La pandemia por covid-19 y las elecciones del próximo año han agudizado la batalla mediática de narrativas y de comunicación en México, dice el editorial del programa John y Sabina del 4 de agosto de 2020 en Canal Once (https://www.youtube.com/watch?v=VwIFaypiZMg).
Desde la tribuna periodística se ha exacerbado la confrontación política: por un lado está el discurso neoliberal y, por otro, uno que entiende las desigualdades y da voz a sectores históricamente relegados.
Para analizar el escenario mediático actual, el invitado del politólogo John Ackerman y de la dramaturga Sabina Berman fue esa noche el periodista y productor de televisión Epigmenio Ibarra.
Antes de la entevista, una nota informativa a manera de editorial señaló que el actual escenario mediático sólo se puede explicar entendiendo el contexto heredado de la alta circulación y mercantilización de la información, el mismo que ha dificultado poner freno a la desinformación, las fake news y la infodemia.
Según estudios, menos de cuatro grupos empresariales concentran la mayoría de los llamados medios de comunicación tradicionales en México. Sin embargo, el ecosistema ha cambiado: el 86 por ciento de los individuos usan los medios en línea para informarse y un 70 por ciento lo hace en redes sociales, mientras que la televisión se coloca con un 48 por ciento y los medios impresos con 26 por ciento; en cuanto a los medios en línea y redes sociales, Facebook tiene el primer lugar con 80 por ciento, seguido de YouTube con 78 por ciento.
Según el Edelman Trust Barometer, ya hace un par de años ocho de cada 10 personas estaban preocupadas por el uso de las fake news como armas. En parte por eso, México está en una encrucijada. El experto en comunicación Fernando Buen Abad sostiene que el país está en una situación inmejorable para transformar todo el escenario mediático de modo profundo, y dejar atrás el modelo comunicativo neoliberal.
Los internautas consultados expresaron que los antagonistas de la batalla mediática en México son los medios tradicionales de comunicación y la oposición, sumidos en un juego de ajedrez contra “los integrantes de la 4T y el pueblo de México”.
Para promover la veracidad informativa, los seguidores del programa recomendaron seguir medios serios, evitar propagar rumores, actuar con ética. Y respecto a los medios a través de los que se informan, los espectadores del programa destacaron los videoblogs de YouTube, portales alternativos, perfiles en Facebook y cuentas en Twitter tanto nacionales como extranjeras que, por la seriedad de sus análisis, se han ganado la credibilidad del público.
CONTADOR DE HISTORIAS
Además de columnista y documentalista, Epigmenio Ibarra ha sido corresponsal de guerra en zonas de conflicto como El Salvador, Nicaragua y Bosnia-Herzegovina. El productor ha desarrollado telenovelas, series, películas y documentales como las entregas de Esto soy, donde se aborda el pensamiento y la vida del hoy presidente Andrés Manuel López Obrador. Y como parte de su activismo en redes, todas las noches hace el pase de lista de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa desaparecidos. Sobre todo, Epigmenio Ibarra es un experto en contar historia.
Ackerman subraya la polémica reciente que generaron las entregas de Esto soy. Según sus críticos, Ibarra tuvo un acceso privilegiado al Presidente de la República. Pero esa controversia no se compara con la batalla en redes que generó su columna titulada ‘Comentocracia’ de diciembre de 2018, cuando Epigmenio escribió lo siguiente:
“Les quitaron el bozal y la correa, dejaron de darles línea y no saben qué hacer, no saben para qué sirve la libertad de expresión de la que ahora gozan, porque siempre han escrito y hablado ante el micrófono o la cámara por consigna, vendiéndose al mejor postor”.
¿A quiénes te referías en esas líneas? , pregunta Ackerman. ¿Casi dos años después, sigue siendo esta la realidad del periodismo?
“Me refiero a las grandes figuras del periodismo mexicano y de los medios de comunicación. A aquellos que durante tantas décadas han ocupado los espacios privilegiados de los medios convencionales, y que han tenido una relación estrecha, perniciosa y perversa con el poder.
“Hoy están huérfanos de esa relación con el poder, ya no reciben el dinero que les llegaba en enormes cantidades cuando el viejo régimen les ordenaba qué decir o les mandaba a callar. Fueron, en esa medida, cómplices de la consolidación en nuestro país de un sistema corrupto y autoritario”.
