INTENTO FALLIDO
Fracasó la intentona de cambiar la Ley Orgánica del Congreso local para que los coordinadores de las bancadas sean designados por el presidente del partido al que representan. Buscaban suprimir en la reglamentación interna la facultad de los diputados de elegir a su coordinador.
Esa facultad de designar al líder de su grupo parlamentario la tiene por estatutos el dirigente estatal del PAN, pero no así el de Morena. Y en los reglamentos internos de ese partido, buscaba influir la nueva mayoría en Congreso alineada con el Ejecutivo estatal.
El verdadero objetivo era propiciar la remoción de Vladimir Parra como coordinador de la fracción morenista. Todo porque, como presidente del consejo político estatal del partido fundado por AMLO, Parra está enfrentado al presidente del comité directivo estatal, Sergio Jiménez Bojado.
La propuesta, además de perversa, no tenía ninguna posibilidad de sobrevivir a una impugnación ante las instancias jurisdiccionales de carácter federal. Es una aberración jurídica pretender supeditar un poder del estado, el Legislativo, a la autoridad de un partido.
Vergonzoso papel el que está desempeñando Jiménez Bojado al prestarse a las grillas internas de Morena, cuando se rol institucional debiera ser el de conciliador.
La buscada defenestración de Vladimir Parra forma parte de la estrategia para hacer ver que Morena, como fuerza política, está con el proyecto de Claudia Yáñez hacia la gubernatura.
Esta intentona revela la desesperación de quienes temen que la nominada sea Indira Vizcaíno. Por más que han tratado de impulsar una cargada a favor de la diputada federal por el Distrito I, no han conseguido generar un consenso entre las huestes morenistas. La gente tiene claro quién no nos representa con dignidad en el Congreso de la Unión: Claudia Yáñez.
LOS INTERDEPENDIENTES
Los partidos son los instrumentos con los cuales suelen llegar los ciudadanos al Congreso –aunque desde que hay candidatos independientes, ya no es el único camino–, pero finalmente los diputados no representan a los partidos sino a los habitantes de un distrito. Incluso, los legisladores plurinominales se asignan como representación proporcional de los votos que recibieron los candidatos de mayoría de un partido.
En una verdadera democracia representativa ni siquiera debería haber bancadas, porque finalmente los diputados representan a los ciudadanos, no a los partidos. El poder emana del pueblo y la soberanía radica en el pueblo, no en la nomenclatura de los partidos.
La crisis de los partidos tradicionales se debe, en gran parte, a la falta de democracia interna. Y despojar a los diputados de su derecho a elegir a su coordinador, es antidemocrático.
Ya por sí, adscribirse a una determinada bancada implica el sometimiento político de un diputado electo por mayoría relativa que, en teoría, es independiente. El colmo es que en Colima hemos tenido bancadas de independientes que son los más dependientes.
ESTE ARROZ…
De una manejada resultó el proyecto para establecer en Buenavista una planta procesadora de arroz en la que los ejidatarios del municipio de Cuauhtémoc puedan dar valor agregado a sus cosechas.
El dirigente de Productores Unidos por Colima (PUC), Arnoldo Vizcaíno Rodríguez, manejaba el vehículo en el que el entonces presidente electo Andrés Manuel López Obrador se trasladaba al aeropuerto y, haciendo un desvío de unos cuantos metros y una escala de pocos minutos, le mostró a su viejo amigo el predio donde podría ubicarse la arrocera.
Dos años después, este jueves 18 de noviembre, el director de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero (FNP), Baldemar Hernández López, inauguró la instalación industrial de Arroceros Colimán.
La inversión fue de 25 millones de pesos: ocho del gobierno federal, poco más de 700 mil pesos del gobierno estatal y más de 15 millones de pesos aportarán los beneficiarios a través del financiamiento.
“Amigo personal del presidente”, como lo llamó la diputada federal (con licencia) Indira Vizcaíno Silva, el funcionario federal firmó el documento que les otorga a los arroceros en comodato los silos del FND que están frente a la planta. En un futuro, con un puente aéreo el grano podría pasar a través de bandas de un silo a otro a ambos lados de la carretera.
En el mismo evento, Baldemar Hernández acordó con el secretario de Desarrollo Rural del gobierno del estado, Agustín Morales, buscar fórmulas entre los dos órdenes de gobierno para poder ofrecer financiamiento con una tasa menor a los dos dígitos, es decir, que no llegue al 10 por ciento de interés.
YA SE COCIÓ
En la región se ha sembrado arroz desde hace cuatro siglos, dijo Arnoldo Vizcaíno, pero hasta ahora no había sido posible que quienes lo producen también lo procesen y sea para su beneficio el valor agregado, no para los intermediarios.
Al avalar el proyecto, López Obrador recibió una promesa de los arroceros: aumentar la producción. Si todo sale bien, “este año acopiaremos alrededor de tres mil toneladas”. Pero el próximo, con créditos más accesibles, podrían llegar a 10 mil toneladas.
En el futuro mediato, si se concreta la construcción de una pequeña presa reguladora y la modernización de las líneas de conducción de la zona arrocera, cuyo costo conjunto es menor a 60 millones –ya concertados con el presidente López Obrador, por cierto–, se estaría en condiciones de duplicar la superficie a cultivar en la región, creciéndola hasta tres mil hectáreas en el municipio de Cuauhtémoc.
GESTIÓN DE INDIRA
Reconocida por Baldemar Hernández como gestora permanente del proyecto, Indira Vizcaíno Silva evocó también aquella tarde de 2018 en la que, ella y su padre, viajaban con el presidente electo camino al aeropuerto de Buenavista.
López Obrador coincidió con ellos en que el campo sí es negocio, contra lo que digan esos a quienes se les hizo más fácil importar granos de baja calidad. Y reiteró su visión para el campo: necesitamos lograr la tan anhelada autosuficiencia alimentaria. En esa lógica es que la 4T ha venido impulsando programas como Precios de Garantía y Sembrando Vida.
El presidente quiere que se produzca más en el campo, especialmente granos básicos como el arroz, dijo Indira. Y para ello es imprescindible regresar el valor al campo, reconocer el trabajo de los campesinos y facilitarlo, otorgándoles créditos blandos para que puedan realizar inversiones.
El objetivo es que los productores no dependan de los intermediarios. No porque la 4T esté contra los particulares, sino porque es justo que los campesinos tengan ya su propia infraestructura.
COMPAÑERO DE LUCHA
Primer jefe de Andrés Manuel, en sus años de trabajador del Instituto Nacional Indigenista en Tabasco, Baldemar Hernández ha estado cerca del actual presidente desde aquellos años en que, como narró él, un grupo de soñadores (Porfirio Muñoz Ledo, Cuauhtémoc Cárdenas y López Obrador) decidieron emprender la cuarta transformación del país.
En aquella lucha de 1988 se forjó el liderazgo de un hombre que recorrería el país, municipio por municipio, comiendo en las fondas del camino y bañándose en las regaderas de las gasolineras.
En su intervención, el funcionario que ideó la figura de los servidores de la nación y muchos de los programas sociales de la 4T, hizo un reconocimiento al productor tecomense Héctor Balleza.
El reconocido agroempresario felicitó a los arroceros de Buenavista: “Tenemos un gran país, pero nada podemos hacer con él sin comer. Necesitamos asegurar los alimentos”, declaró don Héctor.
Por su parte, el director de la Financiera Nacional de Desarrollo subrayó que la arrocera demuestra con hechos concretos la capacidad de gestión de Indira Vizcaíno.
NO MÁS FAMILIA REAL
Para construir una candidatura con viabilidad de triunfo, no basta ya con subir a tribuna para lanzar denuncias infundadas o con fotografiarse abrazando a un funcionario publico. Hay que dar resultados.
Si alguien piensa que López Obrador se va a decantar por un tema de amistad familiar como ocurrió en otras coyunturas electorales, está muy equivocado. Las cosas han cambiado en el país. De otro modo no sería mínimamente probable traer la 4T a Colima.
La Cuarta Transformación supone, entre otras cosas, dar vuelta a la página de ese episodio lesivo para la sociedad cuando el nepotismo, el amiguismo, el compadrazgo, el dedazo y la cargada definían el arribo de un personaje a los cargos públicos, y no la voluntad popular.
La ciudadanía exige gobernantes con probada capacidad y honestidad. Claudia Yáñez ha estado denunciando la supuesta corrupción de Indira, pero sin elementos de prueba. Por eso, no le hacen caso las autoridades respectivas.
ENCUESTAS RIDÍCULAS
Estamos entrando en fase de la política bufa. Ya sabemos que las encuestas salen a la medida de quien las ordena, pero ahora publican unas que, para esconder quién las paga, miden los negativos de un exgobernador que, como ya fue, no puede volver a ser.
Hay un esfuerzo constante, de quienes no quieren el cambio en Colima, por minimizar las posibilidades reales de que se dé una alternancia de partido o de fuerza política en el gobierno estatal.
Han hecho toda una campaña para demeritar la viabilidad de triunfo que tiene Indira. Sin embargo, para que funcione la encuesta tienen que ponerla como candidata a la gubernatura por el PES, un escenario absolutamente improbable. Cuando la ponen como candidata de Morena, literalmente no pueden maquillar las cifras.
En su afán por minimizarla, han recurrido también a las propuestas más ridículas de posibles competidores. Meten con calzador en las encuestas a candidatos de triunfo inviable, lo mismo Claudia Yáñez que Virgilio Mendoza o José Manuel Romero Coello.
Son ingenuos los careos donde le dan casi las mismas posibilidades a cualquiera de ellos que a la puntera. Por más dinero que les inyecten a sus estructuras, las campañas de esos rezagados no pegan.
Estas encuestas regularmente se combinan con narrativas periodísticas que rayan en la ficción política. Si el aspirante sale bajo en conocimiento en una colonia, lleva una brigada de cinco personas a pintar las bancas del jardín y, en el siguiente sondeo, según el pie de foto ya está alto en conocimiento en esa demarcación.
De verdad, la gente no responde más a esas argucias políticas de sacar la foto de una intervención y, unos días después, publicar la nota con un aumento en las encuestas de conocimiento. Vean en las redes sociales cómo se ríen.