CANAL DEL CONGRESO

En el Encuentro Intercontinental de Comunicación Audiovisual Parlamentaria que se celebró en Montevideo, Uruguay, el 7 de agosto de 2019, el Canal del Congreso mexicano recibió dos reconocimientos, comentó el director de esa televisora pública, Eduardo Fernández, en el programa Debate 22 que el 23 de agosto condujo Álvaro Cueva.

“En la categoría de mejor producción de canales parlamentarios vinculados con la democracia, el Canal del Congreso obtuvo un premio por la producción que hicimos con motivo de los 50 años del movimiento estudiantil, Memoria del 68, un documental aclamado por todas las televisoras públicas ahí reunidas”.

El segundo reconocimiento se da tácitamente porque las televisoras parlamentarias de América Latina están viendo el modelo de comunicación legislativa mexicano como un referente a seguir. “Les llama mucho la atención tanto el diseño orgánico del canal como sus prácticas de comunicación, y esa es una gran noticia para la sexagésima cuarta legislatura del Congreso de la Unión”.

En ‘Debate 22: Canales Parlamentarios’, que se transmitió por Canal 22 y se puede recuperar en YouTube (https://www.youtube.com/watch?v=RdgnZrPacB0&list=PLHXFQrHFFd_VNATVBVMdcrRg3vifTbwzp&index=14), Eduardo Fernández coincide con Álvaro Cueva en que la función social del Canal del Congreso es infinitamente relevante:

“Contribuye a fijar los temas de la agenda nacional, genera una suerte de formación cívica de las nuevas generaciones –tiene un efecto pedagógico– y lo que el Canal del Congreso transmite todos los días está en el corazón mismo de la democracia.

“La vida parlamentaria es diálogo, diversidad, tolerancia; discusiones públicas pero, al final del día, construcción de acuerdos legislativos que permiten la conformación de leyes para el país”.

MIRADA A LA DEMOCRACIA

El crítico de televisión Álvaro Cueva reconoce que muchas personas sólo se acuerdan del Canal del Congreso cuando algunos noticiarios toman sus imágenes para ilustrar situaciones espantosas [como los enfrentamientos verbales y gestuales entre los legisladores, podríamos decir], pero ¿qué más hay en el canal parlamentario?

“La actividad legislativa es infinitamente mucho más grande y con una intensidad insospechada, más allá de lo que reflejan los noticieros”, aclara Eduardo Fernández.

“El Canal del Congreso nace hace 21 años con la llegada de la pluralidad a las cámaras legislativas. Y surge con la naturaleza intrínseca de un medio público. Su función fue generar un equilibrio informativo entre lo que hacían los medios comerciales al darle voz y exposición a los grupos o a las personalidades que expresaban la toma de decisiones legislativas, y la necesidad darle voz a la pluralidad que integran las cámaras” que es lo que ha hecho el Canal del Congreso.

¿Y cómo era la vida nacional antes de que existiera el Canal del Congreso?, pregunta Cueva.

“Era la de una democracia en ciernes que no acababa de expresarse en la irrupción de la pluralidad en la actividad legislativa. La presencia de los grupos parlamentarios minoritarios era marginal, incluso en la toma de decisiones. Lo rico de esa etapa fue, en todo caso, que actores políticos que se volvieron grandes polemistas y grandes argumentadores legislativos, hoy son las figuras de nuestro parlamento”.

DAR VOZ A LAS MINORÍAS

¿Cómo son los canales parlamentarios en otras partes de América Latina?, inquiere Cueva.

“De esta reunión en Montevideo me traje muchas lecciones –expone Fernández–. La primera es que todos los canales parlamentarios tenemos agendas y preocupaciones muy semejantes. Todos estamos colocando el énfasis en la expresión de los grupos minoritarios y en los temas transversales, como es la protección del medio ambiente y las energías limpias, la equidad de género y la violencia contra la mujer, la visibilidad y centralidad de los derechos de las mujeres”.

Y, por ejemplo, quiere saber Álvaro Cueva, ¿el canal legislativo de Argentina tiene la misma cobertura, una señal en televisión abierta como la tiene el Canal del Congreso de México?

“Los esfuerzos son todos loables pero el Canal del Congreso mexicano tiene un trecho mayormente andado que el resto de los canales en América Latina. Muchos de esos canales hacen sus transmisiones solamente el día de la sesión y únicamente por internet. No tienen señal abierta aunque algunos tienen salida por televisión de paga; es el caso de Uruguay cuando hay sesión.

“Otra de las complejidades que enfrentan estas televisoras parlamentarias, es el diseño institucional. Argentina, Uruguay y Brasil tienen canales legislativos distintos por cada cámara: hay un canal de televisión de los diputados y otro de los senadores.

“Por eso les llama poderosamente la atención que México, donde también el Poder Legislativo es bicameral, tenga un solo canal haciéndose responsable de la difusión de la actividad legislativa en ambas cámaras.

“Lo otro que les atrae del Canal del Congreso es su nivel de desarrollo institucional. Primero, el Legislativo mexicano reconoció en el canal a un medio público del Estado que le pertenece a ese poder, el cual asume al canal como un órgano técnico. Al considerarlo así le da independencia editorial, autonomía de gestión y certidumbre financiera o presupuestal.

“En otros países los canales legislativos dependen de las direcciones de Comunicación Social de los parlamentos y, en algunos otros casos, de las mesas directivas. Esto los hace enfrentar al menos dos problemas: uno, el de la estabilidad de sus visiones de largo plazo, porque las mesas directivas en los parlamentos normalmente se van alternando año con año; y otro es su dependencia de las áreas de Comunicación Social, oficinas que tienen una naturaleza distinta”, resume Eduardo Fernández.

AUTONOMÍA EDITORIAL Y PRESUPUESTAL

¿Qué tan independiente es el Canal del Congreso respecto a otras frecuencias similares al menos en América Latina?, pregunta Álvaro Cueva.

Para Fernández, “generar un marco de autonomía de gestión en el Congreso mexicano ha sido un acierto de los coordinadores parlamentarios de todos los grupos políticos representados en la Cámara de Diputados”.

“Hace dos años hicieron una reforma a la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos para reconocerle al Canal del Congreso autonomía técnica, de gestión y autonomía presupuestal.

“Derivado de esa reforma a la Ley Orgánica, se emitió un nuevo reglamento del canal en donde se concretaron estas cuestiones de independencia editorial, de autonomía de gestión y autonomía presupuestal.

“Por ejemplo, tanto la Ley Orgánica como el Reglamento establecieron que el dinero público destinado al Canal del Congreso estará definido en el decreto de presupuesto de egresos de la Federación, con recursos etiquetados desde la aprobación del documento.

“Eso nos da certidumbre en las inversiones y también nos blinda en el sentido de tener mucha claridad para que nuestra estrategia de difusión no se vea limitada por falta de recursos presupuestales”.

Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com.

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