en las que se formaron sino quiénes conforman sus redes, sus círculos más cercanos. Cada texto corresponde a un contexto, en primer lugar; en segundo, somos rehenes de las ideas dominantes de nuestro tiempo; y, en tercero, nos parecemos muchísimo a las ocho o nueve personas con las que más nos relacionamos, expone este profesor de la Universidad Autónoma de Baja California.
ÓDIAME SIN MENTIRAS…
En ese sentido, señala López Almejo, “Sergio Rincón odia a muerte a López Obrador. Desde 2011 ha estado aventando tweets al estilo de Brenda Lozano, durísimos contra el hoy presidente. Lo tacha de payaso y de enemigo del progreso. Dice que no hace autocrítica. Lo acusa de ser corrupto y vivir con lujos”.
Tania Gómez, por su parte, abiertamente ha dicho que es admiradora del presidente del INE, Lorenzo Córdova, lo mismo que del trabajo de Carlos Loret de Mola. Queda claro en la investigación que lo admira tanto que hasta imita su metodología: hace análisis sin rigor periodístico y disfraza de periodismo serio el clickbait.
“La gran falla de Carmen Aristegui, concediéndole su derecho a manejar la línea editorial como mejor convenga a sus intereses empresariales, es que nos quiso vender como periodismo de investigación el trabajo de dos pseudoperiodistas o, por lo menos, de dos periodistas que odian a López Obrador y admiran a otros odiadores del presidente. Podemos inferir entonces que los resultados de su investigación van a estar sesgados por esas ideas dominantes”.
A la flaqueza metodológica de la estructura de este texto y de sus obvios resultados, López Almejo añade una especulación sobre las verdaderas intenciones del reportaje: “demostrar que, en un mundo en donde todos somos monstruos, luego entonces nadie lo es”.
Si Vicente Fox tuvo a los Bribiesca, hay que hacer parecer que los hijos de López Obrador son igual de corruptos. De ese modo, un presidente que ha presumido históricamente tener calidad moral, ya no podrá ufanarse de ello.
Por eso Loret de Mola intentó atacar a López Obrador por el lado de sus hermanos Pío y Martín Jesús. Y, por eso, los admiradores de Loret intentan disminuir la calidad moral del presidente acusando ahora a sus hijos.
Sin embargo, “Andrés Manuel, hábil y astuto como es, terminó regresándoles la bolita. Y otra vez está en el aire: la gente ya tiene ambas versiones y puede inferir, fácilmente, de qué lado juega la razón”, remata López Almejo.
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