¿Cómo es la política de comunicación en el gobierno de López Obrador? La pregunta se la hace Julio [Hernández López] Astillero al columnista de El Universal, Hernán Gómez.
Para el profesor e investigador del Instituto Mora, en este sexenio hay “mucha más apertura. Hay más debate público, más deliberación pública, y ese es un ejercicio muy sano”.
El de AMLO “es también un gobierno que redujo significativamente la publicidad oficial: la administración anterior gastó casi 12 mil millones de pesos en ese rubro. López Obrador dijo que iba a reducir el presupuesto a la mitad, pero además le quitó 30 por ciento por la austeridad. Luego, como empezó a gastar tarde hubo subejercicio. Los últimos datos que me han dado son de 2 mil 500 millones de pesos erogados, comparados con los casi 212 mil millones del año anterior.
“Si era grosero el recurso de la publicidad oficial que se iba a los medios de comunicación, es un cambio importante aunque no suficiente: hay que regular ahora la manera en la que se asigna la publicidad oficial, porque el criterio que siempre ha existido de ‘no pago para que me peguen’ (la frase célebre de López Portillo en un discurso) sigue vivo.
“En el fondo, el gobierno puede seguir asignando la publicidad oficial con criterios discrecionales, y mientras eso exista continuará la relación perversa entre los medios y el poder”, sostiene Hernán Gómez.
El analista político fue entrevistado el 2 de diciembre en La Octava cadena de televisión, junto al reportero de Azteca Noticias, Irving Pineda (‘Hay personas sembradas en las mañaneras: Irving Pineda; veo apertura y debate público: Hernán Gómez’; https://www.youtube.com/watch?v=ntngUjoD-hA), en razón de que ambos sufrieron agresiones –aunque por diferentes bandos– durante las manifestaciones a favor y en contra del presidente López Obrador el día primero.
EL REPORTERO DE A PIE
Julio Astillero preguntó a su vez a Pineda cuál ha sido su experiencia en este sexenio como reportero de a pie. ¿Es injusto el trato a quienes están en la lucha diaria por la nota, comparado con el que reciben en general los dueños de medios de comunicación?
Para el también columnista de La Jornada y director editorial de Radio Centro, dueños de periódicos y concesionarios de radio y televisión tienen tratos privilegiados, buena relación con el poder. En cambio, a quien acaban reprochándoles en las calles la línea informativa del medio es al reportero.
Irving Pineda sostiene que “uno siempre va a ser la figura visible de una empresa, porque es al que escuchan y al que ven en la calle. Uno entiende eso, pero me parece un poco injusto que no se estén haciendo las valoraciones de lo que ocurre”.
Y hace la siguiente precisión: “Los periodistas no estamos para quedar del ‘lado correcto de la historia’ o para estar apoyando a tal o cual partido o personaje que esté en el poder. Los periodistas estamos para preguntar, para revisar al poder y para cuestionar. Sin embargo, a veces parece que los periodistas somos los principales enemigos del Presidente o del funcionario, simplemente porque uno pregunta. No sólo es injusto sino que se está encendiendo un foco rojo respecto al papel del periodismo en México y, en particular, al papel del reportero”.
COMPROMISO Y VERDAD
Hernán Gómez coincide en que el fin del periodismo y el periodista es revisar al poder, pero señala que así como lo describe Irving Pineda, con la sola función de revisar al poder, es una manera de hacer periodismo.
“Unos creen que el periodista debe ser necesariamente un contrapeso o que debe por fuerza oponerse al gobierno en turno. Pero esa puede ser una manera de hacer periodismo, hay otras.
“Por ejemplo, también es aceptable el periodismo que tiene un compromiso ideológico con un partido y con un gobierno, siempre y cuando lo diga. Puede o no hacer periodismo militante, pero un periodista que hace pública una simpatía política es tan buen periodista como cualquiera”, apunta Gómez Bruera.
“Más allá de estar en contra o a favor de un gobierno, el compromiso de un periodista debiera ser con la verdad, o con una interpretación de la verdad porque no existe la verdad con mayúsculas pero sí una interpretación particular de la verdad. En el fondo esa debería ser la búsqueda de todo periodismo. De otra manera, ¿por oponerse sistemáticamente al gobierno vas a faltar a la verdad porque, se supone, en eso consiste ser buen periodista?
EL PECADO DE INFORMAR
Irving Pineda lo ve “un poco más simple: me parece que el periodismo consiste en relatar, en contar hechos y estar ahí”. A lo que Hernán Gómez objeta: “esa es una parte, pero también interpretar los hechos es periodismo”. Y Julio Astillero lo apoya: “es el género de opinión”. Lo que lleva al reportero de Azteca Noticias a decir:
“La opinión es un género muy válido y se requiere; pero el problema ahora lo tiene más quien está haciendo periodismo informativo, la nota del día, que quien está haciendo periodismo de opinión. El problema lo enfrentan quienes están contando la historia, narrando los hechos; algunos están muy molestos con estas personas y no tanto con quienes ejercen el género de opinión”.
De hecho, añade Irving Pineda, “con el nuevo gobierno han llegado a los medios nuevos nombres que intentan, con sus opiniones que son muy válidas, dar a conocer e interpretar la realidad”.
Para Gómez Bruera, Irving presupone una frontera clara entre el periodismo de opinión y el periodismo de reportaje, pero no siempre la hay. “Conozco periodistas que supuestamente no dan opinión pero, híjole, ¡cómo dejan ir sus opiniones en la nota! Opina, pero hace como que no está opinando; disfraza su opinión en la manera como cuenta los hechos”.
Para Hernán, “todo es periodismo”: la información y la opinión. No hay que ser tan estrictos en la definición del periodismo: ¡esto es periodismo y esto no!; o este tipo de perfil sí es el de un periodista y aquel otro no. Hay que ver cómo se hacía el periodismo en el siglo 19, por ejemplo, para constatar cuánto han cambiado las cosas en el periodismo de hoy.
ATAQUES DE TODOS LADOS
Julio Astillero pregunta a Hernán Gómez si ¿acaso está resultando cada vez más difícil ejercer la libertad de pensamiento en los artículos de opinión, porque bandos opuestos critican y presionan de una manera inusual?
Para Gómez Bruera, “el compromiso de quien hace cualquier tipo de periodismo es sustraerse de esas presiones y escribir de acuerdo a sus convicciones, pero apegado a los hechos que observa. Pero, sí, se está viviendo un ambiente de mucha polarización, sobre todo en redes sociales.
“Al final, a uno lo atacan de todos lados. Es común que te ataquen los conservadores por ser un chayotero y vendido al presidente, en mi caso, y que algunos simpatizantes del proyecto político del presidente también te ataquen por ser un traidor. Es un indicador de la grieta que hay en nuestra sociedad, pero al final uno tiene que tratar de ser inmune lo más posible a eso, y seguir haciendo su trabajo de la mejor forma que pueda”.
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