La reportera de Contralínea, Nancy Flores, publicó en sus redes sociales la grabación de la entrevista telefónica que sostuvo con Óscar Mario Beteta, conductor de Radio Fórmula. Al final de una plática muy cortante, con un tono autoritario y prepotente, el también columnista de El Universal terminó diciéndole: ‘¡Cállese, vieja pendeja!’
Según lo resume Julio Hernández López, quien entrevistó a Nancy Flores en su programa Julio Astillero de La Octava, el 18 de febrero de 2020 (https://www.youtube.com/watch?v=aNzsnhUPRYE), la reportera de la revista electrónica que dirige Miguel Badillo buscó a Beteta como parte de una investigación en curso “sobre estas relaciones, a veces sanas, a veces no tanto”, que el presidente López Obrador ha descrito y donde “los periodistas que [ahora] calumnian
[antes]
vendían sus espacios”.
Flores se dijo apenada por hablar de su caso personal “en un contexto de tanta violencia hacia las mujeres”. Y refrendó que “el periodista no debe ser la nota. Sin embargo, me parece que todos los tipos de violencia se tienen que visibilizar”.
La investigación de Contralínea arrancó cuando López Obrador dijo que “tenía documentos que probaban la corrupción de periodistas y de medios con el gobierno de Enrique Peña Nieto”. En ese contexto, Nancy solicitó, a través de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, los documentos que se guardan “en los sótanos de Palacio Nacional”. Le entregaron más de 800 páginas con facturas de 43 empresas “ligadas a columnistas, periodistas y, en algunos casos, a medios de comunicación”.
COMENTARISTAS Y ASOCIADOS
Una de las empresas mencionadas es Comentaristas y Asociados, S. C., de Óscar Mario Beteta, a cuya oficina llamó Flores para contrastar la información. Solicitó “una entrevista periodística sobre la venta de contenidos que ha señalado la Presidencia”, específicamente para saber si Beteta “vende, recibe o recibió publicidad gubernamental para utilizarla en sus espacios radiofónicos”.
El lunes 17, el conductor le devolvió la llamada: “Se pone en contacto su asistente, Gloria Romo, y dice que el señor Beteta está en la línea”. Como la entrevista estaba pactada y ya había expuesto el tema previamente, “puse el altavoz y prendí mi grabadora”. No hubo alevosía ni ventaja, alega Nancy. Beteta “decidió la hora en la que me llamaba, él me marcó y, si yo no hubiera tenido mi grabadora en ese momento, simplemente no hubiera logrado la entrevista”.
En la grabación se escucha a Beteta preguntar, apurado porque no tiene tiempo, qué es Contralínea y quién es el director: “¡Qué quiere; qué necesita!”, urge a la reportera. Pero cuando Nancy le dice que “si no tiene tiempo de tomar mi llamada” en ese momento, diga cuándo, él responde que no trabaja para la periodista. Ella replica: “yo tampoco trabajo para usted”. Y Óscar Ramón estalla: “¡Cállese, vieja pendeja!”
Flores insiste en que Beteta no “le hubiera hablado con este mismo tono y con estas mismas palabras, por ejemplo a mi director, ni me imagino que se hubiera dirigido así a ningún otro periodista hombre ni a empresarios o a políticos a los que les pide entrevistas periodísticas. Asegura que ella nunca le faltó al respeto y, en cambio Beteta, al tratarla así, le está faltando el respeto “a las colegas mujeres periodistas” y a la profesión.
A 15 MIL PESOS LA MENCIÓN
Nancy solicitó la entrevista “porque no te puedes ir con una sola fuente, tienes que abrir tu abanico”. Quería saber si Beteta “ofrecía sus menciones en redes sociales a un costo de 15 mil pesos”, como dicen los documentos; quería verificar que “si comprabas más de una, entonces te hacía descuento de mayoreo”, y también si su cliente era sólo el Gobierno o cualquiera podía comprar menciones en las redes sociales del conductor.
La información oficial es que Beteta especificaba hasta el lenguaje con el debían ser redactados los mensajes contratados: similar al que él emplea, con su misma entonación y estilo.
Para Flores, la sociedad tiene derecho a saber cómo se ejerce el presupuesto público. Y los recursos que se emplean en la publicidad oficial, deben someterse al escrutinio público. “El derecho a la información no es de los periodistas, sino de la sociedad. Entonces, si se están vendiendo contenidos, si se estaban esparciendo mentiras, publicidad o propaganda, tenemos derecho a saber porque eso se pagaba con recursos públicos”.
