Un debate entre los candidatos a la gubernatura que acabe siendo un pelotón de fusilamiento para Indira Vizcaíno, de nada le sirve a una ciudadanía que exige tener elementos para comparar los diferentes proyectos de gobierno.
Por el tono que han adquirido las campañas, el riesgo es que el ejercicio del próximo lunes 17 de mayo sea un evento morboso pero insustancial; rico en insultos y descalificaciones, pero pobre en argumentos para trazar la viabilidad de cada proyecto político; a fin de cuentas, inútil para una sociedad que necesita comprender los grandes problemas del estado y considerar posibles soluciones.
El debate al que convoca el Instituto Electoral del Estado (IEE) y cuya logística está a cargo de la Universidad de Colima, será la madre de todas las batallas en esta guerra sucia en la que convirtieron la contienda electoral. Los candidatos del Tumor (Todos unidos contra Morena) harán un último esfuerzo para bajar a Indira.
En este drama electoral se preparan los actores de la compañía de teatro del Tumor. Es de suponer que Claudia Yáñez (FxM) y Leoncio Morán (MC) sean los más agresivos con la puntera. Por la campaña que ha venido haciendo, todos esperan que Locho haga el trabajo sucio. Pero no sorprendería si, en el acuerdo para reubicar al abanderado de Movimiento Ciudadano como el beneficiario del llamado al voto útil, la bruja de este cuento termine siendo Claudia Valeria.
A Mely Romero (PRI-PAN-PRD) le toca jugar el papel de candidata moderada. Aunque también para Virgilio Mendoza (PVEM) es la última oportunidad de presentarse como una opción seria de gobierno, apostando por elevar el tono de la campaña.
Para Evangelina Bañuelos (RSP) es su segunda candidatura a gobernadora, aunque por un partido distinto. La ingeniera buscará fortalecer su posicionamiento, ya no con una aspiración electoral como deseando que eso reditúe en su perfil de figura pública y, por qué no, en su desarrollo profesional.
Y de Aurora Cruz (PT) únicamente se espera que busque quedar bien con los estrategas del Tumor. No sólo ella, otros candidatos también ven este debate como una entrevista de trabajo con los jefazos de la compañía.
Vale advertirlo, ante el vacío de propuestas las y los candidatos se centrarán en los ataques personales.
DECLINACIONES
Seguramente, en el debate los candidatos del Tumor van a tratar de colocarle un golpe bajo a Indira Vizcaíno. No imaginamos qué más puedan decir de una mujer a la que han atacado por todos los flancos: el personal, familiar, profesional, político y hasta ideológico. Pero aun cuando el ataque termine siendo inverosímil, evidenciará el nivel de desesperación en la estrategia contra Morena. Ni todos los partidos juntos han conseguido los resultados buscados.
El escenario del Teatro Universitario y el carácter legal del debate, de alguna manera contribuirán a que el desempeño de los candidatos no sea tan ruin como podría ser. El tono de las intervenciones y el respeto a ciertas reglas dependerá del moderador. Su primera responsabilidad será evitar que los contendientes se peguen por debajo del cinturón. Y lo que no deberá hacer es incitar a la violencia verbal o, peor aún, asumir que su obligación es producir un espectáculo televisivo.
Inevitablemente, la violencia verbal se prolongará en el post-debate. Como la coordinación de los candidatos del Tumor se extiende al nado sincronizado de la prensa, ya podemos vislumbrar las ocho columnas del único periódico que todavía imprime en papel o las portadas falsas que, a pedido, publica el supuesto decano de la prensa colimense. También los portales digitales al servicio del Tumor tienen preparada la nota principal, donde le atribuirán a Mely o a Locho haber ganado el debate, y reservado el espacio para la foto de alguna cartulina donde señalen a Indira. En resumen, los medios buscarán construir la anécdota que rebaje el debate a un zafarrancho.
El Tumor necesita hacer creíble el golpe bajo a través de una campaña de difusión posterior al debate, para justificar una simulada alza en las encuestas para cualquiera de los candidatos que no son Vizcaíno Silva. Adjudicarle un crecimiento desmesurado e inesperado al o la que vaya en segundo lugar, definirá para quién será la candidatura del Tumor. Esa será la primera ‘cargada’, la última se dará hacia el final de la campaña.
Ya por sí cuchareadas, las encuestas continuarán siendo discurso de propaganda a partir del debate. Las empresas demoscópicas han estado haciendo levantamientos para establecer al beneficiario de la alianza final, es decir, por cuál de todos los candidatos del Tumor se van a inclinar los patrones de este frente amplio contra la 4T, para que sea su candidato o candidata en este juego de declinaciones y llamados al voto útil.
PROVOCACIONES
Lo que Indira tiene que hacer para librarse de esta emboscada es, antes que nada, no caer en provocaciones. Tiene a su favor el conocimiento de la gente y la vinculación que el sentido común atribuye a sus principales rivales con los patrones del Tumor.
Vizcaíno debe tomar conciencia de que ella es receptora de la simpatía mayoritaria del pueblo, por varios factores. Entre ellos, el movimiento que encabeza Andrés Manuel López Obrador y el trabajo de gobierno que ha hecho el presidente de la república.
Otra circunstancia favorable es la necesidad de un verdadero cambio que tiene la sociedad colimense, y que mucha gente vea en ella posibilidades claras de que la prometida transformación se concrete.
Y, finalmente, no se puede negar que los programas sociales de los cuales Indira fue responsable en la entidad han sido bien aceptados, por una población que reconoce el hecho que esos recursos bajen ahora de manera directa.
A sabiendas de que le van a echar montón, Indira debe dedicar tiempo a visualizar junto con su equipo de campaña los distintos escenarios que se pueden presentar en el debate. No puede confiarse, tendrá que fortalecer sus debilidades respecto al manejo de datos y en su estrategia discursiva.
Es claro que buscarán provocarla, mas no puede permitirse el lujo de perder el control de sus emociones. En cuanto a sus contendientes, es totalmente entendible que quieran pegarle a la puntera, lo que para Indira es un halago porque confirma que va adelante. Esa es la verdadera encuesta, pero la morenista deberá cuidar su ventaja.
De entrada, le convendría resaltar las bondades de su obra de gobierno municipal en Cuauhtémoc, y cómo la 4T ha incidido en municipios tan importantes como Manzanillo. En el ámbito federal, están a la vista las políticas publicas y los programas sociales que López Obrador ha implementado en materia de desarrollo social, el combate frontal a la corrupción e impunidad, y la manera en que la Cuarta Transformación ha logrado que el Estado nacional recobre la rectoría en muchos de los temas que, deliberadamente, el régimen neoliberal cedió al sector privado.
SUELDO TOPE
Ante la poca transparencia, claridad y rendición de cuentas en un gobierno con nulos resultados, tan señalado y omiso en sus responsabilidades como es el de Ignacio Peralta, los datos duros sobre las finanzas públicas en Colima han estado ausentes de las propuestas de todos los candidatos
El acceso a información fidedigna es muy limitado, aunque se busque por medios legales como los del Instituto de Transparencia. Entre una tramitología diseñada para evitar que la sociedad conozca los intestinos del manejo financiero y el sesgo que le dan a la información entregada para maquillar las cifras y proteger al gobierno, es entendible que Indira Vizcaíno haya limitado a cantidades aproximadas la explicación que dio en su reciente rueda de prensa sobre el gasto público en Colima.
Aun así, lo que queda intacto de esa exposición es que, tan sólo el despacho del gobernador Peralta, gasta recursos equivalentes al presupuesto de dos secretarías: la de Desarrollo Social y la de Desarrollo Rural. No es casualidad que en estos rubros que atienden a los sectores sociales más vulnerables, lo mismo que en otros como Fomento Económico o Turismo, la actual administración haya dejado mucho que desear.
En acuerdo a la propuesta de Indira Vizcaíno, se espera que su plan de gobierno sea completamente opuesto al que desplegó Nacho Peralta. Lo deseable es un proyecto de desarrollo con una visión más integral e incluyente de todos los sectores que componen la sociedad, que además se alinee con las políticas de Andrés Manuel.
La idea de acabar con el binomio gobierno rico–pueblo pobre, se redondea con lo que ha venido diciendo Indira en sus actos de campaña respecto a su intención de enviar al Congreso una iniciativa de ley tendiente a regular los sueldos de los funcionarios públicos, no sólo los del Poder Ejecutivo sino los del Legislativo y el Judicial, sin olvidar los órganos autónomos, y no sólo en el gobierno estatal sino también en los ayuntamientos.
Hay que racionalizar los sueldos, ajustándolos a la baja, para que no resulten desproporcionados con relación a los presupuestos, ni disparatados entre lo que ganan los altos funcionarios y lo que perciben quienes ocupan cargos de menor rango.
La fórmula salarial de Indira evoca la norma federal promovida por López Obrador, la cual mandata que ningún servidor de la nación gane más que el Presidente de la República.