¿La posibilidad de ser relegado al campo del anti-lopezobradorismo por seguir ejerciendo un periodismo crítico, pone en riesgo de desaparecer a Proceso?, pregunta Julio Hernández López ‘Astillero’ al director de la revista, Rafael Rodríguez Castañeda.
“No en riesgo económico aunque, bueno, tenemos problemas financieros como todos los medios impresos. Y tenemos problemas de ajuste en lo que hace al cambio tecnológico. Quizá nos tardamos un poco en entrar al mundo de internet de mejor manera: estamos impulsando ahora nuestra página web, buscando que los mejores o algunos de los mejores contenidos de la revista puedan canalizarse a través de la plataforma digital. Ciertamente los medios impresos estamos todos en serias dificultades, pero Proceso ha sobrellevado estas dificultades y lo seguirá haciendo”.
En la entrevista subida a YouTube el 28 de mayo de 2019 como ‘Reconocemos lucha social de AMLO, pero Proceso seguirá siendo crítica con el poder: Rdgz. Castañeda’ (https://www.youtube.com/watch?v=GFjnqIOmOB8&fbclid=IwAR1lbcCALbkrYEXUsgtD9EFKAMXspW3geX2MYwnEFA_2r-7H0qcbrtXrn-Y), Julio Astillero refiere que Proceso ha sido toda una escuela periodística:
Muchos reporteros han pasado por ahí y han tenido momentos estelares con grandes investigaciones y trabajos profundos. Las figuras que ha aportado Proceso al periodismo nacional son disímbolas: Carlos Marín, que fue durante largo tiempo director de Milenio; Pascal Beltrán del Río, director del diario Excélsior; Gerardo Galarza, un buen reportero de asuntos políticos que luego fue también subdirector de Imagen; y ahora Jenaro Villamil, director del Sistema de Radiodifusión del Estado Mexicano.
¿Qué opinas de trayectorias de gente que ya se ha formado en Proceso y luego han salido de ahí?, le pregunta a Rodríguez Castañeda.
“En efecto, Proceso es una escuela. Son compañeros que eventualmente probaron lo que parecía para muchos imposible: hay vida después de Proceso. Por el ejercicio del libre periodismo, por la independencia crítica, por la nula censura, etcétera, muchos se imaginan que no, pero han probado que sí se puede. Y aunque de los casos que mencionaste no todos son de mi particular aprecio, qué bueno que hicieron su vida más allá de la revista”.
VEINTE AÑOS COMO DIRECTOR
De los casi 43 años que tiene la revista, Rafael Rodríguez Castañeda la ha dirigido durante dos décadas. Asumió el cargo poco después de que el director fundador Julio Scherer García, el subdirector Vicente Leñero y el jefe de información Enrique Maza decidieran retirarse al mismo tiempo y dejar, primero, una dirección colegiada (de la que formaron parte Froylán López Narváez y Carlos Marín) que terminó siendo uninominal en manos de Rafael.
Nacido en la Ciudad de México, Rafael Rodríguez Castañeda estudió la licenciatura en Periodismo en la entonces escuela de Ciencias Políticas de la UNAM. A media carrera tuvo como condiscípulo y “muy buen amigo a Miguel Ángel Granados Chapa: él me llevó a lo que fue propiamente mi primer trabajo, con Manuel Buendía”.
El autor de la célebre columna Red Privada fue su “primer maestro fuera del aula. De Buendía aprendí muchas cosas buenas y algunas no tanto, pero que no me estorbaron en la vida”.
Don Manuel dirigía en esa época Crucero, “un pequeño semanario que sostenía el periódico El Día”. Luego, Rodríguez Castañeda pasó a la redacción del diario que dirigía Enrique Ramírez y Ramírez, y posteriormente a Excélsior. Desde 1970 estuve en contacto con don Julio que fue mi maestro complementario, aparte de mi amigo entrañable”. Salió de Excélsior en 1976 con el grupo que siguió a Scherer, y con él se fue a Proceso.
“Mi carrera periodística ha sido mucho más de mesa de edición que de reporterismo: fui corrector de estilo y editor en Excélsior durante algunos años. Después tuve una experiencia que para mí fue vertebral: me mandó don Julio como corresponsal de Excélsior a Washington, en tiempos de la caída de Nixon y el fin de la guerra de Vietnam, una época muy interesante”.
De regreso a México pasaron pocos meses antes de que viniera el golpe contra Excélsior, orquestado por Luis Echeverría. Fue así que formó “parte del grupo fundador de la revista, del cual ya quedamos prácticamente dos nada más: Armando Ponce, el coordinador de Cultura y yo”.
LAS PORTADAS DE PROCESO
Julio Astillero comenta que cuando en más de una ocasión alguien menciona que las portadas de la revista Proceso son amarillistas, “yo suelo decir que el semanario tiene que optar por una presentación llamativa, dado que no depende más que del impacto de su portada y que sus trabajos hacen al lector. En la medida que se depende del lector, se tiene que optar por hacerle llegar las cosas de una manera más llamativa. Y no lo critico, lo explico”.
Rodríguez Castañeda señala que la fundación de Proceso fue marcada por la conformación de un grupo de periodistas que venían de un diario, es decir, los fundadores eran periodistas hechos en Excélsior, en el diarismo:
“Obviamente, tuvimos que aprender a hacer una revista. Y eventualmente la portada de Proceso ha evolucionado mucho. En el tiempo que fue subdirector, Vicente Leñero era el creador del concepto de cada número de la revista. Y aunque se acompañaba de las observaciones de quienes formábamos parte del consejo editorial, él las diseñaba.
“Por supuesto, siempre podían frisar en el amarillismo pero como le dijo Vicente al presidente Salinas en alguna ocasión: ‘Si la realidad es amarilla, Proceso sólo refleja la realidad’.
“Eso no quiere decir que lo largo de 42 años no hayamos incurrido en errores de exageración, de falla de cálculo. Nada menos una portada me costó un debut muy triste en la relación con Andrés Manuel, cuando todavía era presidente electo.
“Aquella portada (No. 2192, 4 de noviembre de 2018. “AMLO se aísla: El fantasma del fracaso”) sin duda no fue afortunada desde el punto de vista estrictamente periodístico, pero creo que el espíritu del trabajo que incluía [una entrevista con Diego Valadés] está reflejado en la carátula.
“Lo cierto es que no le fue nada grata a López Obrador. Incluso, recordarás que su esposa Beatriz Gutiérrez me dio un buen regaño tuitero… al que respondí a mi manera”, resume el director de Proceso.
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