DURO Y CONTRA ELLA
La mañana del 18 de febrero, al finalizar su programa En los Tiempos de la Radio, que se transmite de lunes a viernes entre las 05:30 y las 10:00 horas por Grupo Fórmula, el autor de la columna En Petit Comité justificó los insultos a la coordinadora de Información de Contralínea.
Óscar Mario Beteta reiteró que sus gritos de “vieja pendeja” fueron para la periodista y “jamás” para el género femenino en su conjunto, cita la propia revista electrónica (https://www.contralinea.com.mx/archivo-revista/2020/02/18/reitera-insultos-oscar-mario-beteta-a-coordinadora-deinformacion-de-contralinea/).
Argumentó que se trató de un “exabrupto”, toda vez que ha sufrido “todo tipo de llamadas para molestar”, que supuestamente ha recibido “amenazas de muerte” y que ha enfrentado “campañas de desprestigio” para afectar su “reputación y nombre por intereses netamente económicos”.
Beteta, economista de formación y especializado en periodismo, recriminó a Flores haber grabado la conversación, e incluso dijo que se trata de una grabación ilegal. “Durante más de 5 minutos al aire, Óscar Mario Beteta se victimizó al insistir en que fue objeto de un acto “de mala fe” que se cometió con “alevosía y ventaja”, pero “con todo y todo” ofreció una “sincera disculpa” a la periodista de Contralínea.
NO ACEPTAMOS LA DISCULPA
En entrevista con Julio Astillero, el 19 de febrero (https://www.youtube.com/watch?v=Mf2x4X9_mc8), el director de la publicación se dice “indignado, molesto y preocupado por el lenguaje agresivo y violento de una persona que está al frente de un micrófono, todos los días, durante muchas horas y a quien mucha gente escucha”.
En Contralínea “no aceptamos la supuesta disculpa que dice que hizo, porque en esa misma disculpa se victimiza. Dice que ha sido amenazado de muerte, perseguido, acosado y sujeto a extorsión. Pues que eso lo atienda donde debe de atenderse”, dijo Miguel Badillo.
“A ningún periodista se le desea que sufra este tipo de acoso”, pero los periodistas ya no son únicamente gente que da información, “ahora tienen que enfrentarse a la crítica social”. Y es a través de las redes, que en su caso concreto ha sido muy fuerte, donde se expresa la crítica hacia un periodista como Beteta, sentenció Badillo.
Astillero coincide en que estamos ante “uno de esos esquemas que siguen manteniéndose, de un periodismo que parece no entender los nuevos tiempos”. Sin embargo, subraya que las relaciones publicitarias que está investigando Nancy Flores, la asignación de un convenio publicitario para una empresa por la prestación de ciertos servicios informativos, no implica en sí misma algo indebido.
“Todos los medios de comunicación tienen derecho a aspirar a recibir una parte del presupuesto público –apunta Badillo–, pero el punto es de qué manera actúan en relación con esos convenios; si, por ejemplo, lo hacen de una manera exagerada que indique una relación muy intensa y directa con los poderes públicos”.
NO TODO ES CHAYOTE
Beteta dice, “en su supuesta justificación, que [los convenios] es un tema viejo”. En efecto, se habían dado a conocer los montos, las personas y las empresas que se beneficiaron de ellos, aclara Badillo, pero la novedad que aporta Contralínea “es la forma como se hicieron estos acuerdos, las peticiones de los periodistas y de los medios. Eso va a ser interesante cuando publiquemos la investigación”.
Badillo promete que será una investigación larga y se publicará en varias partes, con el análisis de expertos sobre “esta forma de relación prensa-poder que habíamos vivido y que se ha roto por la falta de presupuesto, pero también por la forma de asignar los fondos. Eso tiene muy enojados a un grupo de periodistas y a varios medios de comunicación”.
Y aunque no se pueden adelantar las revelaciones, Astillero quiere saber si lo que irá publicando Contralínea a partir del domingo 23 de febrero, confirman las palabras del presidente López Obrador en el sentido que hubo periodistas beneficiados con chayote.
Badillo advierte que no puede usar un adjetivo tan fuerte como chayotero. En todo caso, Contralínea va a presentar los documentos que entregó la Presidencia de la República y que la sociedad juzgue.
“Lo que sí creo es que hay violaciones éticas al ejercicio periodístico: si tú vendes tus comentarios, es una violación ética; y si la presentas como una opinión personal, también”.
La sociedad juzgará si todos los mencionados hicieron algo indebido. Los medios estamos acostumbrados a no criticarnos, a que ‘perro no come perro’. Pero la sociedad sí nos juzga y considera que vender opiniones no es publicidad, concluye Miguel Badillo.
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