Ante la eventualidad que no se dé en Colima la coalición del Verde con Morena, a Virgilio Mendoza Amezcua ni lo invitaron a participar en la encuesta de donde saldrá la candidatura de la 4T al gobierno estatal.
El dirigente estatal del PVEM pedía que lo dejaran participar en las mismas condiciones que al senador Joel Padilla, pero no le hicieron caso.
El líder moral del petismo en Colima sí entró, no obstante que también está pendiente de confirmar la participación del PT en la alianza. Sin duda, son otras las negociaciones que han seguido las cúpulas nacionales de Morena y el Partido del Trabajo.
No prendió la campaña mediática y en redes que el dos veces alcalde de Manzanillo desplegó para posicionarse como potencial abanderado de la alianza lopezobradorista. No logró Virgilio sumar suficientes adeptos a su proyecto entre los simpatizantes de la Cuarta Transformación, y la dirigencia de Morena ni siquiera lo consideró como prospecto.
PODRÍA IR SOLO
Los consejos políticos estatales de Morena han estado bloqueando las alianzas en varios estados. Pero aún no se descarta que el Verde participe en la coalición de Colima, incluso sin aportar un precandidato al proceso interno de la 4T.
En la circunstancia que no haya alianza, Mendoza Amezcua tendría que valorar si puede ir solo por la gubernatura o, incluso, si debe jugar con otros colores. Sus panegiristas ya revivieron la hipótesis de Virgilio como candidato de una alianza entre el PRI y el PAN, con o sin el PVEM.
Tratándose de ser candidato a como dé lugar, si ninguna de las nominaciones anteriores fuera posible Virgilio podría competir por Encuentro Solidario, Redes Sociales Progresistas o Fuerza Social por México.
Los tres son partidos operados en Colima por el exgobernador Mario Anguiano, quien se ha convertido en el jefe político del armeritense. Si bien cabe apuntar que en RSP ya se proyecta Oscar Javier Hernández Rosas y que, en FSM, destaparon a Lupillo García Negrete.
LO CHUPÓ EL DIABLO
Al dirigente estatal del Verde le siguen perjudicando los contradictorios mensajes que envía. Gilo, como le dicen sus amigos, ha sido víctima de sus propias indefiniciones, precisamente cuando lo que busca la gente son definiciones.
Virgilio no parece entender que, mientras la población quiere un verdadero cambio, él se promueve como el único político que puede lograr que se pongan de acuerdo los actores que se han disputado el poder desde 1997. Son ellos mismos, nada menos, quienes generaron el estancamiento económico del estado y causaron el gran malestar social que hará posible la alternancia en 2021.
La lealtad del regidor porteño ha recorrido todo el espectro del poder político en Colima. Al principio del sexenio, se le vinculó al gobernador Ignacio Peralta y, antes, al exgobernador Fernando Moreno. Y aunque se quiso asimilar al proyecto de la Cuarta Transformación, ya no oculta su relación política con Anguiano Moreno. No se puede quedar bien con Dios y con el diablo, y a Virgilio lo han chupado muchos diablos.
Más grave es la percepción de que Virgilio está jugando en contra de los intereses populares. Como alcalde, se proyectó como gestor de programas asistenciales dentro de una política clientelar. Pero sus detractores lo acusan de ver en esos programas, más que una forma de dar apoyos sociales, un modelo de negocio.
Incluso, se le vincula a empresas que han convertido los servicios públicos en un negocio particular. En el estado no han producido resultados satisfactorios, financiera ni técnicamente, las plantas de tratamiento de residuos o para el saneamiento de aguas, concesionadas hasta ahora. Mucho menos ha funcionado la subrogación del servicio de recolección de basura.
SE LA PROMETIERON
Surgido a la vida público con el extinto partido local ADC y dos veces presidente municipal por el PAN, Virgilio ya estaba afiliado al Verde cuando fue derrotado en su tercera contienda por la presidencia municipal. Como dirigente estatal del PVEM maneja un discurso ambiguo, pero sus acciones no dejan lugar a dudas de su verdadera orientación política.
