CAMPO CUATRO: «NO HUBO ENGAÑO»

Como en anteriores visitas del presidente de la república a Colima, el encuentro de Andrés Manuel López Obrador con el gobernador José Ignacio Peralta Sánchez se dio en un ambiente tenso.

El sábado 9 en Tecomán y el domingo 10 de enero en Manzanillo, no existió ese clima de reconciliación del que hablan los medios locales. Ciertamente JIPS mostró una cortesía política que no le habíamos visto antes, pero AMLO no se privó de dirigirle a su anfitrión elegantes críticas.

Otra cosa es que no las quisieran escuchar esos cronistas que narraron los actos como ceremonias en las que prevalecieron las coincidencias, no las diferencias, entre el Ejecutivo federal y el estatal.

El mandatario estatal ya no espetó los términos que otros gobernadores aliancistas se cuidaban de expresar en público, y libró al jefe del Estado de oir las groserías discursivas de las que Nacho se jactó en la visita anterior. Sin embargo, en su diagnóstico sobre la situación de inseguridad y los temas de corrupción que se han dado en Colima, López Obrador volvió a poner el dedo en la llaga.

Muchos de los colaboradores de Peralta esperaban la misma cantaleta que estuvo repitiendo durante meses: que su administración enfrenta severos problemas de liquidez porque el gobierno federal recortó las participaciones y no quiso adelantar las del próximo año.

Como los otros mandatarios de la llamada Alianza Federalista, JIPS asumía que el adelanto de recursos fiscales está sujeto a la voluntad política del presidente. Y es que los adelantos eran una costumbre política, una ley hacendaria no escrita.

Pero desde el inicio de la pandemia, AMLO estuvo llamando a los gobernadores a ser austeros y ahorrar para enfrentar la emergencia sanitaria y económica que produciría el covid. La mayoría hizo caso omiso de la advertencia y continuó su ritmo de gastos, creyendo que a fin de año la Federación los iba a sacar una vez más del apuro.

La gran pregunta es: si el dinero estaba presupuestado, ¿qué hizo la administración Peralta con los recursos que le fue transfiriendo la Tesorería de la Federación, en tiempo y forma, para cubrir entre otras cosas los pagos de fin de año a los trabajadores?
 
ALCANZA CUANDO NO ROBAN

La moraleja que los gobernadores aliancistas deberían aprender es que “combatir la corrupción no sólo es un asunto de tener más recaudación”. Ni es sólo “un asunto de índole económico”, sino también “de índole moral y social. Si no hay corrupción, el dinero del presupuesto se maneja con honradez y alcanza para atender las necesidades de la gente”, dijo López Obrador en Manzanillo.

La crítica que hizo el Ejecutivo federal a los gobiernos estatales y que retomaron los medios nacionales, sonó lapidaria en Colima:

“Los servidores públicos tenemos que atender a todos los ciudadanos, no se puede ser faccioso cuando se está en el gobierno. No es gobernar para un partido, para un grupo, tampoco es, desde luego, gobernar como era antes para una minoría. El gobierno tiene que representar a todos, a ricos y a pobres, a todos los ciudadanos y eso es lo que tenemos que seguir haciendo para el desarrollo de Manzanillo, el desarrollo de Colima, el desarrollo de México.”

Ya dirá el gobernador Peralta si entiende las palabras del presidente como una recomendación. De Nacho depende adoptar el ideario lopezobradorista o seguir supeditado a los intereses de grupos locales que lo han obligado a confrontarse con la máxima autoridad del país.

En otras épocas, para un gobernador desafiar al presidente de la república era un suicidio político. Y con mayor razón para alguien que deja su estado en circunstancias tan lamentables. Por eso, era impensable que un gobernador de un estado con tan poco presupuesto y sin relevancia nacional siguiera con tanta animosidad. Sobre todo cuando está bajo la lupa de las oficinas federales de inteligencia financiera y anticorrupción.

DONACIÓN O PERMUTA

Uno de los temas que le dieron significado al discurso presidencial, fue el reconocimiento que hizo López Obrador al particular que donó el terreno donde se construyeron las instalaciones de la Guardia Nacional en Tecomán.

Celebrar este tipo de acciones cívicas implica acaso un extrañamiento ante el esquema tan turbio con el que, en otro momento, se hicieron adiciones al patrimonio nacional pero a un costo desmesurado para el erario.

Cuando comparamos la manera en que se consiguió ese predio para la GN con la negociación del terreno para el nuevo campo militar en Loma de Juárez, es inevitable recordar las suspicacias que despertaron los acuerdos del gobernador Peralta con el tristemente célebre general Salvador Cienfuegos, en ese entonces secretario de la Defensa Nacional.
 
LO QUE DICE JIPS

En Manzanillo, el presidente López Obrador habló del contexto en el que se está dando la estrategia de seguridad desplegada por el gobierno federal. Y prometió “seguir trabajando de esta manera”, “seguir enfrentando el problema de la violencia”, para que Colima no siga “estando en los primeros lugares en índice delictivo”, porque “no lo merecen los ciudadanos”.

AMLO pidió no olvidar que Colima era “uno de los estados más tranquilos de México” y cómo “se descompuso en los últimos tiempos”. Afortunadamente, “se ha avanzado, se ha podido disminuir la incidencia delictiva”.

Al menos, “de acuerdo a lo que aquí informó el ciudadano gobernador; y además, esa es la realidad, esa es la verdad, pero nos falta todavía”, comentó Andrés Manuel, enfatizando que se trataba de la información dada por Peralta.

“Desde luego, la inseguridad en Colima tiene varias causas. Hablábamos ya de la desatención al pueblo, la desatención a los jóvenes, pero también porque se fueron creando ambientes en estos estados del país que vinieron a impactar en Colima y de manera muy especial el puerto de Manzanillo”, explicó el mandatario nacional.
 
LA VERSIÓN DE GRISELDA

En una conversación con el periodista Max Cortés, la alcaldesa de Manzanillo, Griselda Martínez, abordó los matices con los que dibujó el presidente de la república la situación de inseguridad que se vive en su municipio y en el estado.

Explicó el tono de su intervención en el evento, diciendo que quiso informarle a López Obrador “de muchas cosas que él desconocía”. En concreto, le pidió que las instancias federales “revisen el tema del atentado” que ella sufrió en 2019, “porque ya se le dio carpetazo en Colima”. Le dijeron en la Fiscalía estatal que “ya no tienen nada que seguir investigando”.

“Hay que conocer la verdad, ¿por qué querían matar a la presidenta [municipal]? Es importante para la sociedad colimense [saber] por qué quisieron matar a la presidenta. ¿A quién le estorba? Son datos que la sociedad en Colima debería de conocer porque no puede seguir habiendo impunidad como ha estado el día de hoy. Pareciera que aquí en Colima no pasa nada”, dijo Martínez quien suele referirse a ella en tercera persona.

Y “así como el atentado de la presidenta están todos los demás temas”, dijo Griselda. “No existe la impartición de la justicia en Colima. Lo que ellos quieren lo guardan eternamente y no caminan las investigaciones. Cuando quieren proteger a alguien lo protegen, y cuando quieren hundir a alguien lo hunden. Se utilizan los aparatos de justicia para proteger o golpear, en vez de realmente ir a la investigación y a la procuración de la justicia”.

Esa información se la entregó al presidente “delante del gobernador porque ahí estaba, pero yo no tengo ningún problema para decir las cosas como son. El presidente se tiene que enterar de lo que está pasando en Colima, se tiene que enterar que hay mucha gente buscando a personas desaparecidas y que nadie los está buscando y nadie está resolviendo nada. Él, desde su posición de presidente, cómo puede ayudar a resolver” la situación, expresó la edil.

“Lo que aquí informó el ciudadano gobernador”, como dijo el presidente, contrasta con lo que luego la alcaldesa de Manzanillo describió. Por eso cabe preguntar: ¿quién le mintió a López Obrador, Ignacio Peralta o Griselda Martínez?
 
QUÉ BONITA FAMILIA

López Obrador no quitó el dedo del renglón respecto a la situación de Manzanillo. Nuevamente, cuestionó la corrupción que ha imperado en el puerto:

“Se está llevando a cabo “esta transformación”, “este cambio”, para combatir a “la corrupción que imperaba en los puertos de México, las concesiones otorgadas a familiares de políticos para el manejo de los puertos, para la comercialización de todas las actividades que se realizan en los recintos portuarios”.