TELEVISIÓN O INTERNET
Sabina Berman cuestiona el acuerdo con la SEP que les permitirá a Televisa, TV Azteca, Imagen Televisión y Multimedios recibir ‘millones y millones’ de pesos por difundir las clases en sus pantallas.
¿No hubiera sido mejor gastar ese dinero en poner antenas para que el internet llegue a todo el territorio, y de una vez independizarnos de las televisoras comerciales?
“Es que no da tiempo –responde Ibarra–. Por más dinero que le metas, no se pueden montar torres y repetidoras para llevar internet a todo el país por el atraso que hay en la expansión de la red digital”. El proceso de digitalización del país va atrasado, “precisamente porque al viejo régimen nunca le interesó” ampliar la red.
Por lo demás, las televisoras no recibirán “millones y millones de pesos. El Presidente explicó que se pagará una tarifa social. Se cubrirá el costo de operación porque la producción la va a hacer el sistema de televisión pública (Canal Once está produciendo los contenidos de primaria). Y el acuerdo es de transmisión nada más. Se pagará el sueldo del ingeniero que sube la señal y el costo del aire”, explica Epigmenio.
Sin embargo, acota Ackerman, a los adversarios de la 4T les llama la atención que se haga un acuerdo con algunos de los canales de televisión privadas que se han erigido como tribuna de los opositores, fomentado incluso un discurso golpista. Ciro Gómez Leyva, conductor del noticiero estelar en Imagen Televisión, llamó a Epigmenio Ibarra: ¡el Goebbels de la Cuarta Transformación!
“Este gobierno determina un pragmatismo brutal. Y la gran pregunta que se hacía López Obrador, ¿qué hacer con los ricos?, se responde de la siguiente manera: obligándolos a participar en la transformación”, comenta el invitado.
Sabina insiste en poner en duda el tema de los costos. Es más un asunto político, dice. Y cita a una experta en internet, exdirectora de Google Latinoamérica, para quien hubiera sido más barato, con los mecanismos que existen actualmente, hacer llegar el internet a todo el país. Tal vez hubiera tardado algunas semanas, pero nos podíamos esperar o bien podíamos hacer un plan provisional. Estamos dejando pasar la oportunidad de cumplir el sueño de todo mexicano de tener acceso a YouTube, Twitter y Facebook, a todo lo que significa internet, señala Berman.
Ibarra replica que no se está dejando pasar la oportunidad. “Simplemente había que afrontar una urgencia. Lo que no dijo esa experta es que, además, para dar las clases por internet tienes que dotar a todo el mundo de dispositivos inteligentes, aunque en México haya 52 millones de líneas celulares”.
Ackerman zanja la discusión recordando el compromiso presidencial de llevar internet a todo México. De hecho, se creó una nueva empresa, Internet para Todos, que depende de la Comisión Federal de Electricidad y va a usar esta fibra oscura para llevar la red a todo el país.
LA FIBRA OSCURA
A ese respecto, el mismo día en que se grabó el programa, Epigmenio Ibarra entró en un debate con el expresidente Felipe Calderón porque, “con un cinismo brutal, dijo que hubiera sido mejor dar las clases por internet y no por televisión, cuando él mismo pudo avanzar en esa dirección y no lo hizo porque alquiló la CFE a particulares”.
A Calderón le dijo: “Primero, es falso que se pueda instalar una red en las semanas que quedan; segundo, es falso que todo el mundo tenga dispositivos; tercero, es falso que aun con esa cobertura las clases lleguen a todos los hogares”.
“La combinación virtuosa en esta enorme emergencia sanitaria es internet, televisión y radio, más perifoneo y brigadas culturales. Esa es la única forma de tratar de salvar el ciclo escolar en unas cuantas semanas.
“La tarea de producir miles de horas de clases es titánica. El mayor presupuesto tiene que irse allí.
“Finalmente, para Epigmenio Ibarra, más que en el debate entre usar internet o televisión, “estoy de acuerdo en establecer una vigilancia muy estricta para que la pauta de transmisiones se cumpla, y en la idea de que se paga una tarifa social, que [la escuela por televisión] no es un negocio”.
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