AMLO nos dio el avión

La rifa de un avión invendible que nunca debió haber sido comprado por un presidente de un país del tercer mundo, ha sido el detonante del escándalo de los últimos días, demostrando una vez más que Andrés Manuel López Obrador es dueño del 100 por ciento de la agenda pública de nuestro país.

Comunicacionalmente hablando, el avión que nos dio AMLO ha demostrado que seguimos comiendo de la mano del presidente. El hecho de que haya fijado en la agenda pública nuevamente el tema del avión presidencial (al que no se le cuestiona su compra, sino el hecho de que no pueda venderse), fue una medida astuta que desvió la agenda del vendaval de #FakeNews el torno al INSABI y la campaña de violencia digital de la que fue víctima su nieto recién nacido.

No cabe duda que el avión presidencial representa los dos México, uno en el que no se ve mal que un gobierno haya gastado más de $200 millones de dólares en un avión presuntuoso, y otro al que nos ofende de sobremanera. Después de haber puesto en la agenda una posible rifa del avión presidencial, ahora lo que nos queda es la sensación de que este otro objeto producto del erróneo manejo del dinero público, seguramente será exhibido como muestra del despilfarro que tuvo la etapa neoliberal en nuestro país.

Hay que reprocharle al presidente que lo compró, al que lo usó y no al que no ha podido deshacerse de él, la compra de tan obsceno objeto, que no solamente representa un tiradero de dinero que pudo haber sido utilizado en más de 8 hospitales, o en reparar aquellos que presuntamente se construyeron en el pasado, y que ya nos demostraron las lluvias que no fueron una inversión bien planeada, por decir lo menos.

Las burlas del presidente con respecto a los memes que se generaron en torno a la rifa del avión, nos da también la idea de que puso el tema justo donde quería: así como abrió las puertas de Los Pinos para que la gente se diera cuenta del despilfarro y los lujos en los que vivían antes los gobernantes de este país, ahora pretende abrir las puertas del avión para que la gente vea lo ostentosos que eran los viajes presidenciales, en un país en el que la calidad de vida de millones de mexicanos es sumamente inferior a la de los políticos.

Nuestro compañero columnista de carvajalberber.com, Luis Armando Fuentes, nos decía en una plática de sobremesa que la movida de AMLO con respecto al avión fue magistral: le dio la oportunidad de que la gente pusiera en su imaginario colectivo, el qué harían con un avión invendible, incosteable, tal cual es la problemática que tiene el Gobierno de México en la actualidad.

Pero lo más importante que nos ha dejado la polémica del avión es la certeza de que el presidente nunca volará en él. La guerra sucia de los conservadores solamente endureció la posición del mandatario con respecto a este tema. Y muchos lo apoyamos.

Comentarios

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *