AMLO, CANAL EN YOUTUBE

¿Cómo acompañar la comunicación gubernamental en esta nueva ciudad virtual, con nuevas herramientas de tecnología smart y con las nuevas demandas de un público habituado ya al uso de internet?

La pregunta se la hace Ricardo Raphael, conductor de uno de los espacios informativos en Radio Centro, a Jenaro Villamil, presidente del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano (SPR) y periodista de larga trayectoria especializado en medios.

“En la medida en que el ciudadano, que son las audiencias, sienta la necesidad de escuchar las versiones gubernamentales, la comunicación del jefe del Gobierno y del jefe del Estado, hay que dárselas.

“Por eso nosotros transmitimos completa la conferencia matutina del Presidente, por si la quieres ver. Tú eliges si la ves completa o en partes.

“En realidad, la mañanera se ve más en el canal de YouTube que Andrés Manuel López Obrador tiene como presidente de la República. Ahí hay un fenómeno de audiencia, se han roto récords. La transmisión del 15 de septiembre rebasó los 6 millones de visitas. Ya quisiera un canal privado, y también uno público, tener ese nivel de audiencia en una plataforma como YouTube.

“En los medios públicos, la conferencia matutina le ha dado mucha audiencia al Canal 14 que era desconocido para la mayoría la población. Y le ha dado también audiencia a Capital 21, una señal local del Gobierno de la Ciudad de México. Por eso digo que si la gente te lo está pidiendo y lo está sosteniendo, hay que darlo”.

UNA GRAN CLASE DE HISTORIA

La transmisión del 15 de setiembre fue muy exitosa, reconoce Ricardo Raphael. A Jenaro Villamil le encargaron presentar de una manera distinta los festejos de la Independencia, pero ¿había un mensaje que el presidente López Obrador quería mandar?

“Desde que la Comisión de Conmemoraciones se instaló durante la transición de gobierno, incorporaron al Sistema Pública de Radiodifusión. Y la petición al SPR fue que se encargara de la transmisión del 15 de septiembre a través de la televisión pública y, sobre todo, de la señal pública.

“Ya como presidente, López Obrador dijo que lo que necesitamos es una gran clase de historia. Con esa frase entendí para dónde iba la cosa: hay que demostrar que la historia tiene rating, que puede ser divertida y puede ser bien presentada en una ceremonia como la del Grito.

“Hablé con los directores de los medios públicos, con los conductores y con los productores para unir esfuerzos a través de un guión. No había que encontrar el hilo negro, era una cosa muy sencilla: hacer un buen guión literario histórico que se tradujera en un guión para tele y otro para radio, con cápsulas que acompañaran ese contenido.

“Y eso costó, extra de lo que nosotros tenemos de presupuesto, apenas 200 mil pesos. La última contratación que hizo la Presidencia de la República a dos empresas privadas para una transmisión del Grito fue de más de 300 millones de pesos.

“Te cobraban a la actriz o al grupo musical que iba a tocar en el Zócalo, más los conductores que iban a hablar, más las cámaras que al final de cuentas eran las mismas cámaras del Cepropie (Centro de Producción de Programas Informativos y Especiales del Poder Ejecutivo) que usamos nosotros, operadas por gente muy experimentada y que trabaja para el Estado.

“Lo que se pagaba aparte era al que switcheaba, al señor Pedro Torres y a otros productores que venían ya sabemos de qué empresa. ¡Era una simulación!

“Y hacer buena televisión no es un asunto de dinero sino de compromiso, creatividad y claridad. Si el 15 de septiembre quieres dar a las audiencias una explicación de cómo fue el Grito de Hidalgo, por qué se dio y cómo surgió, y lo haces en una ceremonia con tal carga simbólica, vas a lograr algo bonito. Pero si quieres competir con Siempre en Domingo, evidentemente abaratas la fiesta”.

¡AÚN HAY MÁS!

¿Qué tan cansados estamos del formato Siempre en Domingo?, pregunta Ricardo Raphael. ¿Y qué tan deseosos de formatos novedosos o, incluso, de ensayar otros formatos?

Y no habla el conductor de la oferta de los medios públicos, sino de esta audiencia nueva a la que a veces le cuesta trabajo entender cómo fue la televisión de Raúl Velasco. ¿Cuál es la audiencia a la que Villamil se quiere dirigir?

