AÑO DE HIDALGO DE IGNACIO PERALTA: NI LA BASURA VA A DEJAR

Literalmente. Cómo lo leyeron, cuando se trata de sacar provecho y quedarse con el erario, el gobernador, Ignacio Peralta, le rasca hasta en la basura.

Y es que sus operadores del bloque Anti-Morena (dentro del cual considero a Rogelio Salinas y Julio Anguiano) votaron este lunes a favor de darle al gobierno local el control del tratamiento de los residuos sólidos de seis municipios: Colima, Comala, Coquimatlán, Cuauhtémoc, Minatitlán y Villa de Álvarez.

En un acto casi monopólico, se aprobó un dictamen en el que se autoriza a los ayuntamientos  a ceder el manejo de sus residuos sólidos al gobierno local, al argumentar estos, que no cuentan con el dinero para hacerlo por ellos mismos.

La trampa aquí, es que una vez bajo este nuevo esquema, el gobierno estatal sí tiene la facultad de concesionar el servicio a un particular, es decir: privatizarlo.

Y todos hemos visto cómo le va a Colima cuando Ignacio Peralta privatiza algo. No hay más que voltear a ver al EcoParc y sus múltiples fugas que parecen de película al propiciar changos, venados, canguros o capibaras en las calles de la capital.

Una de mis primeras dudas sobre todo esto, es ¿por qué habríamos de pensar que el ejecutivo sí puede operar esta obligación de seis ayuntamientos, cuándo no puede ni con sus propias obligaciones?

Y es que por donde le busquemos: ya sea en materia de seguridad, de administración financiera, de procuración del bienestar…el gobierno de Ignacio Peralta es uno fallido.

¿Cómo confiamos en un gobierno que a fin de año sale a decir que ya no tiene para pagar aguinaldos y compromisos, cuando todo ese dinero estaba presupuestado y en sus arcas?

Pero esto, desagraciadamente no es todo.

Dudas sobre el tema de los convenios, en específico, y su conveniencia o no a los municipios, hay para aventar al cielo.

Para empezar porque nunca se nos hicieron llegar dichos convenios para que pudiéramos analizarlos. No sabemos a detalle lo pactado, o por ejemplo, cosas tan importantes como la forma de rescindirlos.

Además de que las cosas que sí se especifican en el dictamen aprobado por el bloque Anti-Morena, dejan serias preocupaciones y a todas luces pretenden que las administraciones venideras que no estén de acuerdo con el convenio con el gobierno local, no puedan hacer nada y aunado a esto, tengan “secuestradas” sus participaciones.

Y es que el dictamen faculta a los alcaldes a ceder el otorgamiento de este servicio por un periodo incluso más largo que su gestión, sin que haya un límite de tiempo incluido.

Pero esto no es una dádiva del ejecutivo, ni tiene el afán de colaborar de manera altruista con los alcaldes. 

Los municipios aún seguirán pagando por el servicio y si no tienen, el gobierno estatal les puede restar el monto adeudado de las participaciones federales que les corresponden, antes de hacerlas llegar a las comunas.

Entonces, si en estos momentos los alcaldes tienen problemas, aún recibiendo sus participaciones completas…¿cómo se va a poner la cosa cuando les falte un buen tajo?

La respuesta no importa a quienes actualmente gobiernan en estos municipios, para estas fechas del próximo año, estarán libres de sus ocupaciones y seguramente disfrutando del premio por haber vendido un pedazo del bienestar de sus ciudadanos.

Tampoco al gobernador, que también habrá recibido su parte por acomodar y ceder este negocio millonario.

Si les importara, antes de hacer un dictamen apresurado, los cabildos, el gobernador y el mismo bloque Anti- Morena, hubieran podido echar mano de la iniciativa que presenté en el pleno hace unos meses, que faculta a los ayuntamientos a tener convenios intermunicipales o el gobierno local, pero prohíbe expresamente que se privaticen los servicios públicos municipales.

Hubieran echado mano de los resultados del foro que realicé al respecto hace un año en Manzanillo y en el que se nos explico hasta cómo la administración puede sacarle dinero a sus desechos, cómo reciclar más y mejor e incluso cómo llegar a tener “cero basura”

Es el año de Hidalgo….y se dedican a vaciar las arcas, cómo su predecesor que debe más de 500 millones al estado.

No ha bastado que el gobernador retenga millones de pesos en recursos, como los pagos a los trabajadores de los centros de bienestar. Que no haga llegar, por ejemplo, los tres millones de pesos presupuestados para educación ambiental y que siguen en sus arcas o tal vez están en sus bolsillos

No han bastado dos créditos.

Y parece que tampoco va a bastar el privatizar.

Ni la basura de Colima va a dejar.

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