En pocas palabras, no es creíble ofrecer un cambio de rumbo cuando publicas fotos con las que Virgilio sugiere contar con el respaldo no sólo de Mario Anguiano sino también de Moreno Peña, Héctor Sánchez y Arnoldo Ochoa.
Si algo le ha favorecido a Indira Vizcaíno, es la campaña adversa de la que ha sido víctima. Ya es una tendencia en Colima apoyar a la gente que ataca el periódico del gobernador Peralta. Ser blanco de ese diario revela quién no favorecería los intereses que ese rotativo defiende.
Los motivos que llevaron a Virgilio a declinar ser candidato del PAN en 2015, fue el temor a los señalamientos que podía hacerle un oponente como Ignacio Peralta que presumía su relación con Luis Videgaray.
Virgilio se bajó y, en aquel momento, concibió un proyecto transexenal donde él sería el sucesor de JIPS. Sin embargo, el hoy mandatario saliente ni siquiera le pudo cumplir la promesa de nombrarlo secretario general de Gobierno. No lo dejaron remover a Arnoldo Ochoa.
CANDIDATO DEL PRIAN
Que Virgilio pueda ser el candidato del PRIAN, es una especulación que quizá él mismo haya alimentado a través de sus contactos en los medios y redes sociales.
No es disparatada la idea de construir una candidatura de oposición a la 4T que sea alterna a la de Leoncio Morán por Movimiento Ciudadano (MC). Virgilio tiene la presencia en la costa que Locho no tiene. Y, en estos meses de precampaña, Mendoza trató de fortalecer su imagen en los municipios de la zona metropolitana de Colima, donde Locho es tan conocido como Virgilio en el puerto.
Al objetivo de socavar el papel de Morán Sánchez como la opción de los anti AMLO, obedece probablemente el acercamiento de Virgilio con Felipe Cruz Calvario.
Al tres veces alcalde de Villa de Álvarez se le adivina molesto con su homólogo capitalino y correligionario en MC, porque Locho invadió su territorio político al destapar a Perla Vázquez Montes como candidata en la Villa, cuando Felipe ya se había pronunciado por la síndica Karina Heredia.
Si Cruz Calvario ya decidió romper con Locho, se entiende la foto con Virgilio. Pero si sólo buscaba presionar al dueño de la franquicia de MC en el estado, está jugando con fuego. No sólo arriesga su vínculo con el partido que lo llevó nuevamente a la alcaldía sino el capital político que, pese al desgaste que produce un cargo como la presidencia municipal, todavía conserva Felipe.
El villalvarense tendría que evaluar los costos políticos de vincularse al proyecto de Virgilio y Mario Anguiano. ¿Cuántos besos del diablo puede aguantar alguien como Felipe, sin quemarse?
EL PAN TIENE DUEÑO
Encabezar una alianza prianista le parecerá a Virgilio el acto supremo de concertación política, pero las estructuras y las cúpulas del PRI y el PAN no serán fáciles de domar.
El blanquiazul es el partido que tiene mayor estructura y mejor posicionamiento para ser el contrapunto a Morena. Tiene un voto duro más consistente que el PRI, ya que en los últimos años la militancia del tricolor se ha ido diluyendo hacia sus orígenes: la centro-izquierda. Mientras el PAN se consolida como antítesis de la izquierda: es la derecha pura.
Dentro de Acción Nacional está muy fuerte el liderazgo de Jorge Luis Preciado Rodríguez. Él es el candidato a la gubernatura que ha obtenido los mejores resultados desde 1997, hablando de la elección ordinaria de 2015, no de la extraordinaria.
JLP es también uno de los pocos cuadros panistas que, por su forma de hablar y convivir, conecta con la gente. Es indudablemente popular y un político curioso porque no parece del PAN. Eso le ganó votos hace dos años entre electores que no hubieran sufragado por un perfil más empresarial.
ALIANZA CONTRA NATURA
En el PRI, donde la caballada no está flaca sino raquítica, quieren repetir con Walter Oldenbourg la fórmula de José Antonio Meade: un panista que se diga priista.