“Te aseguro que un muchacho de 25 años no sabe qué fue Siempre en Domingo, eso ya es parte del museo de la televisión. Pero sigue siendo necesario el entretenimiento y los medios públicos tenemos que producir programas de entretenimiento de una manera distinta al modelo comercial. No con afán de lucro sino buscando otra cosa.

“Por ejemplo, estamos explorando en Canal 14 el deporte amateur. Hemos encontrado un nicho de audiencia muy digno y muy fiel al fútbol americano estudiantil, al clásico de la UNAM contra el Poli. Es un público natural y la televisión privada no pasa esos partidos.

“Hay otros deportes que te generan una audiencia leal, y es parte del entretenimiento como también, evidentemente, es lo que pasó con José José en Bellas Artes.

“Pasamos una semana viendo en la televisión comercial el peor periodismo de espectáculos, dedicado al cotilleo, al talk show que es la herencia de los géneros de los noventa: mezcla de ficción con realidad, chismes, amarillismo, exageraciones.

“En realidad, de lo que deberíamos haber hablado es de la dignidad de un pueblo que se despide de una de sus grandes figuras de la música popular, del educador sentimental de muchísimos mexicanos, incluso del propio Presidente. Lo dijo López Obrador, ¿cuántos no lloramos con las canciones de José José?

“Como sucedió también con Juan Gabriel, esos fenómenos son parte de la cultura del espectáculo. Pero hay que dignificarla”, sentencia Villamil.

LA DIÁSPORA MEXICANA

Nuestro país no vive ya, desde hace mucho tiempo, en un solo territorio. La diáspora mexicana es parte potentísima de lo que somos, comenta Ricardo Raphael.

Buena parte de las nuevas señas de identidad que estamos viendo, nos las están mandando nuestros compatriotas desde el extranjero. Los migrantes no sólo mandan remesas, mandan sellos de identidad. Y, sin embargo, no ha habido una política seria, consistente, de encuentro con esas identidades. No ha habido una estrategia cultural para hacer palmaria, evidente, esa fertilización cruzada de referentes.

Ahí los medios, sobre todos los medios públicos, tienen una deuda enorme. Hay señal internacional del 11, de pronto les mandamos un producto o nos pueden ver si compran algún sistema de cable de allá, pero no tenemos una política de medios dirigida a esa diáspora.

Y además de las crisis diplomática que hemos vivido por el tema de la migración centroamericana, una comunicación con los mexicoamericanos empieza a parecer urgente no sólo por un tema de medios de comunicación sino, incluso, de política exterior.

¿Dónde ve Jenaro Villamil al Sistema Público en ese contexto?, cuestiona Ricardo Raphael.

“En el marco del 15 de septiembre, una de las preocupaciones que nos expresó el Presidente de la República era que muchos paisanos en Estados Unidos querían ver el Grito, y que no tenían más que acceso al Canal 11 y al 22. Por eso nos pedía que nos incorporáramos.

“Ahí vi el potencial de construir también un modelo binacional de medios públicos, de contenidos hacia allá. Lo que además se puede hacer ahora con la multiprogración: puedes tener una señal específicamente para esa comunidad.

“En el caso de Once TV son tres millones potenciales de familias; en el caso del Canal 22, dos millones. Hablamos de cinco millones de hogares, de una audiencia potencial de por lo menos de 15 millones de personas. Si llegas a tener el 40 o el 50 por ciento de esas audiencia, piensa en la cantidad de niños mexicoamericanos” a los que se les pueden llevar contenidos en el idioma y los referentes culturales de sus padres o abuelos.

A Villamil hay un horizonte que lo obliga como presidente del SPR a convencer al Congreso de que autorice inversión para eso, no sólo por seguridad nacional o por política exterior sino para ampliar la comunicación entre los mexicanos a uno y otro lado de la frontera.

“Y hay aliados muy importantes para ello: el propio presidente López Obrador y el secretario de Relaciones Exteriores. Marcelo Ebrard nos ha buscado para emprender un proyecto no sólo hacia el norte, sino también con Centroamérica. Porque el IMER (Instituto Mexicano de la Radio), por ejemplo, tiene estaciones fronterizas en Ciudad Juárez y Tijuana pero también otras que pueden cubrir el sureste. Hay que hablar con los países centroamericanos para poder hacer llegar la señal”.

Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com.

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