La semana pasada se publicó una “encuesta” salida de la retórica de un disidente de Morena, que hizo declaraciones de futurismo político, donde a leguas se ve que quiso meter en segundo lugar a Virgilio Mendoza, personaje político que se ha movido en varias corrientes partidistas, lo mismo de origen reaccionario, como es el PAN, como de semireaccionario, y por semi, complétese aquí al PRI y sus aliados, como es el PVEM.
La fuente, no tiene mayor relevancia porque viene de una “Asociación” de quienes se ostentan como fundadores de MORENA, y están resentidos con el manejo que a nivel directivo ha tenido en la entidad este Movimiento.
Y aunque coloca a la delegada del gobierno federal en Colima, Indira Vizcaíno Silva, a la cabeza de las aspiraciones y agrega por agregar a otros personajes; en el fondo lo que tal declaración -que no encuesta- plantea, es posicionar artificialmente al ex alcalde porteño Virgilio Mendoza. Este es ajonjolí de todos los moles, a quien el cacicazgo político local está viendo como uno de sus dos candidatos para disputarle a MORENA la codiciada gubernatura que busca la izquierda, o sea, para que se entienda, no le hace que llegue por este partido, que al cabo ya después, hará lo que el priismo diga que haga. El otro candidato de Moreno Peña, del secretario de gobierno estatal, del grupo Universidad, de empresarios periodiqueros, es el impulsivo y poco confiable alcalde Leoncio Morán.
Si se observa a detalle, hay ya una abierta lucha por las nominaciones al interior de las distintas fuerzas partidistas con representación en el espectro electoral estatal. Incluso, distrayendo a personajes de sus actuales ocupaciones, como el alcalde de Colima, que aunque se diga que es un ciudadano y abomine a los “políticos”, se conduce con lo peor de los usos y costumbres de politiquillos del régimen pasado de la corrupción, de donde él mismo viene. Morán, se viene reuniendo con lo peor de la clase política; está recogiendo el peor cascajo conformado por personajes estigmatizados de traidores, como el diputado local petista, Carlos Cesar Farías; y con otros del priismo tradicional.
Es claro que las verdaderas encuestas muestran en el momento actual, que MORENA ganaría las elecciones, independientemente de quien sea su candidato o candidata de este movimiento. Y hay muchos y muchas que tienen capacidades para ser quien represente en las boletas a la fuerza política mayoritaria en el paìs. Así que, con todo respeto, ese futurismo de encuestas, declaraciones, es irrelevante porque no representa la realidad, y la realidad es que Virgilio Mendoza no es miembro de MORENA, ni tiene el rango de estar en el segundo lugar de los aspirantes, porque antes de él, y dentro de la propia militancia, hay muchos aspirantes.
Hay que distinguir que se habla de candidatos que pueden ser postulados por la vía de ser militantes o por la coalición de fuerzas en torno a MORENA. Pero aún así, hay candidatos de sobra como para que MORENA opte por poner a un cartucho tutifruti y que representa los antivalores de MORENA; puesto que esos alebrijes, conformados por personajes de variopinta trayectoria partidista, vienen del pasado, y no significarían ningún cambio en la forma de hacer política y de gobernar la entidad.
Incluso, la encuesta, declaración, omite dolosamente mencionar a cuadros efectivos que provienen y son de la verdadera izquierda, que sus carreras políticas son avaladas por esa trayectoria de combatiente honestidad y lucha permanente.
La sociedad colimense tiene la oportunidad de poner un alto al deterioro de gobierno, de la democracia, de la justicia, de la educación y del entorno; parando en seco a esos políticos de viejo cuño, que lo mismo brincan para allá que para acá, o que hipócritamente de la noche a la mañana se llaman demócratas; como el mismo Virgilio Mendoza y el alcalde capitalino Leoncio Morán. Representan estos lo peor del modo de hacer política y de función pública. Curiosamente son las dos cartas que tienen esos intereses que han impedido que progrese y se transforme la entidad de Colima, hoy al borde del colapso con un gobernador priista que como Ignacio Peralta Sánchez, es aliado tácito de estos dos políticos oportunistas.
Es una oportunidad de oro, la que tendremos los electores colimenses en el 2021. Como lo es la de elegir a militantes de la izquierda, auténticos, con capacidad demostrada en la actual transformación del país. Uno de estos cuadros, que lo está haciendo bien, es la alcaldesa Griselda Martinez, que asumió el cargo de manera contundente con el respaldo del pueblo manzanillense, y está cumpliendo con una agenda de trabajo de verdadera transformación del municipio, en sintonía con el enorme despliegue de una nueva y honesta gobernabilidad que lleva a cabo el presidente Andrés Manuel López Obrador.
PUNTO Y RAYA
CAOS EN EL CERESO
Los recientes sucesos trágicos que ocurrieron en el CERESO de Colima, donde perecieron tres internos y hubo varios heridos, algunos de gravedad; es muestra del estado caótico de la gobernabilidad y el funcionamiento administrativo público en Colima.
Tiene ahí una gran labor la que debe desarrollar la Fiscalía para investigar qué o por qué sucedieron esos hechos, y cómo es que no se controló la situación para evitar que tres internos perdieran la vida.
Para nadie es desconocido que las cárceles del país son nidos -no nichos de rehabilitación- de conflictos, desordenes, corrupción. Y hasta ahora, el gobierno estatal ha sido incapaz de presentar propuestas de una mejor administración de este penal, para que deje de ser noticia trágica de vez en cuando, por no decir que muy frecuentemente.
La tienen muy complicada las instancias de investigación, pues tendrán que ser objetivas, y esto es algo que el actual gobierno estatal, no tiene muy en claro. No es con boletines como se tratarán de justificar de su indolencia e incapacidad para evitar los conflictos internos.
Tienen qué explicar con enfoque sociológico, acudiendo a las ramas del trabajo social, de la psicología, del desarrollo y del bienestar social.
Aparte de que ya somos noticia negra en el mundo, por los asesinatos, los feminicidios, los desaparecidos, y por la corrupción de los gobernadores; ahora el mundo conoció un escándalo de guerra al interior del CERESO, pues circularon profusamente en redes sociales, videos mostrando esa cárcel y fuera de ella, como un campo de guerra del medio Oriente. Disparos en desorden, tropelías de internos, sirenas y altavoces enloquecidas; todo creando un terror descomunal.
El Secretario General de Gobierno debe informar puntualmente de la forma en que se dieron ahí los hechos, y la Fiscalía dictaminar con apego objetivo.
¡Hasta la próxima!