Si la alianza PRIAN se diera, se desfondarían ambos partidos. Sin embargo, el PRI se quedaría sin estructuras tras una migración de sus bases a Morena. Mientras el PAN conservaría el grueso de su militancia, la que todavía no se ha ido al MC de Leoncio Morán y Felipe Cruz.
Aunque es una mezcla contra natura, aberrante desde el punto de vista histórico pero coherente ideológicamente desde la perspectiva del neoliberalismo que hermanó al PRI y al PAN a partir de Carlos Salinas, la fórmula del PRIAN no es inédita. Ya se probó de facto en 2018, cuando los proyectos de nación de Meade y Ricardo Anaya eran perfectamente intercambiables.
Eso fue lo más representativo y lo más visible de las campañas de candidatos que ni sumando sus votos, habrían podido alcanzar a López Obrador. El tsunami electoral que produjo Andrés Manuel fue tan devastador para esos partidos que, especialmente el PRI, por poco pierde su registro.
MAESTRA DE LA ESTAFA
Con pocos de sus cuadros distinguidos dispuestos a sacrificarse en una candidatura testimonial, el escenario que pintaba a José Manuel Romero como bateador emergente está a punto de cambiar.
El papel de Rosario Robles como testigo protegido para las investigaciones de la estafa maestra, complica la nominación a gobernador del dirigente estatal del tricolor.
La nomenclatura priista querrá pintar su raya respecto de la exsecretaria de Estado y protectora del entonces director general del Instituto Nacional de la Juventud. Los dinosaurios que hasta hace unos día la consideraban presa política, hoy la llaman traidora.
El gran problema de Romero Coello no es tanto su pasado con Robles Berlanga, sino que finalmente no representa nada en la política de Colima, como no sea servir como alfil en la partida de ajedrez que juega Fernando Moreno.
CLAUDIA LA FOTOGÉNICA
Aspirante a la candidatura de Morena al gobierno, Claudia Yáñez, se retrató al más puro estilo del PRI con Joel Ayala, líder de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), y con Pedro Haces, dirigente de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM).
Con ello acabó de darles razón a quienes dicen que la diputada federal no representa el cambio. Ya no sólo critica los programas sociales del presidente, sino que exalta los mismos hábitos políticos que López Obrador pretende desterrar: el corporativismo sindical y la cultura del dedazo.
Honestamente, a nadie apantalla con esas fotos y en nada le ayudan. La reforma laboral emprendida por la 4T busca precisamente romper la continuidad de esos cacicazgos sindicales, con elecciones libres.
Pero, además, si el corporativismo funcionara en una democracia con voto directo y secreto, Elba Esther Gordillo ya habría sido presidente de la república. Si hay algo que las bases repudian, es que la cúpula les señale por quién deben votar.
Claudia quiso con esta fotos mandar el mensaje de que hay línea a favor de ella. Ignoramos en qué teminos la recibieron estos dirigentes, pero las imágenes no abonan a su narrativa como la ungida.
Por cierto, Yáñez Cabrera no tardó en contradecirse. Quiso establecer como verdad que su amigo Andrés Manuel tiró línea a su favor, cuando pensó que la situación le favorecía. Pero cuando no pudo excluir a Indira Vizcaíno de la encuesta, empezó a decir que se equivocan quienes piensan que habrá dedazo en Morena. Ya, de plano, quiso curarse en salud al decir que la encuesta está amañanada para favorecer a Vizcaíno Silva.
DENUNCIA, QUE ALGO QUEDA
Tan clara está la ventaja que tendrá Indira en una encuesta de conocimiento e intención del voto, que los otros tres participantes en el mecanismo quisieron excluirla al firmar un documento donde la vetan porque existen denuncias en contra de la exalcaldesa de Cuauhtémoc.
Contra la máxima: “denuncia, que algo queda”, en la política (como en todas las ramas del derecho) una denuncia no equivale a una sentencia ejecutoriada.