Con una política de cero corrupción, cero impunidad y cero influyentismo, se quieren “recuperar los puertos que estaban en manos de intereses particulares”, dijo López Obrador, en una frase que a muchos de los asistentes sonó como alusión al negocio particular que la familia del mandatario colimense trató de hacer en Manzanillo.
 
NADA SE HACE A HUEVO

A huevo, es decir, a golpe de huevo quisieron acreditar que hay una división en Morena Colima. Un grupo de presuntos seguidores de la diputada Claudia Yáñez emboscaron al dirigente nacional de ese partido, Mario Delgado Carrillo, a las puertas de las oficinas de Morena, para agredirlo en reclamo por lo que consideran una traición.

Que la postulación de Indira Vizcaíno causó una fractura en el partido o en el movimiento, es una ficción política. Una mentira pervesamente repetida por medios y cuentas en las redes sociodigitales operadas desde el gobierno estatal, que a la vez se monta en una narrativa nacional en contra de Mario Delgado.

El relato que le atribuye al presidente nacional de Morena la imposición de candidatos en los 15 estados donde habrá elección de gobernador este año, se combina con un cuento chino: que el presidente López Obrador está decepcionado del partido que fundó y, por lo tanto, apoyará a los candidatos de otros partidos que reflejan más fielmente los postulados de la Cuarta Transformación.

La verdad es que, dentro de la militancia morenista, el grupo que sigue a la ahora candidata de Fuerza por México (FXM) a la gubernatura siempre fue minoritario. El grueso de quienes apoyaron la idea de que Claudia Yáñez Cabrera fuera abanderada de Morena, nunca estuvieron en el partido de López Obrador ni iban a votar tampoco por los candidatos de la 4T en 2021.

Por cierto, Yáñez desconoció sus vínculos con el piquete de vándalos que fueron a lanzarle huevos a Delgado Carrillo. Pero en los videos se puede identificar a los agresores y varios de ellos, como ‘Mela la Pescadora’, participaron en la unción de Claudia como abanderada de FXM.

Por lo demás, algunos observadores no creen que la diputada federal tenga la capacidad de organizar esta campaña de desprestigio en contra de Indira. Otra cosa es que actúe como portavoz de las consignas que dicta alguien con mayor experiencia política.

De hecho, a Yáñez Cabrera no le convenía desatar precisamente este escándalo, pues iba a resultar menos probable acercarse al presidente López Obrador para entregarle una carpeta, como ella quería.

Cuando ocurren este tipo de ataques y alguien sale de inmediato a deslindarse, en realidad se inculpa. Pero lo de menos es quién organizó la hueviza, porque se pudo ver a todo el aparato estatal (operativo y mediático) en la jugada.
 
LES PASÓ POR CONFIADOS

Tras el incidente, el equipo de Indira Vizcaíno queda obligado a hacer una planeación más maliciosa de su agenda. Hay evidencias en las redes sociales de que sabían (o tenían que haber sabido) que los iban a atacar. ¿Qué necesidad había, entonces, de realizar la reunión en la sede estatal de Morena?

Teniendo todo el aparato estatal en contra y siendo desde hace tiempo objeto de una campaña de infamias, es reprobable que el equipo de Indira no considere estos riesgos en sus apariciones públicas.

En este caso, tal vez pensaron Incluso que les convenía victimizarse. Sin embargo, por confiados el aparato oficial les ganó la partida. La nota nacional fue la lluvia de huevos y no la presentación de Indira como precandidata única de Morena a la gubernatura de Colima.

Con todo, es probable que todavía consigan resignificar el tema a nivel nacional, aunque para ello deberán subrayar la participación del aparato oficial en los hechos.

Dentro de todo, salva a Indira que la figura de Mario Delgado terminara absorbiendo el golpe porque hay una campaña nacional en su contra. Con la vieja fórmula de sembrar terror para luego negociar, en Colima particularmente buscan presionar al dirigente morenista para obligarlo a mantener sus compromisos con respecto a algunas candidaturas locales.
 

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